
El mundo de la electroníca, donde los nerds de instituto de los 80 después se convirtirían en los emperadores de la música más moderna.
Han Vuelto.
Es lo primero que puedo decir tras haber escuchado por tercera vez en lo que llevo de tarde-noche ésta obra.
Y digo que Han Vuelto, con mayúsculas, porque a mí, cada temporada que pasa desde que he asimilado por completo cada último dico suyo, hasta que sacan uno nuevo; se me hace eterna.
Espero no ser el único, pero éstos dos personajes nunca me han fallado.
Mis espectativas, siempre por las nubes, se han visto cumplidas canción a canción, minuto a minuto, con creces. No puedo ser imparcial, desde luego. Son uno de mis diez grupos preferidos de todos los tiempos, de entre todos los estilos musicales conocidos, y ya tenía muchas ganas de meterles mano con su último y recientísimo Push The Buttom.

aquisomoslegalesynousamoselemule://|file|The.Chemical.Brothers.-.Pu ... n.(Advance).Goldesel.To.rar|87063529|46EF3DB8BFBCA6EECE067B9C5916099D|/
(En perfecto estado. La contraseña es http://www.goldesel.6x.to )
Lo primero que te asalta nada más poner a girar el disco (o a corretear de un lado para otro los electrones dentro de las tripas de vuestro ordenador, a nosotros nos dará igual) es una canción más sacada de cualquier kasbah tunecina, que de un club de Manchester.
No sólo éso. Todo Galvanize rezuma arabismo, incluso por la personalísima voz del rapero Tip-Q, que aquí se luce lo que puede entre todos los samplers y distorsiones a las que le someten.
Pese a lo colorido y fresco que suena, no es lo mejor, ni de lejos, de todo el disco, y el que ya la haya escuchado en la radio, o visto el video por la tele, y se haya llevado una mala imagen con respecto a éste disco, que sepa que ésto no es sino la engañosa punta de un iceberg muchísimo más estimulante que lo que esta canción pueda hacer pensar en un principio.
Y llegamos a la excelsa The Boxer.
Los de Manchester de nuevo se rodean por una de las estrellas más fulgurantes del rock actual (como ya hicieron Richard Ashcroft y Noel Gallager entre varios otros), repiten con Tim Burgess, célebre líder de los The Charlatans.

Tiene cara de escaso, pero el chico es bastante bueno.
Y es que si algo tienen los Chemical, es que son amados casi más por el mundo del rock que por el de la electrónica.
Me pierdo.
En esta canción, el segundo corte, es donde consiguen crear una de esas pequeñas joyas de estilo tan personal como sólo ellos pueden hacer.
Un piano electrificado sirve de base para este estimulante ejercicio sónico sonde Burgess tiene vía libre para hacer lo que mejor sabe; cantar como se cantaba el pop en los 80.
Por supuesto, a eso hay que añadirle toda la imaginería electrónica de la que suelen hacer gala estos músicos.
En mi opinión, la más inmediata y mejor (por el momento) canción de todo el disco.
Believe. Esta vez con la voz de Kele Okereke (ni zorra), vocalista del grupo inglés Bloc Party.

Me recuerda bastante a Out Of Control, al menos en lo que a instrumentalización se refiere, aunque sin duda ésta es bastante más divertida y sugerente que la de antaño. La voz es de lo mejor, cambiando continuamente de tono, haciendo pequeñas virguerías... una gozada.
Con un comienzo tan cojonudo, no es de extrañar que alguno piense que se encuentra ante uno de los mejores discos en meses... y lo que queda.
Hold Tight London
Buena mezcla de sonidos, desde los más avanzados y modernos samplers, pasando por sencillos xilófonos de fondo, o ciertos instrumentos de percusión que le dan un original tono tribal a la canción. La voz sintetizada de Anna Lynne aporta su granito de personalidad para una composición exclusivamente apta para escuchar de noche, y a poder ser en coche, por la ciudad, y en buena compañía.

