El loco hilo de poemas del Hombre Sensible

[Hombre Sensible]

Cagando

Paciente y desnudo
leo el periódico de hace un mes.
La porcelana está fría pero me gusta.
(Pienso durante un rato en la porcelana.)
Me tiro dos pedos.

A mi izquierda he colgado un reloj
-ésta era una pared muy triste antes de haberlo colgado-
que ahora miro con interés.

Son las once.
Chof, chof.
No tengo prisa.
Puedo esperar.

[alfalfa]

La última estrofa me ha hemocionado. Me la he himaginado en boca de tu ojete, como si las almorranas salieran hacia fuera e hicieran una especie de boca carnosa como la de Anyelina Yolín y pronunciara ese pohema con tanto hamor, a punto de vomitar un trosaco de cagarro pero diciendo cosas bonitas como cuando el mostro de los gunis dijo "hamigo" y era feo pero capaz de hamar y todo el ojete se llena de esa estrofa y la meirda que está a punto de salir asoma el hociquito como si fuera un topo asomando la cabecita por la madriguera y se esconde otra ves no balla a ser qe aparesca un mochuelo y se lo coma. La mierda topo eso es, no importandole cuando salir pero siendo consiente de que tarde o temprano tendrá que aserlo.

[Emilia Pardo Bazán]

Pues vaya, me ha gustado más el comentario del usuario Alfalfa sobre el poema Cagando que el propio poema. El poema es una cochinez.

Con todo, es verdad que tras su publicación el lector ya puede adivinar las dos vertientes estilísticas del Hombre Sensible en su decepcionante faceta de escritor: la primera, entre las que podemos incluir la oda a la cuerda de ropa y esta última memez tan escatológica, fundamentada en el hiperrealismo, la observación y el empleo de elementos mínimos y básicos en la elaboración de su discurso a través de un lenguaje lo más sencillo posible; y la segunda, entre las que estarían los poemas Ahora grita y La casa de Ella, más próxima a la canción intimista, revirada, explícitamente boba y, en ocasiones, surreal.

En cualquiera de sus dos disfraces la poesía del Hombre Sensible no da la talla. Como detallista es vulgar y facilón: de escribir en verso yo lo que estoy viendo con mis ojos en este mismo instante, y en los sucesivos del día, ya tendría en mi haber al menos trece poemarios de los suyos, escritos, además, seguramente, con mayor precisión estética. Digamos, por resumir, que no aporta nada nuevo.

Y el caso es que tampoco lo hace como intimista: cualquiera de sus poemas se queda en bragas frente cualquier letra mediocre de cualquier grupo mediocre de rock español, como por ejemplo Extremoduro, Santa Justa Klan o Melendi.

Por si fuera poco nunca rima ni emplea metros clásicos.

Basura.

[Hombre Sensible]

Sí, soy la hez.




Chof, chof.

[Hombre Sensible]

Fiestas (I)

Mamá. Papá.
Y toda la familia.

Nos reunimos como siempre para cenar.
Es una fecha concreta.
La televisión dice que en Nueva York nieva
y a mí no me llegan los pies al suelo
sentado en esta silla de gigante.

Todos hablan,
discuten a veces,
y creo que disfrutan y se lo pasan bien.
Llega la comida y comemos, cenamos;
cenamos y papá dice que qué rico,
mamá asiente,
los tíos asienten y un primo mío
muy inteligente y muy gigante también
-pelirrojo-
dice que está algo soso;
papá dice que sí, que bueno, que puede ser.
Y entonces se oye a mi abuelo toser.

Premonitorio el crujido del parqué
y las ruedas que chirrían
en esta navidad ausente.
Mamá retira al abuelo,
que todavía masca las uvas en su boca,
de la mesa, inmóvil en su sillita,
y lo lleva a un cuarto donde no se le escucha quejarse,
ni se puede detectar el acerbo olor a arrugas
y a pis.

Mis primos, José y Cristóbal,
¡qué mayores son!
Se ríen cuando estornudan y miran el pañuelo,
y se sacan mocos y los propulsan con las uñas;
se ríen y me preguntan que qué diablos estoy mirando.
“Lárgate de aquí”.
Y me largo.

Soy el único pequeño que les queda
y me obligan a cantar como un niño borracho
al son de la guitarra de mi prima,
que se cree muy rebelde tocando la guitarra,
aunque la toque espantosamente
y sea muy fea y tenga muchos granos
y no se parezca en nada a las chicas que tocan la guitarra
y salen en los discos que tiene en su habitación.
Mi prima tiene gafas y mucha grasa en el pelo.
Me da miedo cómo rasca la guitarra.
Pero sigo cantando y bailando torpemente
porque todos parecen felices
y todos me sonríen.
(Todos menos mi prima,
que sólo es fea y algo mayor que yo,
y tiene la frente enfadada.)

