Nos vamos a cansar de agua
Publicado: 18 Oct 2004 19:23
Bueno. Hoy a las 15:58, sin saberlo, iba a ser testigo de una de las mayores cumbres televisivas de estos albores de milenio.
Enfundado en impecable traje azul, camisa blanca de cuello italiano y apretada corbata azul a juego con motivos dorados; asumiendo la gravedad gestual del que se ve obligado a desvelar una novedad desagradable, tras dos segundos de pausa dramática Jose Antonio Maldonado, severa inflexión en voz, comenzaría lo que serían casi tres minutos mágicos de previo al parte meteorológico:
“Sé que podrá sonar un poco exagerado a oídos de algunos….”
Recio, a la defensiva. Un escalofrío me recorrió la espalda. Supe al instante que iba a ser testigo de algo grande. Lamento no poder recordar exactamente el resto de retahíla inicial, no tenía desperdicio. Proseguiría increscendo:
“…es algo inhabitual el los últimos tiempos…” “…algunos se quejaban de falta de agua...”
Para alcanzar el clímax con el primer minuto pasado abundantemente:
“Nos vamos a cansar de agua”
Nos vamos a cansar de agua, nos vamos a cansar de agua… resuena todavía en mis tímpanos. Lo demás es irrelevante.
Algo de redondeo para resolver el previo elegantemente y nada, resto de coreografía hipnótica habitual: cadencia natural en los desplazamientos, paso de bolígrafo de mano derecha a izquierda y viceversa, conjunción de manos en bolígrafo, barrido horizontal con mano izquierda, etc. Todo ello sin movimientos bruscos, arrastrar la lengua más de lo general ni otros síntomas etílicos externamente perceptibles. Importante detalle. En mi opinión.
En fin, que ha llegado el momento de rendir cuentas, enterrar viejas rencillas adolescentes y declarar sincero reconocimiento al artista.
No será, tal vez, buena persona y como meteorólogo suscitará dudas acerca de su fiabilidad. Pero como performacista, no tiene precio. Pienso. Para ser del todo justos, a día de hoy fue objeto de mi admiración. Incluso.
Y bien que me jode.
Enfundado en impecable traje azul, camisa blanca de cuello italiano y apretada corbata azul a juego con motivos dorados; asumiendo la gravedad gestual del que se ve obligado a desvelar una novedad desagradable, tras dos segundos de pausa dramática Jose Antonio Maldonado, severa inflexión en voz, comenzaría lo que serían casi tres minutos mágicos de previo al parte meteorológico:
“Sé que podrá sonar un poco exagerado a oídos de algunos….”
Recio, a la defensiva. Un escalofrío me recorrió la espalda. Supe al instante que iba a ser testigo de algo grande. Lamento no poder recordar exactamente el resto de retahíla inicial, no tenía desperdicio. Proseguiría increscendo:
“…es algo inhabitual el los últimos tiempos…” “…algunos se quejaban de falta de agua...”
Para alcanzar el clímax con el primer minuto pasado abundantemente:
“Nos vamos a cansar de agua”
Nos vamos a cansar de agua, nos vamos a cansar de agua… resuena todavía en mis tímpanos. Lo demás es irrelevante.
Algo de redondeo para resolver el previo elegantemente y nada, resto de coreografía hipnótica habitual: cadencia natural en los desplazamientos, paso de bolígrafo de mano derecha a izquierda y viceversa, conjunción de manos en bolígrafo, barrido horizontal con mano izquierda, etc. Todo ello sin movimientos bruscos, arrastrar la lengua más de lo general ni otros síntomas etílicos externamente perceptibles. Importante detalle. En mi opinión.
En fin, que ha llegado el momento de rendir cuentas, enterrar viejas rencillas adolescentes y declarar sincero reconocimiento al artista.
No será, tal vez, buena persona y como meteorólogo suscitará dudas acerca de su fiabilidad. Pero como performacista, no tiene precio. Pienso. Para ser del todo justos, a día de hoy fue objeto de mi admiración. Incluso.
Y bien que me jode.