Chiflágoras escribió:Nicotin escribió:Puntuación: como película, un 8 o un 9. Como recital de George C. Scott, un 10 absoluto.
Amen. Como peli está bastante sobrevalorada pero Giorgi se come la pantalla. Además de con el inicio yo me quedo con la escena del "soldado cobarde".
Sí que está un tanto sobrevalorada. Es decir, es una película muy buena, pero no es ni mucho menos redonda. Está más cerca del 8 que el 10, por decirlo de manera simple. Lo que pasa es que Scott está tan apabullante durante todo el metraje que eleva la impresión final que te produce el film.
Lo cierto es que hay unas cuantas escenas memorables. La del soldado cobarde es una, pero también tienes los varios discursos de Patton (especialmente ese en el que se supone que "pide disculpas") o la escena del baile con los rusos, 100% John Ford. O cuando se pone a combatir un avión alemán a punta de pistola (¡!), como si estuviese en el salvaje oeste y sin importarle dejar a sus tropas sin mando. Y aunque de lo más memorable es la famosa bofetada al soldado histérico, tampoco se queda muy atrás el impactante momento en que le da un beso a otro soldado.
Yo diría que "Patton" tiene muchos, muchos momentos de grandeza, más que la mayoría de películas, pero que lo único que le falta para ser una obra maestra de 10 es unirlos de forma algo más consistente. Es extraño, porque tiene prácticamente de todo: humor, espectacularidad, un personaje muy interesante y un protagonista en estado de inspiración divina que además hace un retrato nada complaciente del general Patton, pero al film en conjunto le falta algo, no termina de llegar a donde debería.
Y quizá que también flojea en algún aspecto como el casting. Es decir, hay algunos buenos hallazgos (el tipo que hace de Montgomery también lo clava las pocas veces que aparece), pero todo el retrato de los alemanes es muy vago, y especialmente el de Rommel, un personaje mal enfocado tanto en el guión como por el actor que se eligió. Y varios de los demás secundarios no están a la altura, realmente, como los propios asistentes de Patton que se supone que ejercen de contrapunto sanchopanziano al fastuoso despliegue de George C. Scott, pero que exceptuando a Karl Malden, no lo consiguen en ningún momento.