En el momento en el que en la Liga compiten equipos cuyos presupuestos pueden tener una diferencia presupuestaria de más de 1.000 millones de euros anuales entre unos y otros, la competición no puede estar más adulterada (y evidentemente que meto al Atleti, con unos nada desdeñables 460 kilos).
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Así que luego podemos escribir volúmenes enciclopédicos de quejas sobre calendarios, pretemporadas peligrosamente cortas, mamandurrias a la hora de inscribir a fulanito o a menganito, afinamientos políticos, recalificaciones y blablablá... que los aficionados de los clubes del tercero para arriba, más nos valdría estar calladitos y no dar más bochorno del normal.
Si el Madrid, el Barcelona y el Atlético tienen esa brutal ventaja presupuestaria, a mí me parece PERFECTO que sean equipos a los que se perjudique de maneras varias para equilibrar de alguna manera la balanza con respecto a los equipos menos opulentos.
A joderse toca si tenemos 2 semanas escasas de pretemporada tras haber ido a una competición donde unos hemos ganado 28 kilos, y otros más de 70.
Peladillas: el amigo de los pobres.