Bueno, este verano he acabado:
Tomb Raider Anniversary, para PSP:

(Ni de coña pagando, claro)
Genial. Me ha recordado un montón al primer Tomb Raider, que acabé en mi primer portatil pentium, ripeado sin videos y sin sonido, y nunca me enteré de qué iba la historia. Ahora por fin me he quitado el gusanillo y me he enterado de quién era Natla y todo eso.
Genial el ir recordando antiguas escenas del juego con nuevos detalles, obviamente lo primero que hice fue subirme a las manos del rey midas para ver la animación de convertirse en estatua de oro.
El paso a PSP superlogrado. El juego en general, una gozada. Y por fin esa mezcla entre exploración, escenarios inteligentes y poquitas escenas de lucha que no pasan de sustos que tanto me gustan (Odio al Drake y sus mierdacopias lineales de Uncharteds, precisamente porque se acaban convirtiendo en una pelea a tiros que da verdadero asco).
Me ha dado para horas y horas, y no me cansaba.
Y cuando me lo he acabado...
Gran Turismo para PSP:

Bien... hasta que de repente te das cuenta de lo CORTO que es.
O sea: Los retos de conducción, guapíssimos. Lo de ir comprando coches y viendo lo chulos que son y sus detalles, genial. Cada vez más complicados los retos, los mandos con una respuesta formidable, y las situaciones imposibles que al final consigues controlar después de mil intentos y hacerlas posibles, brutales.
Pero pasa como con Tron Legacy: En PSP cortan los juegos a saco sin necesidad. Una vez has acabado los retos, que dices "venga, vamos a ponernos en serio ahora con el modo un jugador"... puf. Putamierda. Ya no hay nada. La IA es lamentable, no hay champisonship, no hay nada más que tres modos de juego que ya no llaman para nada.
Ya me extrañaba a mi que después de acabar la primera tanda de retos de conducción salieran los créditos.
Lástima. Tanto potencial para malgastarlo así. Se podía haber currado un gran gran juego de coches para la portable, pero se queda a medias, cuando solo había que darle un empujoncito más.
Este es un mundo de estúpidos, controlados por imbéciles, para beneficio de mediocres.