Que grande el Jackson POLLOck del basket-humor, cuando aparece es como ese viejo gag que siempre funciona por tiempo que haya podido pasar desde su época de esplendor.
Como soltar un ¡CUÑAAOOOOOO! después de cada chiste-partido.
Mañana viene el cuarto coco, y si volvemos a dar otro maracanazo ya podemos volver a tocarnos los huevos a manos y pies, vivir en los puticlubes de carretera secundaria, hacer mllonarios a cuatro o cinco camellos más y reinstaurar el statu quo de ganar los partidos por rutina con cinco crash-dummies de segunda mano.
¡Vuelve el omvre, vuelve el ASCA!
