Bueno, es cierto que no es fácil imitar. Pero aún es más difícil inventar algo bueno, crear tú mismo un arreglo. Te saca más del paso tocar mal un buen arreglo que inventó otro, que tocar mal un mal arreglo iinventado por ti mismo.
De todos modos, lo bueno que tiene imitar es que, poco o mucho, aprendes. Vas poco a poco comprendiendo la lógica y la dinámica del instrumento, entendiendo el por qué Fulano o Mengano toca esto "así" y no "asá", y también vas refinando el gusto. No digo que todo eso se vaya a traducir en mi forma de tocar (ojalá deje de ser un zopenco algún día) pero desde luego te enseña a escuchar la guitarra eléctrica y a comprender muchas cosas. Por ejemplo, yo reconozco el mérito de la práctica y la técnica, pero todos esos vídeos de jfreaks japoneses que se tiran quince horas diarias ensayando arpegios me impresionan muchísimo menos que ver a Albert King tocando sus cinco notas de siempre. Suena mal decirlo así, pero es cuestión de sensibilidad. Y la guitarra es un idioma, no unas Olimpiadas. Y un idioma se aprende hablándolo, pero hablando primero las palabras y expresiones que utilizan otros que son mejores y saben más.
Perrodelobo escribió:En literatura me pasa lo mismo con Dovstoiesky, o como se escriba.
Pues joder... lee a Dosyevski cuanto antes. No sabes lo que te estás perdiendo. Empieza con la típica, "Crimen y castigo".
Está lleno de guitarristas esto, no? Grumete tambien (se) toca, creo.
Sí, y hay alguno más. Si todo el mundo tiene Cubase, deberíamos grabar una instrumental a medias: cada uno un minuto de solo, o algo así. Eso estaría cachondo.