pH, más que hamor, frensi.

Odio la nostalgia.

Es un sentimiento inútil y que solo me causa desasosiego e impotencia. Por supuesto que echo de menos aquellas mañanas de verano en las que iba en bicicleta con mis hamigos hasta el embalse de Valmayor. Pues claro que pagaría un buen dinero por volver a pasar un aburrido domingo con mi familia cuando tenía 10 años, era plenamente feliz, mis padres disfrutaban de su día libre, mi hermano invitaba a sus amigos a jugar al rol al piso de arriba, y mi hermana fundía el Astronomía Razonable desde el tocadiscos de su cuarto. Volvería con los ojos cerrados a aquella noche de Fiestas en las que di la mano y besé a mi primera novia entre atracciones de feria y gente beoda y alegre.

Es indefendible la puta nostalgia: una mierda.

Por eso solamente la encuentro cierta utilidad en este subforo. Nos sirve para recordar, polemizar o incluso avisar de productos similares o parecidos sin hacer pornografía emocional. Porque todo lo que incumbe al Gordonianismo es últil y necesario.


Habiendo hablado de los maravillosos Monchitos, y constatando que siguen vendiéndose y sabiendo a pura gloria:


Si la Última Cena hubiese consistido en Monchitos, Judas jamás hubiese osado traicionar a Yisuscraist.


Yo echo de menos los kikos con sabor a ajo de Churruca. Quien los probó alguna vez, sabe lo que eran. No sé si os suenan y no encuentro foto en Google de tamaña obra de arte culinario.

Nuestro primer contacto con la alta cocina de fusión.

Es muy probable que existan tiendas de encurtidos y variantes en los que aún se vendan, pero joder, antes estaban en cualquier quiosco o tienda regentada por veteranos de la Guerra Civil en los 80 en Madrid. Delicia en estado puro.

Los putos monchitos, menuda droga. Me cuesta mucho resistirme a ese maná gordoniano.

Cuando yo era joven era adicto a los huesitos y a los fritos de Matutano.

Yo aun de vez en cuando, y los hojos se me empreñan de lágrimas, unas patatas de Matutano que no sé a ciencia cierta si eran onduladas, cuyo envase rezaba "sabor queso".
Sí, ahora saldrían voces alegando que eso existe aún. Y tendré que ser categórica y decir: NO SON IGUALES.

Imagino que la idea de este hilo no se centra únicamente en la Phé Gordoniana, pero así me ha venido a mí a susurrar el propheta.
Y yo digo sí a la nostalgia. La nostalgia es pura, te arrea en la nuca de las emociones como un zueco de madera esgrimido por una madre a la que se le pisa lo fregao.
Viva la nostalgia.

Ah, aprovecho para meter mi cuña acerca de esto de la necesidad que tengo desde hace años de crear una palabra que defina la nostalgia del futuro, la pena que produce el saber que no vamos a ver qué pasará en cien, quinientos o tres mil años.

Yo añoro los Fritos que NO tenían sabor barbacoa, eran de maíz sin sabores añadidos, paquete naranja. Luego, sacaron barbacoa y ketchup, y al final solo sobrevivieron los barbacoa, que están ricos y los sigo comiendo, pero no tan ricos como los de paquete naranja.

También echo de menos el Actimel de cuchara, delicia donde las haya, y que solo duró 2 años pero esto ya no es nostalgia ochentera sino de 2010. Ya conté en Sinideas cómo escribí a la marca, mandamos un dibujo del Actimel de cuchara hecho por mi hijo y hasta me llamaron del servicio de atención al cliente, como un puto friki que soy.

Polina escribió: ↑03 Feb 2021 13:33 Ah, aprovecho para meter mi cuña acerca de esto de la necesidad que tengo desde hace años de crear una palabra que defina la nostalgia del futuro, la pena que produce el saber que no vamos a ver qué pasará en cien, quinientos o tres mil años.

A mí, que soy fan de la exploración espacial me jode muchísimo eso. Me jode tanto que si me propusieran congelarme la semana que viene y revivirme en 100 años, diría que sí, en esa semana me despediria de la gente que quiero, que son unos cuantos, le devolvería el phoro al moro y a dormir por cien años. Lo primero que haría al despertarme, por supuesto, sería entrar aquí y cerrar con una frase épica todas las discusiones que quedaron abiertas y así obtener un kakas win total. Después de eso ya miraría como vamos con lo de la exploración espacial.

