Diario de una relación inexistente
- jubilao
- Milinkitiano
- Mensajes: 16496
- Registrado: 10 May 2003 16:39
- Ubicación: Al otro lado del silencio
- Contactar:
Re: Diario de una relación inexistente
No, si hal phinal lo tengo que haser todo yo ziempre!
[youtube]ZtooCETTCHQ[/youtube]
[youtube]ZtooCETTCHQ[/youtube]
Re: Diario de una relación inexistente
Dunker he hecho una reflexión respecto a lo tuyo.
Creo que Heia es Aries y da unas mamadas que te cagas. Lo de las manitas me temo, no va a ser lo suyo. Pero por lo demás, bien.
Creo que Heia es Aries y da unas mamadas que te cagas. Lo de las manitas me temo, no va a ser lo suyo. Pero por lo demás, bien.
Re: Diario de una relación inexistente
OLA E BUHELTO.
He tardado un rato gordo en leerme las 40 paginas del hilo. Dunker, me halegro muncho por tí, hintullo que este fin de semana la Nalluha (Heya) probará el morcón hibérico cántabro. Le probará sin duda harguna. Eso si no lo ha probao ya. Desde aqui recibe mis hánimos, y mi hamorio por verte socihalizado, y por compartirlo en el phoro. Se puede ser asocial y social a la vez y tu eres...



He tardado un rato gordo en leerme las 40 paginas del hilo. Dunker, me halegro muncho por tí, hintullo que este fin de semana la Nalluha (Heya) probará el morcón hibérico cántabro. Le probará sin duda harguna. Eso si no lo ha probao ya. Desde aqui recibe mis hánimos, y mi hamorio por verte socihalizado, y por compartirlo en el phoro. Se puede ser asocial y social a la vez y tu eres...
Spoiler: mostrar
- Juan Manuel de Prada
- Perro infiel amiricano
- Mensajes: 35
- Registrado: 10 Nov 2008 13:38
Re: Diario de una relación inexistente
Heia es el más - oyenlo - más Bello travesti preop que circula por la red de cercanías. Y a poco que se descuide el afroamericano y su patenaire descubra su peñón de Gibraltar, será recibido con palmas y olivo entre la sección sodomita - escasa, pero muy visible - de este foro.
- Doctor Beaker
- Ulema
- Mensajes: 6210
- Registrado: 18 Oct 2005 18:56
- Ubicación: Vi luz y subí
Re: Diario de una relación inexistente
Dunker ijoputar, da señales de vida! De vida Hasocial, pero vida al fin 

- jubilao
- Milinkitiano
- Mensajes: 16496
- Registrado: 10 May 2003 16:39
- Ubicación: Al otro lado del silencio
- Contactar:
Re: Diario de una relación inexistente
De parte del Foremansinho:


Re: Diario de una relación inexistente
PrimeroDerecha escribió:una hamburguesa del Alfredos con doble de queso y bacon, una de bravas y rios de cerveza fría.
¡Qué hambre!
Re: Diario de una relación inexistente
Hola putas.
Han sido demasiadas cosas, seré telegráfico. O lo intentaré.
Y no voy a repasar la ortografía, creo que lo escribiré bien. O lo intentaré.
Día 16.
Me viene a buscar. Beso en los labios de bienvenida. Hoy la lío gorda: trae unos leggins negros. Primera erección de la tarde-noche.
Vamos directamente al bar que comenté. Llegamos a las 23 horas, el local está prácticamente vacío. “¿Qué tomas?”. Una birra, en botella. Pido una cerveza y un Jack Daniels con hielo. Estamos aco(mo)dados en un rincón de la barra, sentados en unos taburetes altos, muy cerca uno de otro. Hablamos, suena buena música y lo estamos pasando bien. Suena The Last Time; me tiro el moco de que conozco alguno de WAS. No están mal, pero que hayan ganado el premio MTV al mejor grupo español no sé si les beneficia o perjudica. No estoy para análisis sociológico-musicales, así que, cuando saca el tabaco, cambio de tercio y le pido uno. Heia solo fuma cuando sale, me dice. Pasa con muy buena nota la prueba del cigarrillo. Mejor dicho: no me quita ojo en ningún momento y roza lo pornográfico cuando bebe a morro la cerveza.
