Jack_Durden escribió:Pues no me vale esa explicación, un matrimonio si es anulable no es valido. Y cuando digo que es anulable, quiero decir que se han cumplidos las condiciones para su anulación.
En nuestro sistema, por larga influencia de la doctrina francesa, se distingue entre actos anulables y actos nulos. Los primeros tienen cierta apariencia de de derecho y sólo puede instarse su nulidad por parte interesada, alegando lo que convenga. Los segundos son plenamente nulos, es decir, carecen de toda fachada de legalidad, por lo que repugnan al ordenamiento y resultan susceptibles de ser impugnados de oficio con efectos retroactivos.
De modo que un matrimonio donde uno de los cónyuges fuera impotente o estéril (conceptos prácticamente simétricos a la hora de engendrar) sería anulable si se objeta error en la persona, lo cual implicaría vicio en el consentimiento e invalidez radical de su constitución, salvo en los extremos en que perjudicase a la parte inocente, que procedió engañada y de buena fe. Es decir, cae si y sólo si se rompe su apariencia de buen derecho, que se presume "iuris tantum" para este caso excepcional, en la medida en que es curable, y se niega "iuris et de iure" -sin posibilidad de prueba en contrario- en aquellos donde dicha apariencia de viabilidad no se dé. Por ejemplo, por ser los contrayentes del mismo sexo o menores de edad para obligarse.