EFE
CIUDAD DEL CABO.- La policía de Sudáfrica ha sacrificado con explosivos una ballena franca austral varada desde el martes en una playa a las afueras de Ciudad del Cabo, en el extremo sur del país, tras fallar todos sus intentos por intentar devolverla al mar.
Muchos de los curiosos agrupados en el lugar increparon a los policías que detonaron una carga explosiva adosada a la cabeza del cetáceo, pero portavoces del Grupo de Acción Delfín, una sociedad protectora de los mamíferos marinos, justificaron la acción diciendo que fue la manera "más humana" de sacrificar al animal.
La explosión destruyó la parte superior del cráneo de la ballena, que murió al momento.
Disparos con un fusil o incluso arpones balleneros son una manera muy lenta de matar a una ballena varada en una playa y sólo prolongan su agonía, señalaron los portavoces del grupo.
Portavoces del Parque Nacional de la Montaña de la Mesa, que abarca también el área marina de la Península del Cabo, subrayaron, por su parte, que la ballena, de diez metros de largo, apenas se movía, lo que hace suponer que estaba "muy enferma o herida".
Desde el martes, personal de la Administración costera y marina de Sudáfrica, del Instituto Nacional de Rescate marino, miembros de grupos de protección medioambiental y agentes de la unidad de buzos de la policía trataron de salvar a la ballena, a la que mojaban constantemente, pero los esfuerzos para arrastrarla nuevamente al mar fueron en vano.
Pese a que los equipos de rescate consiguieron poner al cetáceo frente al agua, el animal, cuyo peso fue estimado entre 3 y 4 toneladas, no tenía fuerzas suficientes, incluso ayudado por la marea alta, puntualizaron las fuentes del Grupo de Acción Delfín.
¿No estaban por ahí los japos para no desperdiciar ni un pedacito?