Me siento bastante animado, siempre me ocurre con un Jack Daniels en la mano, aunque suelo beber bastante aprisa. Me psicoanalizo un momento y concluyo que puede ser porque el vaso de tubo es un sustituto de mi pito (¡cómo no!) y me gusta tenerlo en la mano mientras está frío, y así no pensar en secso a todas horas. Parece claro que se trata de un mecanismo de autodefensa. Qué fácil es el psicoanálisis. Ya estoy bastante borracho.
Vuelvo en mí y está sonando Swastika eyes. Muy apropiado: Heia está besando la boca de la botella, mirándome fijamente a los ojos. Pocas cosas hay más sensuales, pero se supera cuando me dice la palabra más bonita que se le puede regalar a un hombre: Vamos. Su invitación lleva implícito al baño.
No es muy tarde (habremos estado una hora en el bar), pero los baños ya huelen a perros muertos. No me vengo abajo; entramos en tromba en uno de ellos, creo que en el de hombres. Es diminuto. Intento encontrar un buen frente de ataque a la vez que Heia me rodea la cintura con una de sus piernas. Considero una buena opción meter un pie dentro de la taza, ya que al calzar un 47 puedo hacer puente y no meter el zapato en ese agua pestilente. Pero a los diez segundos, se me sube el gemelo y gimo de dolor; Heia me bieninterpreta y susurra Oh sí.. Yo también estoy cachondísima. Comienza la segunda batalla personal: quitar los leggins. De por sí es una maniobra muy complicada, pero con una mano ajena en tu bragueta y una lengua curiosa en la boca es casi imposible. A tientas, creo que he enganchado el borde superior del pantalón de plástico y comienzo a tirar hacia abajo. Heia grita. Arf, joder cómo me pone que me arañes el culo. No era el pantalón. Utilizo las dos manos para acabar de bajar los leggins y pierdo el equilibrio. Tan enganchados como estamos, rodamos sobre nuestro propio eje hasta que nos damos una buena hostia contra la puerta. "Mejor vamos al coche". Mi gemelo vuelve a la vida.
Salimos del baño sofocados, nos sorprende descubrir que parece que hay un conato de tángana en la puerta del bar. No parecen muy por la labor de dejarnos pasar. Me disfrazo moralmente de Gandhi. Es curioso el afán pacificador que envuelve a un hombre con serias expectativas de follar en unos minutos: Tal vez su (en este caso, mi) posición de superioridad intelectual le incita al diálogo entre las partes, un canto al no pegarsen, un sí al hamor y no a la guerra. No obstante, parece que no tengo mucho éxito cuando comienzan a volar vasos y botellas a mi alrededor. Un trozo de cristal alcanza a Heia, en la mejilla. Comienza a sangrar y se queja de dolor.
La paz interior y buen rollo que destilaba hace unos segundos, cambian cuando las expectativas de follar son pospuestas indefinidamente: comienzo a gritar "¡Me cago en mi puta madre. Os voy a matar a todos!!!".
Con el paso de las horas rememoro esos instantes, intentando reconstruir la escena. Creo que me transformé en una especie de molino con aspas mortales, en una cosechadora sin freno, en una máquina de dar hostias y hacer volar a subnormales.
Todo debió durar cuestión de segundos, tras los cuales había dejado a tres tíos azotados en el suelo y camino libre hacia la puerta. Tomé a Heia de la mano y fuimos al hospital, porque el tajo tenía mala pinta.
Llegamos rápidamente a Urgencias y nos toma los datos un enfermero. Heia dice que se ha caído; por el camino me ha dicho que mejor no meternos en rollos dando parte del incidente. El enfermero mira mis nudillos descarnados y yo también digo que me he caído, pero que estoy bien.
- … Sí... te has caído con los puños encima de alguien - murmura el enfermero-.
No se complica el tema, porque el corte de la mejilla es limpio y no parece relacionado con mis lesiones. Por un momento pensé que llamaban a asuntos sociales.
Cinco puntos en la cara. Salimos de la sala de curas y Heia me da las gracias y me dice Me pongo cachonda cada vez que pienso que te has pegado con tres tipos porque me han tirado un vaso a la cara.... "No, si yo en realidad no...". Calla. Vamos al baño. “¡Ahora mismo!”.
