A la salida del Camp Nou, en la tórrida noche del Gamper, paseando por la Travessera de les Corts, cuatro chicas suecas exhibían su belleza apenas matizada (mejor: ¡realzada!) por una minúscula camiseta sin mangas de color amarillo y con el 9 nuevo dibujado en la espalda. Llevaban en las mejillas, pintada, la bandera sueca, y lucían, cada una, un par de trenzas tipo Pippi Langstrumpf que, a medida que caminaban, se balanceaban graciosa y cadenciosamente. Como tantos otros turistas acudieron al Estadi para ver el espectáculo del Barça triunfante y, ellas en concreto, la eclosión de su ídolo nacional. Se iban sonrientes, pero con un cierto gusto a poco. Fue como si en una fiesta de cumpleaños el padre se hubiera olvidado de encargar el pastel. Estuvimos todos muy contentos, pero faltó el momento mágico de soplar las velas, de expresar colectivamente el secreto deseo de volver a abrocharnos de nuevo los cinturones.
A la salida del Camp Nou, en la tórrida noche del Gamper, paseando por la Travessera de les Corts, cuatro chicas suecas exhibían su belleza apenas matizada (mejor: ¡realzada!) por una minúscula camiseta sin mangas de color amarillo y con el 9 nuevo dibujado en la espalda. Llevaban en las mejillas, pintada, la bandera sueca, y lucían, cada una, un par de tetas trenzas tipo Pippi Langstrumpf que, a medida que caminaban, se balanceaban graciosa y cadenciosamente. Como tantos otros turistas acudieron al Estadi para ver el espectáculo del Barça triunfante y, ellas en concreto, la eclosión de su ídolo nacional. Se iban sonrientes, pero con un cierto gusto a poco. Fue como si en una fiesta de cumpleaños el padre se hubiera olvidado de encargar el pastel. Estuvimos todos muy contentos, pero faltó el momento mágico de soplar las velas, de expresar colectivamente el secreto deseo de volver a abrocharnos de nuevo los cinturones tras la interacción con las suecas.
Todos los madridistas hemos sufrido en algún momento la típica frase o acusación; "sois el equipo del gobierno", o los más radicales; "sois el equipo del régimen".
Esta acusación, de caracter malevolo y de facil salida en una discursión, ha sido una losa para todos aquellos que alguna vez hemos intentado hablar de nuestro equipo con aficionados de otros equipos. Como encontrar razones de peso para devaluar todos los trofeos que tiene nuestro equipo es tarea difícil, se termina diciendo "SOIS EL EQUIPO DEL GOBIERNO".
Como dice el refrán, "A todo cerdo le llega su Sanmartín", y años después hemos visto perplejos como en el Congreso de los Diputados se creaba la primera Peña de un Club de Futbol. Casualemente ese club no era el Real Madrid, sino el FC Barcelona. Hemos visto como el Presidente del Gobierno "de lo que queda de España", dice claramente cuales son sus gustos futbolisticos (...)
Lo de ni siquiera mentar la Supercopa de ESPAÑA en el diario deportivo de más tirada nacional es algo que hunde al Marca dentro del periodismo panfletero más infame de este país.
Y lo de la Natalia esta, en una esquinilla que a penas se percibe. Eso sí, sabemos que Cristiano ha cagado blando.