Piacenza

La editorial asocial, desde la mas inmunda basura hasta pequeñas joyas... (En obras)
Responder
Avatar de Usuario
Juvenal
Perro infiel amiricano
Mensajes: 14
Registrado: 20 Feb 2006 23:07
Ubicación: Subura
Contactar:

Piacenza

Mensaje por Juvenal »

Piacenza


Sucedió esta historia en la corte del muy noble Arnolfini, poderoso príncipe de quien se murmuraba que mantenía oscuros tratos con nefandos espíritus. Los rumores decían que éstos le habían proporcionado el dominio de todas las ciencias y saberes y el poder de transmutar el plomo en metales nobles. Lo cierto es que en sus dominios el oro brotaba como el agua; no es de extrañar, pues, que su corte fuera meta obligada de los más grandes eruditos y las espadas más hábiles de toda Europa.

Imagen

Si bien era grande, su reputación aumentó aún más cuando dio a la imprenta las obras largo tiempo perdidas de Atenágoras y su ejército venció ferro ignique a las tropas del cardenal Ferrara. Arnolfini, exultante, decidió celebrar tales nuevas organizando un baile de máscaras con numerosos invitados. Entre ellos se encontraba Gherardo della Fullardesca, un caballero toscano que había puesto su espada al servicio del príncipe.

Imagen

Gherardo, además de valiente soldado, componía más que aceptables sonetos y tenía fama de seductor de monjas; en el baile esperaba encontrarse con la bella Fabrizia Rinaldi, dama a la que llevaba galanteando unos meses y de la que esperaba obtener sus favores. Entre tanto enmascarado no era fácil descubrir donde se hallaba Fabrizia, pero para un joven ingenioso como Gherardo no había muralla imposible de trepar al asalto ni doncella inmutable a sus requiebros.

Imagen

Inútil, por tanto, la vista para sus propósitos, decidió Gherardo emplear el oído: la joven convalecía todavía de unas fiebres que le habían dejado como recuerdo unas toses características, que ella procuraba elegantemente disimular. Durante toda la fiesta, en cada cambio de pareja, procuraba escuchar a la dama que tenía ante él. Por fin, escuchó la señal que buscaba, y no pudo reprimir una sonrisa al ver que era de la dama que le tocaba en suertes para el próximo baile. La sonrisa, sin embargo, se le congeló al instante: una figura corpulenta, embozada de negro, se le había adelantado y se movía al compás de la música con una alegre Fabrizia.

Gherardo, amostazado, procuró disimular su enfado hasta el final del baile. En ese momento, se dirigió al embozado usurpador para exigir satisfacción, de grado o por fuerza:

–¿Podéis explicarme, insolente majadero, con qué derecho habéis bailado con la pareja que me tocó en suertes para el último baile?
—No deseo discutir con vos, noble caballero —respondió amablemente el embozado—. Yo tengo siempre razón, y con toda justicia la bella Fabrizia debía hacer su último baile conmigo.
—Escuchadme, presuntuoso petimetre —y, a pesar de sus esfuerzos, la voz de Gherardo comenzaba a temblar de ira—, no he vencido al acero español, esquivado las sarracenas flechas y burlado las lágrimas de una mujer para que un desconocido como vos se burle en mis barbas. Os reto a duelo, decidme vuestro nombre para tener la satisfacción de saber a quien traspaso con mi hoja, la hoja de Gherardo della Fullardesca.
—Mi nombre es Muerte —y el embozado, con un siseo, retiró la máscara y la capucha, y unos carbones encendidos en un rostro descarnado observaron al toscano.

El caballero Gherardo, por primera vez aterrorizado, salió corriendo hacia las caballerizas, tomó el más veloz corcel y partió, sin despedirse de su interlocutor, en dirección a Piacenza, ciudad en sumo grado distante.

Esa misma noche, en sus aposentos privados, el noble príncipe Arnolfini conversaba con la Muerte:

Imagen

—¿A qué ha venido, viejo amigo, ese terrible siseo que ha llenado de terror el corazón del buen Gherardo?
—No era de terror, Arnolfini, sino de sorpresa. Me ha sorprendido verlo aquí esta noche, ya que tengo una cita con él mañana en Piacenza.

Avatar de Usuario
Cíclope Bizco
Mulá
Mensajes: 1375
Registrado: 13 Ene 2004 03:43

Mensaje por Cíclope Bizco »

Juvenal, caballero, este pulcro y hermoso trozo de papel aquí arrojado dónde se almuerzan los lechazos, sólo servirá de babero a los demasiados bellacos que trajinan holgazanes en el salón.

Le alabo la ambientación de Lope a la italiana.

Hágame el favor y lléveselo a la salita de caligrafía.

Pero antes de eso quédese más tiempo, charlemos, ¿qué prefiere usted, el pollo frito o la plancha?
Al pasar Nueva Orleans dejo atrás sus lagos iridiscentes y luces de gas amarillo pálido | pantanos y estercoleros | aligátores arrastrándose sobre botellas rotas y latas | moteles con arabescos de neón | chaperos desamparados que susurran obscenidades a la gente que pasa.