Los baños de Urgencias están desiertos, limpios y, por decreto, tienen que tener un espacio habilitado para minusválidos (físicos). Evidentemente, tomamos al asalto uno de estos habitáculos, impolutos, espaciosos, versátiles: Las barras acopladas a la pared resultan ser utilísimas para los Actos Hamatorios.
No quiero aburrir (ni dar envidia) con detalles. Solo os diré que mientras estoy consagrándome para la Eternidad, guardo un recuerdo para todos vosotros, hamigos. Pienso en los buenos consejos de Criadillas, en el saber arcano de jubilao, en los celos de Fritanga, en las palabras de aliento de Yongasu, en la suerte que me ha dado Daion, en las tetas de Straika, en el culo de Shiz, en los patines de Blanquita… Uy, que me voy. Para evitar el punto de no retorno pienso en un (cualquier) post de Nicotin y vuelvo a empezar, más sosegado. También me acuerdo de Samuradi, al final va a resultar que tenía razón en que todas las relaciones han de tener accidentes, borrachos, sangre y secso.
Sigo con ese proceso mental (a la par del físico-secsual) hasta que Heia grita como una loca y maldice en idiomas desconocidos para mí, como una endemoniada. Estoy un poco confuso y pregunto si está bien. Me responde con un sonoro beso en la mejilla y me dice te lo has ganado.
Me pitan los oídos y me tiemblan las rodillas. Nos desacoplamos y veo un rastro rojo en el preservativo. "Es sangre… ¿eras virgen?", digo con un hilo de esperanza. Heia se descojona de risa. Joder, que se me saltan los puntos. Tú sí que eras más virgen que Espinete: la sangre esta dentro del condón, te has roto el frenillo, tontolaba. Al percatarme me mareo y casi me caigo al suelo. Heia me ayuda a quitarme el condón, ya con una flaccidez galopante. Lo que veo es similar a cuando en un calcetín con la goma dada de si se te ha reventado una ampolla. Tal vez deberían mirartelo, me guiña el ojo, no quiero que haya daños irreversibles.. . Joder, ¡¡¡ni yo!!!.
El mismo enfermero:
- Ahora también te has caído, ¿no?
"Ehem, sí, claro, claro".
- ... Pero dentro de ella -es un humorista frustrado-.
Me desinfecta la punta del pito y me dice que esté un par de días "sin caerme". Siempre tiene que decir la última palabra.
Entre una cosa y otra nos han dado las 5. Heia me lleva a casa y queda en llamarme al día siguiente, aunque es probable que no podamos quedar hasta el lunes.
Esta mañana he tenido que ir al médico. Me escocía el pito. Me han vuelto a curar, parece que hay que ducharse todos los días para evitar infecciones. Me da igual, ya se me puede caer a cachos: ha cumplido todas las funciones para las que fue diseñado.
Han sido demasiadas cosas, seré telegráfico. O lo intentaré.
Y no voy a repasar la ortografía, creo que lo escribiré bien. O lo intentaré.
Día 16.
Me viene a buscar. Beso en los labios de bienvenida. Hoy la lío gorda: trae unos leggins negros. Primera erección de la tarde-noche.
Vamos directamente al bar que comenté. Llegamos a las 23 horas, el local está prácticamente vacío. “¿Qué tomas?”. Una birra, en botella. Pido una cerveza y un Jack Daniels con hielo. Estamos aco(mo)dados en un rincón de la barra, sentados en unos taburetes altos, muy cerca uno de otro. Hablamos, suena buena música y lo estamos pasando bien. Suena The Last Time; me tiro el moco de que conozco alguno de WAS. No están mal, pero que hayan ganado el premio MTV al mejor grupo español no sé si les beneficia o perjudica. No estoy para análisis sociológico-musicales, así que, cuando saca el tabaco, cambio de tercio y le pido uno. Heia solo fuma cuando sale, me dice. Pasa con muy buena nota la prueba del cigarrillo. Mejor dicho: no me quita ojo en ningún momento y roza lo pornográfico cuando bebe a morro la cerveza.
