La ventaja de la taja

[poshol na]

Yo otro día os contaré de cuando un pedófilo estuvo a punto de tocarmen.

quién dice que tú tengas que comerte la fresa

Si tenemos más o menos la misma edad, ¿se considera pedofilia?

[mayhem]

No, en tal caso se le llama jugar a los doctores y es legal según está estipulado en la Santa Constitución.

[poshol na]

Vale, pues que conste en acta que Blanquita no se ha negado a que le coma la fresa, sólo ha preguntado por qué se la tengo que comer a la vez que ella me come el gusanito.

[Blanquita]

Vale, pues que conste en acta que Blanquita no se ha negado a que le coma la fresa, sólo ha preguntado por qué se la tengo que comer a la vez que ella me come el gusanito.

Yo sólo quería que alguien me respondiera a qué sabor se supone que responden las chuches verdes. Pero, visto así, prefiero comerme el gusanito que la fresa.

[poshol na]

Bueno pero, a todo esto ¿me dejas fornicar en tu portal estas Santes?

Si quieres, puedes mirar por la mirilla.

[Blanquita]

Bueno pero, a todo esto ¿me dejas fornicar en tu portal estas Santes?

Si quieres, puedes mirar por la mirilla.

Vale, pero os disfrazáis como si fueráis a jugar a los doctores, sino no.

[mayhem]

Iros a un hotel.

[poshol na]

Llevaré chuches.
Si quieres, Mayhem, puedes traer palomitas y animar desde el rellano del piso superior.

[lluisot]

Yo trabajo solito de noche haciendo suplencias en un hostal en mitad de una de las peores zonas de mi ciudad. No hay tiempo para aburrirse, hamigos. Noche sí, noche también, entran yonkis y borrachos hermosotes que andan buscando las cervezas que guardamos en la nevera al grito de: "cobro mañana, te juro por mi padre que en paz descanse que mañana te lo pago".

En el tiempo que llevo aquí si algo he aprendido es que si te arrugas la has cagado pero bien, porque se crecen. El peor de toda esta tribu de parias es un tipo que parece sacado de Hellraiser, lleno de cicatrices y con unos brazos que dan cagarrinicas sólo con verlos. En mi primer encuentro con él, el tío me dijo algo parecido a que o le daba una cerveza o me partía la putacabesa por cuatro partes, y por puro cruce de cables se me giró la cabeza y le dije que quién coño pensaba que era para ir a amenazarme a mi curro echo polvo como iba.

Me arrepentí en cuanto terminé de decirlo, pero el punto chulo debió enternecerle o algo, porque enseguida cambió el chip y comenzó a soltarme un rollazo infumable sobre lo mala que era la vida con él, que le acababa de pegar dos puñaladas a un par de moros que se le habían puesto por en medio (tal cual, no me invento nada) y que necesitaba hablar de vez en cuando con alguien como yo, honrado y blablabla.

Ahora el tío viene de vez en cuando a tomarse una cerveza conmigo (pagando) al local y a contarme sus andanzas delictivas. No sé si no prefería cuando me quería romper la putacabesa.

[Criadillas]

Tu historia es muy vella Luisito.

Yo tambien tengo un hamigo (con h) terminal (porque algún día se va a matar con alguien) y psicótico pero que por algún azar del destino que no alcanzo a comprender (le recordaré a su amigo de la infancia que murió por su culpa o algo así que le de buen rollo) no me agrede ni me intenta acuchillar con nada cuando me lo encuentro por los bares.

Se llama David y es famoso donde yo vivo porque mercadea con perros de pelea (lo juro!) y porque con doce años mató a hostias a un burro (algo así como la escena de Conan con el camello pero a la española).

Estoy por dejar algo de él en literatura, porque si su vida no es phoesía, no sé qué puede serlo.