Sábado. Agosto de 1996. Esplugues de Llobregat. Un caloraco insoportable. Un Rutti mucho más acnéico, igual de obeso y gilipollas se dirige como cada sábado de su vida hasta entonces a casa de su yaya, dos calles más abajo a sumergirse en el infierno más delicioso. La sopa de mi abuela. Quinientos grados de sopa veraniega. ¿Puede haber mayor tortura en verano? ¿Puede haber algo menos interesante a priori? Pero la sopa de mi abuela congregaba milenios de alquimia arcana y probablemente restos de plomo de sus ollas decimonónicas en una concentración de sabor gordérrimo pocas veces igualado. De receta incierta y arbitraria ("si tengo de esto le echo, si no, pues no le echo") que, a pesar de todo, sorprendentemente siempre sabía puto igual. ¿Cómo es posible que con más o menos ingredientes aquel brebaje maravilloso siempre fuese exactamente el mismo, semana tras semana? Tíos, primos y sobrinos nos hacinábamos en una mesa diminuta para sorber hasta la última gota de aquel néctar fabuloso que haría claudicar a la mismísima Mafalda, ya hiciera en la calle la mayor de las olas de calor.

Antes de morir, hace cinco años, la yaya nos legó su receta con menos precisión de la necesaria. Y tanto mi hermana como yo llevamos desde entonces quemando ollas y malgastando carcasas de pollo y huesos rancios intentando infructuosamente reproducir aquel caldero mitológico. Aunque hayamos perdido la esperanza seguiremos intentándolo. Mientras tanto, rezo porque mi amígdala conserve intacto el recuerdo de aquel caldo con fideos y garbanzos.

Ruttiger escribió: ↑03 Feb 2021 14:28 Sábado. Agosto de 1996. Esplugues de Llobregat. Un caloraco insoportable. Un Rutti mucho más acnéico, igual de obeso y gilipollas se dirige como cada sábado de su vida hasta entonces a casa de su yaya, dos calles más abajo a sumergirse en el infierno más delicioso. La sopa de mi abuela. Quinientos grados de sopa veraniega. ¿Puede haber mayor tortura en verano? ¿Puede haber algo menos interesante a priori? Pero la sopa de mi abuela congregaba milenios de alquimia arcana y probablemente restos de plomo de sus ollas decimonónicas en una concentración de sabor gordérrimo pocas veces igualado. De receta incierta y arbitraria ("si tengo de esto le echo, si no, pues no le echo") que, a pesar de todo, sorprendentemente siempre sabía puto igual. ¿Cómo es posible que con más o menos ingredientes aquel brebaje maravilloso siempre fuese exactamente el mismo, semana tras semana? Tíos, primos y sobrinos nos hacinábamos en una mesa diminuta para sorber hasta la última gota de aquel néctar fabuloso que haría claudicar a la mismísima Mafalda, ya hiciera en la calle la mayor de las olas de calor.

Antes de morir, hace cinco años, la yaya nos legó su receta con menos precisión de la necesaria. Y tanto mi hermana como yo llevamos desde entonces quemando ollas y malgastando carcasas de pollo y huesos rancios intentando infructuosamente reproducir aquel caldero mitológico. Aunque hayamos perdido la esperanza seguiremos intentándolo. Mientras tanto, rezo porque mi amígdala conserve intacto el recuerdo de aquel caldo con fideos y garbanzos.

¿Tu yaya de dónde era? Porque todo lo que cuentas se parece mucho a nuestro puchero, y ese puchero o tienes los huesos añejos correctos, o nunca sale como debería. Y doy fe que lo que venden en mercadona por ejemplo, no tiene na que ver con lo que se necesita para preparar ese plato.




Por retomar el tema principal del hilo, de enano me parecía una fantasía el puto bollicao. A día de hoy, ya no es que sepa que eso es mierda pura para mi salud, es que encima ni siquiera me parece que esté bueno. Y había otro que era parecido (¿bimbocao? nomacuerdos) que también era hamor. O los donuts, que igual era cosa mía por ser más enano, pero eran bastante más grandes que los actuales, aparte de estar más ricos.

Ruttiger escribió: ↑03 Feb 2021 14:28 Antes de morir, hace cinco años, la yaya nos legó su receta con menos precisión de la necesaria. Y tanto mi hermana como yo llevamos desde entonces quemando ollas y malgastando carcasas de pollo y huesos rancios intentando infructuosamente reproducir aquel caldero mitológico. Aunque hayamos perdido la esperanza seguiremos intentándolo. Mientras tanto, rezo porque mi amígdala conserve intacto el recuerdo de aquel caldo con fideos y garbanzos.

¿No pasaba esto en friends y resulta que la "receta milenaria" la había sacado la abuela de una caja de sopinstant o algo así? por otra parte, si echándole lo que fuera siempre sabía igual, está claro que había un ingrediente secreto. A ver si van a ser las durezas del pie del abuelo como en (creo) los simpson.....

Era la olla, claramente

Qué ricos eran los donuts cuando el tipo te los daba agarrándolos con una servilleta de bar y tenían una capita de azucar por encima. Que los de ahora, envasados, están ricos, pero antes eran aun mejores.