Me siento bastante animado, siempre me ocurre con un Jack Daniels en la mano, aunque suelo beber bastante aprisa. Me psicoanalizo un momento y concluyo que puede ser porque el vaso de tubo es un sustituto de mi pito (¡cómo no!) y me gusta tenerlo en la mano mientras está frío, y así no pensar en secso a todas horas. Parece claro que se trata de un mecanismo de autodefensa. Qué fácil es el psicoanálisis. Ya estoy bastante borracho.
Vuelvo en mí y está sonando Swastika eyes. Muy apropiado: Heia está besando la boca de la botella, mirándome fijamente a los ojos. Pocas cosas hay más sensuales, pero se supera cuando me dice la palabra más bonita que se le puede regalar a un hombre: Vamos. Su invitación lleva implícito al baño.
No es muy tarde (habremos estado una hora en el bar), pero los baños ya huelen a perros muertos. No me vengo abajo; entramos en tromba en uno de ellos, creo que en el de hombres. Es diminuto. Intento encontrar un buen frente de ataque a la vez que Heia me rodea la cintura con una de sus piernas. Considero una buena opción meter un pie dentro de la taza, ya que al calzar un 47 puedo hacer puente y no meter el zapato en ese agua pestilente. Pero a los diez segundos, se me sube el gemelo y gimo de dolor; Heia me bieninterpreta y susurra Oh sí.. Yo también estoy cachondísima. Comienza la segunda batalla personal: quitar los leggins. De por sí es una maniobra muy complicada, pero con una mano ajena en tu bragueta y una lengua curiosa en la boca es casi imposible. A tientas, creo que he enganchado el borde superior del pantalón de plástico y comienzo a tirar hacia abajo. Heia grita. Arf, joder cómo me pone que me arañes el culo. No era el pantalón. Utilizo las dos manos para acabar de bajar los leggins y pierdo el equilibrio. Tan enganchados como estamos, rodamos sobre nuestro propio eje hasta que nos damos una buena hostia contra la puerta. "Mejor vamos al coche". Mi gemelo vuelve a la vida.
Salimos del baño sofocados, nos sorprende descubrir que parece que hay un conato de tángana en la puerta del bar. No parecen muy por la labor de dejarnos pasar. Me disfrazo moralmente de Gandhi. Es curioso el afán pacificador que envuelve a un hombre con serias expectativas de follar en unos minutos: Tal vez su (en este caso, mi) posición de superioridad intelectual le incita al diálogo entre las partes, un canto al no pegarsen, un sí al hamor y no a la guerra. No obstante, parece que no tengo mucho éxito cuando comienzan a volar vasos y botellas a mi alrededor. Un trozo de cristal alcanza a Heia, en la mejilla. Comienza a sangrar y se queja de dolor.
La paz interior y buen rollo que destilaba hace unos segundos, cambian cuando las expectativas de follar son pospuestas indefinidamente: comienzo a gritar "¡Me cago en mi puta madre. Os voy a matar a todos!!!".
Con el paso de las horas rememoro esos instantes, intentando reconstruir la escena. Creo que me transformé en una especie de molino con aspas mortales, en una cosechadora sin freno, en una máquina de dar hostias y hacer volar a subnormales.
Todo debió durar cuestión de segundos, tras los cuales había dejado a tres tíos azotados en el suelo y camino libre hacia la puerta. Tomé a Heia de la mano y fuimos al hospital, porque el tajo tenía mala pinta.
Llegamos rápidamente a Urgencias y nos toma los datos un enfermero. Heia dice que se ha caído; por el camino me ha dicho que mejor no meternos en rollos dando parte del incidente. El enfermero mira mis nudillos descarnados y yo también digo que me he caído, pero que estoy bien.
- … Sí... te has caído con los puños encima de alguien - murmura el enfermero-.
No se complica el tema, porque el corte de la mejilla es limpio y no parece relacionado con mis lesiones. Por un momento pensé que llamaban a asuntos sociales.
Cinco puntos en la cara. Salimos de la sala de curas y Heia me da las gracias y me dice Me pongo cachonda cada vez que pienso que te has pegado con tres tipos porque me han tirado un vaso a la cara.... "No, si yo en realidad no...". Calla. Vamos al baño. “¡Ahora mismo!”.
