"Los chicos de Hidden Valley Road" de Robert Kolker.
Don y Mimi Galvin encarnan como nadie el espíritu ingenuo y entusiasta de los Estados Unidos de su época. Jóvenes y llenos de sueños y ambiciones, el futuro es para ellos un horizonte abierto. Los hijos no tardan en llegar: en 1945 nace Donald, el primero de los doce que tendrá la pareja a lo largo de dos décadas. Atléticos, inteligentes, talentosos, atractivos y felizmente instalados en la idílica casa de Hidden Valley Road, los Galvin se dirían la perfecta familia americana. Hasta que un día, tras una serie de extraños comportamientos, diagnostican esquizofrenia a Donald. En los años sucesivos, nada menos que otros cinco de los chicos de Hidden Valley Road desarrollarán la enfermedad, y la amenaza siempre penderá sobre la cabeza del resto. Pese a que su singular caso llegará a llamar la atención del Instituto Nacional de Salud Mental, Mimi se pasará media vida tratando de mantener la impoluta fachada de familia modélica e intachable, mientras de puertas adentro la desdicha y el horror no hacen sino acrecentarse: crisis nerviosas, episodios de violencia descontrolada, secretos abominables…
Un matrimonio estadounidense tiene 12 hijos (10 chicos y 2 chicas) entre 1945 y 1965. Él es militar, ella ama de casa, aparentan tener la vida perfecta americana, en un momento de la historia de los USA en que la idea del sueño americano era más inocente, y blablablá.
Sus hijos, uno tras otro empiezan a padecer esquizofrenia, a lo bestia.
El autor cuenta la historia de la familia, y recorre en paralelo la evolución de la psiquiatría, los psicofármacos, las terapias y te cuenta cómo una familia con tantos enfermos mentales puede su poner un avance en el estudio de la enfermedad. Pero, sobre todo, es un libro sobre la familia y sus dinámicas jodidas y perversas, sobre lo que significa ser hermano, madre, padre, hijo... en una casa con mucha gente, lo que implica tener o no tener dinero, los secretos, el mirar a otro lado... Es un librazo. Es muy bueno, está muy bien contado, y la historia es terrible pero muy interesante.
No es para todos los gustos (habrá quien no encuentre ningún interés en el tema, yo vengo con interés por ello de serie), y el libro decae un poco en su 15% final (ya te ha contado la historia de la familia, y ahí traza una especie de desenlace inconcluso sobre la investigación médica y cómo está a día de hoy la familia). Pero es muy recomendable.
El escritor estuvo con toda la familia, les entrevistó mil veces y le dieron completo acceso a sus historias clínicas, diarios, recuerdos, fotos... impresionante.