http://deportes.elpais.com/deportes/201 ... 82060.htmlDurante años, Casillas fue el mejor del mundo. Desde hace tres temporadas, sin embargo, sus actuaciones reflejan su abatimiento. Todos coinciden en el vestuario: Casillas está físicamente mejor que otros años pero ha perdido la fe. Su rendimiento no es el mismo porque duda de sus capacidades. Duda porque no se siente querido. El mandoble definitivo parece ser el desprecio que sufre periódicamente en el Bernabéu, en donde el sector más joven del público entretiene sus horas pitándole.
Asi, al azar, del mismo periodista estos dos ultimos años.
La decisión de prescindir de Casillas y alinear a Diego López en el primer partido de Liga, contra el Betis hace una semana, desató una tormenta en las tribunas y en la opinión pública. El revuelo alcanzó su máxima expresión momentos antes del descanso del amistoso contra el Al-Sadd, durante el Trofeo Santiago Bernabéu, el pasado jueves. Precisamente en el momento en que Ancelotti mandó a calentar a Diego López a la banda, provocando la reacción airada del público. El meta gallego salió a solo a calentar y aún no había concluido el primer tiempo. El resto de los suplentes no lo hizo hasta que llegó el descanso. La gente pitó a López y entonó cánticos de exaltación a Casillas en una exhibición de malestar que, de persistir, no augura nada bueno para el ciclo que se inicia.
Tal vez por eso los futbolistas creyeron que comenzaría de cero a la hora de afrontar el más simbólico de los conflictos heredados. Puesto a resolver el problema, sin embargo, ni lo dio por concluido ni fundamentó su decisión con la profundidad que merece la suplencia del hombre al que la FIFA y la UEFA califican como al mejor portero del mundo.
Es imposible examinar la trayectoria de Casillas con Carlo Ancelotti sin considerar el agitado paso de Mourinho por Chamartín y el respaldo inaudito que le brindó el presidente del club. Algún día se sabrán las causas de la decisión que llevó a Ancelotti a dejar a Casillas en el banco de suplentes, el 18 de agosto de 2013, en la primera jornada de esta Liga. De momento, ninguno de los responsables del Madrid —ni cargos institucionales ni técnicos— lo han explicado suficientemente, deber necesario cuando el sujeto de la degradación es el mejor portero de la historia del club, el capitán, y el hombre que levantó la única Copa del Mundo para España.
A los compañeros de Casillas les resultó extraño verle en la suplencia el verano pasado. Decían que el portero, por entonces considerado el mejor del mundo por la FIFA, venía de completar su pretemporada más brillante en años. Sus entrenamientos fueron formidables y todos vislumbraron en la titularidad de Diego López, buen portero, una anomalía deportiva. Porque es Iker es mucho Iker.
Casillas se ha mostrado tan firme, tanto en la Copa como en la Champions, que ha quedado en evidencia que no fue su declive lo que inspiró su marginación en la Liga. El propio Ancelotti lo ha asumido dándole la titularidad en la competición de clubes más difícil.
La competición ha señalado con hechos que Casillas fue y es mejor portero que López. El gallego ha encajado 24 goles en 23 partidos esta temporada (más de un gol por encuentro), mientras que Casillas ha recibido cinco en 14 (0,3 goles por partido).
Que Casillas levantara la Champions y la Copa en medio de esta precariedad personal habla a las claras de un portero formidable. Su error en la final de Lisboa y su pésimo Mundial en Brasil, oscurecen actuaciones notables ante el Dortmund, el Bayern y el Barcelona. Intervenciones sin las cuales no se explican los últimos trofeos madridistas.
El fútbol es tan paradójico que este verano, aunque su estado de forma es bastante peor que el año pasado, Casillas goza del apoyo —tibio— que no tuvo por parte de la directiva. Los títulos le avalan.
Editado para añadir: La jeta tamaño torre de Valdebebas de Relaño.
Hoy.
Me gusta Ancelotti, por las mismas razones por las que me gustó Del Bosque. Son las mismas razones por las que ambos personajes desagradan a ese sector del madridismo, que siempre hubo, de pulsión autoritaria y supremacista. No son mayoría, pero sí una minoría cualificada, y disfrutaron con Mourinho. La mejor manera de desacreditar a Ancelotti ante ese sector es hacer correr eso de que es blando con los jugadores, de que entrenan poco. Esa gente ama el autoritarismo y aún añora a Mourinho, sin recordar que en su última Liga tiró la toalla en octubre y quedó a 15 puntos del Barça.
Pero cuando largaron a Del Bosque, Relaño no vio problema en eso, dado que al menos habia alguien en la plantilla del Madrid que merecia mano dura.
Lo sensible de este caso es que la salida de Del Bosque, que es discutible, pero justificable, se haya visto envuelta por los sucesos tan agrios que impulsó Hierro. Lo peor no es que Del Bosque deje el Madrid, sino en qué compañía lo deja. Lo peor es que se haya prolongado tanto la patente de corso de este jugador resabiado. Lo peor es saber que si hace meses se hubiera anunciado que esta era la última temporada de Hierro, éste no se hubiera sentido fuerte para montar el domingo la que montó. Y entonces el final de Del Bosque hubiera sido mucho más sano. O no hubiera sido.
Y eso lleva a ayer, hablando de Xavi, donde no pudo abstenerse de meter la pullita.
Y nos deja también el tremendo contraste entre ese hermoso final y la pesada agonía de su amigo del alma, Casillas. ¡Ay, el Madrid, lo que fue y lo que es!
Como cuando el despidio a Hierro.