Dolordebarriga escribió:Yo los acojono tanto que ni se atreve na saltar a la cancha. El día uqe tú consigas algo así hablamos.
Ya lo conseguí. Contra un judío. Lo recuerdo como si fuera ayer. Recuerdo su mirada de autosuficiencia desde el banquillo, con una sonrisa socarrona del que sabe que no perderá la vida en una cancha de baloncesto.
Ese día logré 24 puntos y 20 asistencias.
Fue el día más triste de mi vida.
Así que a otro perro con ese hueso. Estremécete cuando te mires las manos y no veas garras si no una manicura de 100 €. Acojónate cuando te hagas las cejas. Cuando te mires al espejo, abras la boca y en lugar de ver el abismo veas una dentadura perfecta, sabrás que te has vuelto un maricón más.
Mientras, yo estaré decapitando pit bulls a bocaos.