Re: ....continuáis?
Publicado: 06 Mar 2008 06:39
Unas horas más atrás...
Papá: ¿Cómo va esa caldereta, hijo?
- Errr... bien, muy bien.
Papá: Huele de rechupete.
"De rechupete", dice. Dios, cómo odio esa expresión de mi padre, "de rechupete", siempre que puede la dice el tío. Vaya puta mierda de día, que le toque a uno hacerles una caldereta a sus padres, sus suegros, su ex mujer, el actual marido de ella y como colofón el hijo subnormal (de verdad) de él.
- Sí, ya casi está.
¿Me habrá creído el empanado de arriba cuando le he dicho que follo mucho y ceno con gente distinguida? Reconozco que me importa mucho lo que los demás piensen de mí. A veces brinco en la cama durante cuarenta minutos para que los vecinos piensen que follo mucho y muy bien.
Papá: No puedo esperar para probarla! Seguro que está de rechupete.
Tu puta madre. Me cago en dios, esto sigue estando soso. ¿Qué mierda de sal es esta? El grano es algo más gordo de lo normal. Lo mismo es sal del Himalaya o alguna pijada de esas. Le echaré más a ver.
...
Oye, a tomar por culo, lo sirvo así tal cual, que se me está pasando con la tontería. Además, esta panda de hijos de perra no merece nada mejor. Bueno, allá voy, con la olla en las manos. Prepararé mi mejor sonrisa mientras me acerco a la mesa a pesar de no hacerme puta gracia nada y de que el estómago me está empezando a doler.
Ex: Qué bien huele. Sólo me arrepiento de haberte dejado por lo bien que cocinas -dice, la muy puta, y sonríe en plan pícaro y todos los demás le ríen la gracia, menos el subnormal, claro, que en este momento está haciendo burbujas con la boca. Mi mueca sonriente tirita por momentos.
- Yo sólo me arrepiento de no haberte echado matarratas en mis deliciosos platos -hostia.
Mamá: Hijo, por favor, no le hables así, estaba de broma -será cabrón el vecino.
Ex: Vamos, querido, no lo decía en serio -¡su puta madre!
Marido: Exijo que le pidas perdón a mi mujer-¡ese tío es un genio!
- Lo siento, se me ha ido un poco la lengua, no era mi intención ser ofensivo. De hecho, nos saltaremos los protocolos y te serviré a ti primero, querida, antes que a los varones mayores, a modo de disculpa.
Ahí está, exhibiendo su sonrisa triunfante con la barbilla alzada mientras le sirvo un generoso plato de caldereta con matarratas.
A los dos minutos, los comensales se quejaron de que estaba soso, así que le echaron más "sal".
A los diez minutos, un espectáculo sublime de gente de rodillas en el suelo, vomitando y agarrándose el vientre.
A los veinte minutos, yo, solo, bendigo la mesa:
- Gracias, Señor, por estos alimentos.
Papá: ¿Cómo va esa caldereta, hijo?
- Errr... bien, muy bien.
Papá: Huele de rechupete.
"De rechupete", dice. Dios, cómo odio esa expresión de mi padre, "de rechupete", siempre que puede la dice el tío. Vaya puta mierda de día, que le toque a uno hacerles una caldereta a sus padres, sus suegros, su ex mujer, el actual marido de ella y como colofón el hijo subnormal (de verdad) de él.
- Sí, ya casi está.
¿Me habrá creído el empanado de arriba cuando le he dicho que follo mucho y ceno con gente distinguida? Reconozco que me importa mucho lo que los demás piensen de mí. A veces brinco en la cama durante cuarenta minutos para que los vecinos piensen que follo mucho y muy bien.
Papá: No puedo esperar para probarla! Seguro que está de rechupete.
Tu puta madre. Me cago en dios, esto sigue estando soso. ¿Qué mierda de sal es esta? El grano es algo más gordo de lo normal. Lo mismo es sal del Himalaya o alguna pijada de esas. Le echaré más a ver.
...
Oye, a tomar por culo, lo sirvo así tal cual, que se me está pasando con la tontería. Además, esta panda de hijos de perra no merece nada mejor. Bueno, allá voy, con la olla en las manos. Prepararé mi mejor sonrisa mientras me acerco a la mesa a pesar de no hacerme puta gracia nada y de que el estómago me está empezando a doler.
Ex: Qué bien huele. Sólo me arrepiento de haberte dejado por lo bien que cocinas -dice, la muy puta, y sonríe en plan pícaro y todos los demás le ríen la gracia, menos el subnormal, claro, que en este momento está haciendo burbujas con la boca. Mi mueca sonriente tirita por momentos.
- Yo sólo me arrepiento de no haberte echado matarratas en mis deliciosos platos -hostia.
Mamá: Hijo, por favor, no le hables así, estaba de broma -será cabrón el vecino.
Ex: Vamos, querido, no lo decía en serio -¡su puta madre!
Marido: Exijo que le pidas perdón a mi mujer-¡ese tío es un genio!
- Lo siento, se me ha ido un poco la lengua, no era mi intención ser ofensivo. De hecho, nos saltaremos los protocolos y te serviré a ti primero, querida, antes que a los varones mayores, a modo de disculpa.
Ahí está, exhibiendo su sonrisa triunfante con la barbilla alzada mientras le sirvo un generoso plato de caldereta con matarratas.
A los dos minutos, los comensales se quejaron de que estaba soso, así que le echaron más "sal".
A los diez minutos, un espectáculo sublime de gente de rodillas en el suelo, vomitando y agarrándose el vientre.
A los veinte minutos, yo, solo, bendigo la mesa:
- Gracias, Señor, por estos alimentos.