Hustle es efectivamente una peli muy olvidable pero las escenas de baloncesto dan el pego, que es algo que parece fácil pero por algún motivo es muy elusivo. Juancho está bien pero mi favorito en esa peli es Ant, abrazando ese rol de antagonista cuando aún no era nadie en la liga. Imposible imaginar a Jordan o LeBron queriendo ser el villano. Además que borda el papel el cabrón. Ant me parece una persona despreciable a muchos niveles pero como actor está bien.
Vengo a hablar del all-star. Han implementado una medida según la cual tiene que haber 16 jugadores estadounidenses y 8 jugadores extranjeros. Si por lo que sea hay más jugadores extranjeros seleccionados, entonces el comisionado Adam Silver actúa de oficio diciendo que NO, nada de más de 8 extranjeros, veta el voto y fuerza que haya un yanki en su lugar. Me recuerda muchísimo a los tiempos en los que no dejaban jugar a los negros porque se comían a los blancos. Los yankis se ven amenazados por la invasión de talento extranjero y tienen que proteger a sus estrellitas de algún modo. Es entre patético e imperdonable, algo que no esperaba en absoluto y, sinceramente, duele como aficionado.
Ahora mismo, los 5 mejores jugadores del mundo no son de los EEUU. No lo digo yo, lo dice The Ringer, un medio yanki, muy popular y no precisamente euófilo:
los 100 mejores jugadores del mundo.
Expandiendo esto, hay varios jugadores EEUU que no juegan los suficientes partidos como para ir al All star: Davis y Kawhi seguro que no, pero es posible que tampoco LeBron y Jalen Williams terminen jugando muchos partidos esta temporada. Sabéis quién sí juega? Sengun, Markkanen, Siakam, Murray, Wagner, Sabonis, Giddey, Avdija... todos foráneos y en el top 30 de la liga.
Es sin duda una medida que va a envejecer muy mal y se verá como lo que es: proteger a los jugadores patrios ante la avalancha de talento extranjero. Antes que cambiar el modo en el que enseñan baloncesto, que es lo que deberían hacer, van a cambiar las normas con las que proyectan el talento al mundo.
A fin de cuentas, es el All star weekend, una pantomima que a nadie le importa ya, pero sí que me pareció curioso ver a la NBA volver a medidas de tiempos pretéritos y que parecían felizmente olvidados, para proteger lo que estiman como el "producto superior".
Venga.