Mamá y la tía Concha discuten por quién lavará los platos.
Yo me digo:
“qué divertido debe ser eso de lavar los platos”,
porque ahora es papá quien se exalta y dice que quiere ser él
quien lave los platos.

Ahora todos se han llevado el ruido de la sala a la cocina,
menos mis primos (que se han encerrado en las habitaciones)
y el abuelo,
que lo único que sabe hacer es quejarse, mearse,
y sonreír cuando le miro.
Creo que ya sólo sonríe cuando le miro,
cuando le miro y alguno de mis padres intenta meterle pastillas blancas en la boca.
El cabrón me brinda una de esas sonrisas de viejo
con los labios inflados
y los ojos derretidos.

Es entonces cuando papá dice
“Ahora ahora”,
y le meten la pastilla.
Y el muy bobo se la traga
y su sonrisa se convierte en sonrisa triste,
encogiendo los hombros
e inclinando los ojitos derretidos
que se derriten todavía más.

Mi tío Eduardo y mi tía Concha se marchan.
Sus tres hijos,
los dos mayores y la fea de la guitarra,
se van con ellos.

“Adiós” “Adiós”

“Adiós, adiós”

La casa se ha quedado rara.
Ya no es una casa familiar, navideña.
Ahora es sólo una casa sucia.
Mamá y Papá empiezan a hablar
y tanto hablan que no escuchan quejarse al abuelo,
y se acaloran, y se van a la habitación y mamá llora un poco.
Luego papá pide perdón.
Yo
-no sé muy bien por qué lo hago-
abro la puerta y entro en su habitación;
los dos están sentados en la cama,
y cuando mamá me ve se echa otra vez a llorar
y le retira la mano a papá,
y yo no entiendo nada y me voy al salón.
Enciendo la tele y miro por la ventana
subido a un sofá gigante.

Aquí nunca nieva
como en Nueva York,
porque el mar está muy cerca.

[Marcel Reich-Ranicki]

Ich glaube, es Hombre Sensible ist ein Licht der Hoffnung in der aktuellen lyrischen.

Seine Rede ist im Zusammenhang mit dem amerikanisch-schmutzigen Realismus -mit Bukowski, mit Carver- the-esperpéntico absurd -wenn eine solche Kombination ist möglich-, und die Generation von poetischen Spanisch 50, aber unter Betonung ihrer Haltung contestatory. Aber seine Schrift ist keine Herberge, nicht nur die Poesie der Marginalisierung, da die sensiblen Mann hat eine immense Kapazität zu suggerieren, während erzählen.

Sein Spitzname ist nicht eine dumme, stellen keine Gebühr. Die scheinbare Leichtigkeit, mit der porträtiert die mehr weltlichen Aspekte der Realität, in Verbindung sofort mit seinem berühmten poetischen Introspektion des I, bieten eine aufschlussreiche Porträt auf ihre Empfindlichkeit. Eine wilde Sensibilität verloren im Dschungel der so genannten Tedium Vitae des Schriftstellers.

Als Beispiel für seine Klarheit haben wir unterschätzt das Gedicht La casa de Ella, die betonen, vor allem diese Verse:

Maldita idiota: te asoman los pies
soñar con no ir al trabajo.

Mägisträlem.

[Huelebien]

Il seulement croit à présent l'Homme Sensible, qu'il refuse de l'humanité avec ses mots; il nie le futur, aussi, et il ainsi refuse de nos fils, de même que en niant le passé nie l'Histoire.

¿Il est un premoderne transubstanssé à posmoderne? Peut être. Mais je crois qu'il est un classique; il est le premier classique de notre présent; l'apocalypse minimalista du mot et les sens.

[Emilia Pardo Bazán]

Ya salió el pope grasiento Reich-Ranicki a pasear su senil criterio, ya salió el moderno radical de Huelebien a defender la ausencia de discurso disfrazada de nihilismo, o no sé qué paparruchas.

Hacéis lo que sea con tal de daros pomada y, sobre todo, publicidad, aunque el precio pase por barnizar de elogios a un mediocre escupeversos.

Vosotros sí que formáis una auténtica panda del moco.

[Marcel Reich-Ranicki]

Nun, gut.

Nun, da bin ich ein modernes! Yo, ich habe zu kämpfen meiner Karriere gegen den Manichäismus der Literaturzeitschrift anmaßend, ich habe eine Beschwerde an den selbst ernannten "Designer" ohne offensichtliche Keynote-Adresse.

Die Sensible Der Mensch ist ein außergewöhnlicher Dichter, luzide, meisterhaft. Und es störte ihn, dass Kratzer. Emilia, bei allem Respekt: gehen Sie bis shit.

[Manuel Rivas]

¿Por qué tanto odio? No a la guerra. Criticar es guerrear. Los alemanes son muy de guerras.