Ruttiger escribió: ↑06 Oct 2022 12:47 Azuzado por la insistencia de un amigo que me conoce bien los gustos empecé el Inscryption.
Y cuando llevaba un rato le dije a mi amigo que se lo agradecía pero este no es para nada mi tipo de juego. Juego de estrategia de cartas de combates por turnos que nunca me han interesado y nunca se me han dado muy bien. Eso sí, una ambientación macabra, todo muy survival horror y bastantes cantidades de humor negro, por ahí me convencía un poco pero no compensaba.
Mi amigo insistió. Sigue que no es lo que parece. Así que acabé la partida. Aunque requiere pensar un poco el juego es facilito, las mecánicas se van complicando pero la curva es bastante asequible. Además puedes levantarte de la silla donde estás jugando y hacer cosas en la habitación convirtiendo un poco el juego en un escape room. Y está guay porque las partidas te van dando pistas para los puzles (y no es que ganándolas te den pistas aunque un poco también sino que los puzles están basados en la propia mecánica de las partidas). La cosa parece un poco forzada pero el intento es agradable y yo, que vivo para complacer, me esfuerzo en seguir jugando hasta que, después de una serie de manos bastante asequibles me encuentro con un malo final (boss, creo que les llamáis los gamers) que me apaliza sin compasión.
Vuelvo a hablar con mi amigo, le mando una review, le digo que el juego me ha parecido bien pero que no es para tanto y sobre todo que no es para mí y me dice que me calle la puta boca y que vuelva a jugar. Y como no tengo nada que hacer vuelvo a jugar, y me doy cuenta de que algunas de las acciones de la primera partida afectan a esta segunda y la partida es distinta. Pienso que esta vez podré con el jefe. Viéndomelo venir me preparo mi baraja para enfrentarlo. Pero nada. Me vuelve a destrozar.
Ya me cabreo y lo mando todo a tomar por culo. Mi amigo me insiste que una más y luego si quiero lo deje. Juego a regañadientes, llegar al jefe final requiere un buen rato pero tampoco tengo nada mejor que hacer así que por tercera vez le doy. Además de seguir viendo los efectos de las dos partidas anteriores descubro que hay una historia detrás de todo esto de la que te van dando pistas y, en esta tercera partida, sin tener ni idea de lo que está pasando empieza a interesarme un poco descubrirlo. Qué zorro mi amigo, cómo me conoce.
Y llego por tercera vez al jefe armado hasta las pestañas. Y el juego cambia por completo. POR COMPLETO. Qué puta locura, qué maravilla, qué historia tan divertida tan meta, tan homenaje mundo de los videojuegos. No os voy a contar nada porque merece muchísimo la pena vivirlo. No lo he acabado aún, no tengo ni idea de cuánto me queda, intuyo que no mucho, pero qué bien me lo estoy pasando.
Ojalá juguéis sin saber absolutamente nada y os llevéis los alegrones y las sorpresas que me he llevado yo. Ojalá este post no os arruine la experiencia.
Si tienes (mucho) tiempo libre y te interesa saber un poco más sobre la obra de Daniel Mullins o sobre Inscryption, los locos de Anait se han cascado un monográfico monumental sobre el calvo:
https://www.anaitgames.com/monografico/daniel-mullins
Reitero mis ganazas de jugar a ese juego en concreto.