Shiz escribió:Incluso puede que le prometiera la victoria a su abuela agonizante. Qué sabe nadie. Pero con el párrafo que cito ya tiene material de sobra para no poder soportar la emoción, porque el hombre no pudo. No sé, es como si estuviese sangrando por una caída durante el juego y se lo reprocharan por pretender llamar la atención. Sin embargo yo lo entendí como el reconocimiento público más sincero de inferioridad ante Nadal -lloré con él, sí, qué pasa-.
Lo mejor es que tomes las cosas como son y las cosas son así: sí, Federer no pudo reprimirse, nadie le puede culpar por ello. Pero eso de que fue un "reconocimiento sincero de inferioridad ante Nadal" es bastante discutible. Cuando Nadal era un chavalito de 18/19 años que estaba empezando a asombrar a mucha gente, Federer no sólo fue parco en elogios sino que vino a decir que el juego de Nadal era simple y ramplón; que sí, que el chico era prometedor en tierra, pero que su estilo de juego era (en palabras del suizo) "unidimensional". Eso lo dijo del chaval que le ha ganado en todas las superficies posibles (excepto, si no me equivoco, en indoor).
Incluso a principios del año pasado, cuando Nadal con 21 tacos ya llevaba tres Roland Garros a sus espaldas, Federer aún se dio el lujo de decir que estaba descubriendo el modo de poder vencer a Nadal en tierra. Unos meses después, sobre la arcilla de París, Nadal le pega la mayor paliza vista en una final masculina del grand slam durante la era Open.
Ahora, un año después de haber dicho aquello, las cosas están así: Federer ha perdido los cinco últimos partidos entre ambos, y el total de enfrentamientos está 13-6 a favor de Nadal: nadie tiene un balance tan favorable con Federer como el mallorquín.
Me parece muy bien que FedEx no pudiera contenerse y el "God, it's killling me!" fue lo bastante expresivo por sí mismo, pero no hay un ápice de humildad en Roger ni siquiera con el único jugador del mundo que le tiene dominado y se está mostrando netamente superior a él. El domingo, hubiese debido volcarse más en felicitar y elogiar a Nadal. Era lo lógico y lo caballeroso en ese momento; ¿no pudo hacerlo? Ok, nadie le culpa, pero tampoco vamos a negar que muchos jugadores (y para el caso, jugadoras) sí han podido antes que él. Deberías haber visto la cara de Ana Ivanovic cuando con 19 añitos perdió su primera final de GS en París: se aguantaba a duras penas los pucheros, pero aun así pudo dar un discurso lógico y elegante.
No quiero cargar las tintas con Fed porque a todos nos tocó un poco la fibra verle así, pero tampoco voy a olvidar que al lado estaba un Rafael Nadal que, una vez sí y otra también, ha estado dando continuas muestras de caballerosidad, deportividad y elegancia incluso cuando se ha tenido que tragar durísimas derrotas, como la final de Wimbledon 2007 en la que jugó como Dios y aun así no pudo con el suizo.
Nenaza.
Si Sampras es una nenaza por ser capaz de meter saques ganadores mientras llora por su entrenador enfermo de cáncer cerebral... imagina lo que algunos podrían decir de Federer ahora mismo.