Sirena Coja escribió:Prez escribió:Nunca he entendido muy bien por qué se felicita el cambio de año. ¿Y por qué no se hace lo mismo con el cambio de mes? «Te deseo una feliz salida de abril y un próspero mayo nuevo».
Sólo por mor de la precisión: ¿crees que es correcto decir que "nunca lo has entendido muy bien"? Tal vez no estés de acuerdo con la costumbre de felicitar el cambio de año porque te parezca trasnochada o aburrida, o quizás crees que debemos prescindir de ella (aunque no sé por qué razón deberíamos prescindir precisamente de
este ritual; tal vez estás a favor de la eliminación de
todos los rituales, y sería curioso discutirlo), pero creo que sabes perfectamente por qué se hace y lo entiendes.
Era una pregunta retórica: sí creo entender por qué se hace. Para ser preciso, lo que quería era dar a entender que encuentro absurdo este rito.
Pero no sólo éste. Si he hablado únicamente del hecho de felicitar el año nuevo ha sido por cuestiones de pertinencia, pero existen otras costumbres —gran parte de los cuales acaecen en estas fechas— que me parecen igualmente arbitrarias. Pero, de la misma manera, existen tradiciones que pueden resultar útiles, y también otras sobre las que no tengo un criterio claro, así como existen algunas más que están tan arraigadas que prescindir de ellas está mal visto —por ejemplo, los «por favor», «gracias» etcétera— .
En fin, de todos modos la mayoría de ellas suelen ser banales y no molestan, por lo que tampoco merece la pena intentar erradicarlas.
Blanquita escribió:¡¡¡Te deseo un feliz mes de enero Prez!!! Eres de los míos!
¿Hoy es lunes? Pues ¡feliz semana nueva!
Krista escribió:Yo también me sumo a las felicitaciones varias. Feliz año... bueno, menos a Prez, que le deseo también una feliz entrada de cuesta de enero (y no mentes a los Majos, a vé si no te van a traé na, shiquillo).
Tampoco me he merecido que me traigan nada.
Venga, ya que estamos comentaré lo que yo haría sobre este particular. Me suena haberlo mencionado en alguna ocasión pero bueno. Todos los medios de comunicación deberían iniciar una campaña informativa que revele la gran farsa sobre los Reyes Magos. Que aparezca en los noticiarios, en subtítulos en las películas, en la publicidad, que lo anuncien los teletubbies y los lunnis esos: niños, los Reyes Magos no existen, son los capullos de vuestros padres los que se gastan las perras a la vez que os engañan —si con estas palabras le estoy rompiendo la ilusión a alguno que se joda—. ¿Que a pesar de haber sido bueno los Reyes no te han traído nada? ¡Eso es porque tus padres son pobres, lechón! ¿Que se ríen de ti tus compañeros de colegio porque ellos sabían la verdad y tú no? Agradéceselo a los embusteros de tus padres.
Me encanta la Navidad.
Y como aguinaldo, os dejo una cancioncilla muy adecuada:
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