Come Inside.
O los Chemical Brothers dejándose querer por el sonido electro... hasta que la canción sobrepasa el primer minuto de duración, y todo se expande. Entonces en cuando la potencia de éstos tipos deja en bragas todo lo creado en los últimos cinco años por los más insignes gurús del sonido electroclash de mayor calidad proveniente de cualquier punto de Nueva York o capitales europeas.
No tienen rival ni aunque quieran.
Gente tan buena como Felix da Housecat o Miss Kittin, deberá seguir inclinándose ante ellos, hasta nuevo aviso -disco-, como mínimo.
The Big Jump.
De nuevo sonido y voz negra.
Canción de paso, o al menos a mí no me ha conseguido decir mucho. Escuchadla con el volumen alto, eso sí; imprescindible.
Left Right.
No me gusta, pero es la canción por la que tipos como Jay Z o Doctor Dre sudan sangre por componer. Cruda, urbana y de sonidos punteros. Pero yo he venido aquí a que me hagan bailar, y con ésta no puedo.
Close Your Eyes.
En todos los discos de los Chemical hay una canción bellísima, pop y calmada como pocas se puedan componer al año.
De éste estilo ya parieron Where Do I Begin, Dream On, The State Were In en anteriores discos.
Y ahora toca ésta Close Your Eyes, parida a medias (y se nota a millas) por la sensación pop Magic Numbers. No sé quién influencia más a quién, pero ahí está la canción en el disco de los Chemical.
Pop electrónico en estado puro, una belleza en todos los aspectos. Me temo que Makako, entre otros, miccionará durante su escucha, aunque luego no lo quiera admitir.
Otra maravilla, y van...
Shake Break Bounce.
Big Beat con clase, no como el que hace Norman Cook, que sí, será muy divertido (me lo he pasado, paso y pasaré de puta madre con éste hombre), pero como él mismo ha dicho -verídico- no deja de ser "electrónica para hooligans borrachos".
Le honra que sea tan consciente de su estilo.
Aquí se mezclan sonidos sincopados y con bastante velocidad, sí, pero con buen gusto y con un objetivo concreto, matemáticamente estudiado, y no diseñado como base para que el DJ de turno corte y empalme con otra canción cuando le salga de los huevos.
Incluso con ésto, no me hace especial gracia.
Marvo Ging.
Aquí parece que nos encontramos ante un calco del Where Do I Begin, pero pronto se nos descubre como algo completamente nuevo.
Brillante, no en el sentido intelectual, sino en el cromático, como pocas en el disco. De aspecto alegre, de estilo progresivo, y apta para todas las pistas, aunque pocos tendrán el buen gusto de pincharla.
A DJ Mongo siempre se les vendrá antes a la cabeza el "Antes muerta que sencilla". País...
Surface To Air
Y la última, como ya hicieran en el Dig Your Own Hole con la insuperable Private Phychedelic Reel, acaban el disco por todo lo alto, y dejándote con ganas de más, aunque sin coitus interruptus que valgan.
Posiblemente la mejor y más completa canción del disco, aunque por ahora The Boxer me pirra un poquito más.
Y hasta aquí mi ladrillesca y dispersa crítica.
No me hagáis mucho caso en lo anterior, todavía estoy cansado de ayer y ya no son horas...
Tan sólo puedo decir con certeza que es lo más estimulante que he escuchado en mucho tiempo. Una gozada para el oído y las meninges. Una muestra de lo que dos mentes maestras, en completa madurez, y haciendo gala de una lucidez difícil de encontrar en el mundillo de los beats, pueden hacer con el suficiente dinero y tiempo para su gestación.
Habrá quien diga que este disco en una mierda, que ya no son lo que eran, que se repiten demasiado...
Habrá quien lo diga por snobismo, habrá quien lo piense en realidad...
Mi humilde (ja) opinión es que éstos tipos hacen que a cada disco la electrónica suene más perfecta, más rica, más fusionada con todos los estilos, más original, más digna de respeto... como ya he dicho antes; más estimulante.
Éstos tipos hacen que los que se creen que la electrónica es música para pastilleros con pelo-cenicero, sean cada vez más conscientes de su error.
Push The Buttom... o como no hace mucho dijeron Aerosmith (supongo que con la misma intención): Just Push Play.
Un 9.
Y con discos como éste; larga y próspera vida a los Hermanos Químicos.
Disfrutadlo.
* Quizá mañana suba alguna canción. Pese a todo, te guste la música que te guste, bájalo. Siempre estará la Papelera de Reciclaje en el peor de los casos, pero no te puedes pasar sin escucharlo.