Los baños de Urgencias están desiertos, limpios y, por decreto, tienen que tener un espacio habilitado para minusválidos (físicos). Evidentemente, tomamos al asalto uno de estos habitáculos, impolutos, espaciosos, versátiles: Las barras acopladas a la pared resultan ser utilísimas para los Actos Hamatorios.
Spoiler: mostrar
No quiero aburrir (ni dar envidia) con detalles. Solo os diré que mientras estoy consagrándome para la Eternidad, guardo un recuerdo para todos vosotros, hamigos. Pienso en los buenos consejos de Criadillas, en el saber arcano de jubilao, en los celos de Fritanga, en las palabras de aliento de Yongasu, en la suerte que me ha dado Daion, en las tetas de Straika, en el culo de Shiz, en los patines de Blanquita… Uy, que me voy. Para evitar el punto de no retorno pienso en un (cualquier) post de Nicotin y vuelvo a empezar, más sosegado. También me acuerdo de Samuradi, al final va a resultar que tenía razón en que todas las relaciones han de tener accidentes, borrachos, sangre y secso.
Sigo con ese proceso mental (a la par del físico-secsual) hasta que Heia grita como una loca y maldice en idiomas desconocidos para mí, como una endemoniada. Estoy un poco confuso y pregunto si está bien. Me responde con un sonoro beso en la mejilla y me dice te lo has ganado.
Me pitan los oídos y me tiemblan las rodillas. Nos desacoplamos y veo un rastro rojo en el preservativo. "Es sangre… ¿eras virgen?", digo con un hilo de esperanza. Heia se descojona de risa. Joder, que se me saltan los puntos. Tú sí que eras más virgen que Espinete: la sangre esta dentro del condón, te has roto el frenillo, tontolaba. Al percatarme me mareo y casi me caigo al suelo. Heia me ayuda a quitarme el condón, ya con una flaccidez galopante. Lo que veo es similar a cuando en un calcetín con la goma dada de si se te ha reventado una ampolla. Tal vez deberían mirartelo, me guiña el ojo, no quiero que haya daños irreversibles.. . Joder, ¡¡¡ni yo!!!.
El mismo enfermero:
- Ahora también te has caído, ¿no?
"Ehem, sí, claro, claro".
- ... Pero dentro de ella -es un humorista frustrado-.
Me desinfecta la punta del pito y me dice que esté un par de días "sin caerme". Siempre tiene que decir la última palabra.
Entre una cosa y otra nos han dado las 5. Heia me lleva a casa y queda en llamarme al día siguiente, aunque es probable que no podamos quedar hasta el lunes.
Esta mañana he tenido que ir al médico. Me escocía el pito. Me han vuelto a curar, parece que hay que ducharse todos los días para evitar infecciones. Me da igual, ya se me puede caer a cachos: ha cumplido todas las funciones para las que fue diseñado.
- Criadillas
- Palomitero mórbido
- Mensajes: 18071
- Registrado: 01 Ago 2003 19:38
- Ubicación: En la calle del pepino.
Re: Diario de una relación inexistente
Joder, no tengo palabras.
Eres un puto adelantado.
Eres como David Bowie en la peli del marciano en la que su raza lo enviaba como el mejor embajador hacia otro planeta muy lejano.
Eres como nuestra Kim Basinger en Mi novia es un extraterrestre.
Tío, eres el hente de hamor enviado por el PH para darle de lo suyo a mujeras reales y contarnoslo a los que tan sólo soñamos con imaginar hacer lo que tu.
Soy un gordo emocionado.
PD:¡Ahora se más rápido que ella y búscate una mala escusa para no verla esta semana ni el finde que viene! Será duro pero la tendrás en la palma de tu mano danzando para dentro de unos días de maceración.
Eres un puto adelantado.
Eres como David Bowie en la peli del marciano en la que su raza lo enviaba como el mejor embajador hacia otro planeta muy lejano.
Eres como nuestra Kim Basinger en Mi novia es un extraterrestre.
Tío, eres el hente de hamor enviado por el PH para darle de lo suyo a mujeras reales y contarnoslo a los que tan sólo soñamos con imaginar hacer lo que tu.
Soy un gordo emocionado.
PD:¡Ahora se más rápido que ella y búscate una mala escusa para no verla esta semana ni el finde que viene! Será duro pero la tendrás en la palma de tu mano danzando para dentro de unos días de maceración.