Publicado: 27 Feb 2005 16:16
Goldfish (Brian Michael Bendis)
Conocí a Bendis en una serie excelente sobre la que ya os comenté algo en el forito, Alias. Desde entonces procuro serguirle la pista a este hombre, porque conecto con la forma que tiene de guionizar sus historias.
En esta obra no se dedica exclusivamente a aportar el guión, sino que también el dibujo es suyo. Y desde ya os digo que este hombre no tiene el mismo talento para dibujar que para escribir, porque si algo salta a la vista es que, gráficamente, Goldfish no es ninguna maravilla. Yo diría que el dibujo es entre correcto y malo en algunas ocasiones, más que nada porque abusa tanto del negro que en algunas viñetas cuesta distinguir que coño está pasando.
El guión es otra cosa. Una historia sencillisima que transcurre en un par de días. Una pareja de timadores de poca monta inician una relación, y con el tiempo, llegan a afianzarse como las personas más influyentes de la ciudad gracias a sus negocios sucios de prostitución y juego ilegal. La relación entre ambos acaba por romperse y, unos años después, Goldfish (apodo del protagonista) regresa a la ciudad a reclamar lo que le pertenece: su hijo.
Así empieza el cómic, y página a página se va desarrollando la vendetta personal de Goldfish contra su ex-novia en pos de recuperar a su hijo. Cantidad de personajes, diálogos agudos y muy inteligentes (el auténtico punto fuerte de Bendis) y un final inesperado que le da ese toque especial que distingue a las grandes obras de las del montón. Si no fuera por el dibujo más bien mediocre (para mi gusto) estaríamos ante una obra mucho mayor. Un ejemplo de que Bendis no se encuentra tan cómodo en la tarea de ilustrar como en la de escribir se ve claramente en una de las conversaciones más transcendentales de la obra. Los dos protagonistas principales se reencuentran tras años de no saber nada el uno del otro e inician una conversación tensa, cargada de reproches pero con la nostálgia del pasado impregnándolo todo. Ante la imposibilidad de narrar esta secuencia de manera gráfica, Bendis se toma la licencia de escribir el diálogo a página completa en 3 o 4 páginas, acompañándolas únicamente por alguna pequeña ilustración. Como diría lo_campano, lo que para algunos es una licencia creativa, para mi es una muestra clara de incompetencia. Pero habrá gente a quien le guste, me imagino.
Recomiendo su lectura, y si gusta, os lo compráis. No es demasiado caro (12 euracos) para lo pedazo de tocho que es. Eso si, la edición es bastante mala. Edita Planeta en un formato tipo "Torso" (casualmente del mismo Bendis), libro grande, papel de muy baja calidad y encuadernación a prueba de suspiros. La introducción corre a cargo de uno de los grandes del cómic americano (para algunos, para mi la verdad es que...), Matt Wagner creo recordar que era. Él recomienda que os leáis el cómic del tirón, y en eso le doy toda la razón. Es como una película que se desarrolla rápidamente, con flashbacks que hacen de oasis de calma entre la acción del presente. En una tarde os lo pulís y seguramente es causará mejor impresión que si os lo leéis poco a poco.
En fin, un notable 8 por sacar buen jugo de una historia que no daba para tanto, especialmente en el final.
Conocí a Bendis en una serie excelente sobre la que ya os comenté algo en el forito, Alias. Desde entonces procuro serguirle la pista a este hombre, porque conecto con la forma que tiene de guionizar sus historias.
En esta obra no se dedica exclusivamente a aportar el guión, sino que también el dibujo es suyo. Y desde ya os digo que este hombre no tiene el mismo talento para dibujar que para escribir, porque si algo salta a la vista es que, gráficamente, Goldfish no es ninguna maravilla. Yo diría que el dibujo es entre correcto y malo en algunas ocasiones, más que nada porque abusa tanto del negro que en algunas viñetas cuesta distinguir que coño está pasando.
El guión es otra cosa. Una historia sencillisima que transcurre en un par de días. Una pareja de timadores de poca monta inician una relación, y con el tiempo, llegan a afianzarse como las personas más influyentes de la ciudad gracias a sus negocios sucios de prostitución y juego ilegal. La relación entre ambos acaba por romperse y, unos años después, Goldfish (apodo del protagonista) regresa a la ciudad a reclamar lo que le pertenece: su hijo.
Así empieza el cómic, y página a página se va desarrollando la vendetta personal de Goldfish contra su ex-novia en pos de recuperar a su hijo. Cantidad de personajes, diálogos agudos y muy inteligentes (el auténtico punto fuerte de Bendis) y un final inesperado que le da ese toque especial que distingue a las grandes obras de las del montón. Si no fuera por el dibujo más bien mediocre (para mi gusto) estaríamos ante una obra mucho mayor. Un ejemplo de que Bendis no se encuentra tan cómodo en la tarea de ilustrar como en la de escribir se ve claramente en una de las conversaciones más transcendentales de la obra. Los dos protagonistas principales se reencuentran tras años de no saber nada el uno del otro e inician una conversación tensa, cargada de reproches pero con la nostálgia del pasado impregnándolo todo. Ante la imposibilidad de narrar esta secuencia de manera gráfica, Bendis se toma la licencia de escribir el diálogo a página completa en 3 o 4 páginas, acompañándolas únicamente por alguna pequeña ilustración. Como diría lo_campano, lo que para algunos es una licencia creativa, para mi es una muestra clara de incompetencia. Pero habrá gente a quien le guste, me imagino.
Recomiendo su lectura, y si gusta, os lo compráis. No es demasiado caro (12 euracos) para lo pedazo de tocho que es. Eso si, la edición es bastante mala. Edita Planeta en un formato tipo "Torso" (casualmente del mismo Bendis), libro grande, papel de muy baja calidad y encuadernación a prueba de suspiros. La introducción corre a cargo de uno de los grandes del cómic americano (para algunos, para mi la verdad es que...), Matt Wagner creo recordar que era. Él recomienda que os leáis el cómic del tirón, y en eso le doy toda la razón. Es como una película que se desarrolla rápidamente, con flashbacks que hacen de oasis de calma entre la acción del presente. En una tarde os lo pulís y seguramente es causará mejor impresión que si os lo leéis poco a poco.
En fin, un notable 8 por sacar buen jugo de una historia que no daba para tanto, especialmente en el final.