
Creo recordar que ya puse mi reseña aquí del primero. Lo que recuerdo es que me dejó un sabor de boca agridulce. La idea estaba guay, juntar en un mismo juego la esencia de los Soulslike con los Metroidvania. Quicir, zonas de enemigos a los que matar, con unos puntos de salvado donde canjear la experiencia acumulada por habilidades, de forma que al descansar en esos puntos de salvado reaparecen otra vez todos los enemigos.
Además, le metía el componente de Metroidvania, por el que había zonas inaccesibles al principio y que requerían desbloquear habilidades posteriores para poder acceder.
El problema que le recuerdo al primero era, para empezar, un control mejorable. No sentía que controlara del todo al personaje en las peleítas. Y por el otro, un backtracking soporífero. Los niveles eran zonas lineales en las que, al llegar al final tenías que volver sobre tus pasos hasta el principio, con enemigos repetidos y todo.
Pues bien, este segundo es, en esencia, lo mismo. Un SoulsLike/Metroidvania, pero en esta ocasión los niveles son mapas grandes abiertos donde poder moverte a tu antojo, y con la posibilidad de teletransportarte entre los puntos de descanso.
Así que el problema del backtracking está solucionado, y el control ha mejorado una barbaridad. Cuando desbloqueas todos los poderes y habilidades para saltar, engancharte, etc... de verdad que te sientes como un Jedi. Es espectacular.
Por comentar algunos puntos flojos... el primero es el de la dificultad absurda en un par de bosses al final. Me he pasado todo el juego sin despeinarme apenas, pero en dos peleas en concreto tuve que bajar la dificultad al mínimo para no frustrarme demasiado. Si eres capaz de pasarte todo el juego en un nivel de dificultad y de repente un enemigo te supone un salto de dificultad tan elevado que no puedes con él, es evidente que hay un fallo gordo en el diseño de esa pelea.
Y por otro, el típico problema de los mundos abiertos. Hay muchas misiones secundarias (que no he hecho ni una), y muchas zonas secretas que explorar, pero que a cambio te dan... mejoras estéticas como un color especial para el robot, o una empuñadura molona para el sable láser. A ver, mamones, que no me voy a tirar tres horas para encontrar un rincón secreto para que simplemente le pueda poner al láser el color lavanda... no jodas.
Pero vamos, que por lo demás, es un juegazo. Buenos gráficos, buen diseño artístico, divertido, buen control, historia interesante, y unas 20/25 horas para hacerte lo principal pasando de la morralla, que tiene y mucha.
Si el primero me pareció un 7, este me parece un 8,5.