Nueva Orleans es un museo de muertos.

Avatar de Usuario
Mr. Blonde
Ulema
Mensajes: 11327
Registrado: 06 May 2005 14:24
Ubicación: Viva el asueto!

Mensaje por Mr. Blonde »

Cíclope Bizco escribió:Juvenal, caballero, este pulcro y hermoso trozo de papel aquí arrojado dónde se almuerzan los lechazos, sólo servirá de babero a los demasiados bellacos que trajinan holgazanes en el salón.

Le alabo la ambientación de Lope a la italiana.

Hágame el favor y lléveselo a la salita de caligrafía.

Pero antes de eso quédese más tiempo, charlemos, ¿qué prefiere usted, el pollo frito o la plancha?

¿tanto cuesta decir "esto no va aqui si no en literatura"?

Avatar de Usuario
Nicotin
Manuel Fraga Iribarne
Mensajes: 12343
Registrado: 25 Feb 2003 13:25
Ubicación: ...ale ...pira.
Contactar:

Mensaje por Nicotin »

¿Eso no es como uno de los cuentos de "Las mil y una noches"?
The bigger the headache, the bigger the pill. Call me the big pill.

Prez
Tiene un viejo en la barriga
Mensajes: 1892
Registrado: 03 Sep 2003 21:24

Mensaje por Prez »

Nicotin escribió:¿Eso no es como uno de los cuentos de "Las mil y una noches"?

A mí también me suena muchísimo pero ambientado en Bagdad o un sitio similar.

Avatar de Usuario
Stewie
Ulema
Mensajes: 4271
Registrado: 30 Jul 2004 15:51
Ubicación: Arrabales de la intelectualidad

Mensaje por Stewie »

Prez escribió:
Nicotin escribió:¿Eso no es como uno de los cuentos de "Las mil y una noches"?

A mí también me suena muchísimo pero ambientado en Bagdad o un sitio similar.


Baghdad y Samarra. La versión árabe creo que la posteó Juvenal en Troncs.

Avatar de Usuario
_KraD_
Bomba Sexual del pHoro<br><b>Ñrgggg</b>
Mensajes: 2936
Registrado: 01 Sep 2003 13:06
Ubicación: Monte Parnaso
Contactar:

Mensaje por _KraD_ »

Prez escribió:
Nicotin escribió:¿Eso no es como uno de los cuentos de "Las mil y una noches"?

A mí también me suena muchísimo pero ambientado en Bagdad o un sitio similar.


En realidad es un cuento popular

Casi todo el mundo piensa que pertenece a las 1001 noches, pero en realidad no es así. Hay varias versiones del mismo, según creo recordar, en plan poemas, cuento para ninios y obras de teatro.

El relato original se llama Cita en Samaria*.
Va de un mercader de Bagdad que se encuentra a la muerte de la que está en el rastro, esta le hace un gesto y él un pelín asustado compra un caballo y se las pira a Samaria porque presupone que es muy turbio y mala señal que la muerte te haga un gesto.

Toootal que el pavo que le vende el jacko se va de paseo al rastro, se encuentra a la muerte y le pregunta que para qué asustó al pobre hombre, a lo que la muerte responde que en realidad le había hecho un gesto porque se mostraba extrañada, ya que tenía una cita con él en Samaria al día siguiente y no entendía que hacía tan lejos.

Editado: se me adelanto Stewie. Gñrf. Pues que lo pusieron en Troncs o nosequepollas.
Joqueríacontarloyo.
Ale lo dejo.

}:-D


*En realidad es conocido popularmente como Appointmente in Samarra, la traducción es cosa mía. Se cree que la primera versión que se escribió (y de la que salieron las variantes) era de Fudail ibn Ayad en un libro llamado "Hikayat-i-Naqshia" y se titulaba "Cuando la muerte vino a Bagdad".
Imagen

Avatar de Usuario
NORNA
ayatolesah
Mensajes: 2333
Registrado: 16 Abr 2003 23:22

Mensaje por NORNA »

Cita en Piacenza
Arnolfini, mejorandoatodoshustede era un álbitro bastantemente conocio en toda la entitusione. Llevando unas incrisiones convenció a la enquilina de montar un baile en el clusz con arcatufas, azandia y sumo de narajah naturale enloartolameza. Llegó su amigo Gerardo y viendo que todo estaba acolashao encluso en los parcohví, díjole enguiñando un ojo: “enque estoy engarrotao, ajolá pueda bailar con la Fabrizia.”
Alamishmavé, se adelantó un lenguarón a robah a la shica pal baile.
-¡Farzo!¡Me quieres prejudicá!¡enséñame lo que haiga bajo lantifaz!
- Fijarzebien porque lomejón no te lo esperas. ¡Soy er shico Denirzon! ¡Págame usté los ochentiún millón del prozupuesto!
Gerardo salió con gran encaloramiento hacia Piacenza.
Fueraparte, tomensutedegüenanota, solo bemo venio a desir que antoses la finar se jugará en Piacenza.

Diccionario traductor imprescindible para extraer el meollo

Responder