





Este año hay equipo, la gente está muy enchufada y cuando uno baja el ritmo, lo compensan los demás.
Ayer, jugamos el típico partido de Mundial o Euro en el que nos mandan para casa: 60-65% de posesión, muchas más llegadas, muchos más tiros a puerta, un árbitro que no pita cosas bastante evidentes...
Y ganamos.
A Italia.
Voy a decirlo otra vez: A ITALIA.
A los campeones del mundo, expertos en moverse en el alambre, los que siempre se llevan partidos como el de ayer.
Pero nos lo llevamos nosotros.
Increible el partido que se ha marcado en la medular Marcos Senna. Ha acabado la temporada aguantando el centro del campo del Villarreal, pero siempre dentro de un doble pivote y ayer lo hizo como medio centro único, con ayudas puntuales de Xavi, Silva e Iniesta, pero según avanzaba el partido estaba más solo y lucía mucho más.
Silva enorme, tanto en ataque como apoyando en defensa. Ayer demostró que es uno de los cracks de la selección y que, pese a su aparente endeblez física, es una máquina con cuatro pulmones.
Cojonudos Puyol y Marchena, rapidísimos al corte y marcando muy bien a un delantero tan difícil de cubrir como es Toni.
Villa no tuvo su día, pero yo creo que hizo bien Luis en mantenerlo en el campo. El asturiano te saca un gol de la nada. No debía haberse cebado tanto queriendo tirar todas las faltas (estaba muucho más picado con el gol que Güiza, de calle), pero al guaje le perdono todo.
Y luego Casillas.

Casillas es Dios con guantes y le veréis levantar la Copa el domingo.
Podemos, coño, claro que podemos.
P. S.: los chaqueteros todavía están a tiempo de subirse al barco. Los llorones de
ahora se nos folla Rusia seguro, se pueden ir ahogando en su miseria.