Chi Norris ha llegau a la siudá.
Publicado: 16 Jun 2004 18:11
Un escolta de Jenna Bush encañona a un ladrón en Tarifa
Otro de los guardaespaldas de la hija del presidente de EE.UU. lo lanzó contra un coche por llevarse un móvil del bar donde estaba
ESCENARIO. En esta cafetería del hotel tarifeño Misiana sucedieron los hechos
SHUS TERÁN
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TARIFA. Escoltas del Servicio Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos que protegen durante su viaje por España a Jenna Welch Bush, una de las hijas mellizas del presidente norteamericano, George W. Bush, protagonizaron en pleno centro de Tarifa un episodio violento más propio de un telefilme de serie B que de la misión que tienen encomendada.
La joven, de 20 años de edad, llegó el pasado jueves de incógnito a la localidad acompañada de al menos cuatro amigas. La hija de Bush se hospedó durante tres días en el hotel Misiana, un céntrico establecimiento propiedad de la ex cantante de Mecano, Ana Torroja. Allí le asignaron dos habitaciones, la 301 y la 302, una para la hija del presidente norteamericano y sus amigas y la otra para los guardaespaldas que le acompañan habitualmente.
Eran las cuatro y media de la tarde del pasado viernes 11 de junio cuando unos jóvenes intentaron sustraer un móvil de una de las mesas de la cafetería del citado hotel, donde en ese momento se encontraba Jenna Bush, señalaron a este diario fuentes de la Policía Local. Al percatarse de este hecho, los guardaespaldas de la hija del primer mandatario norteamericano, que pertenecen al Servicio de Inteligencia de los EE.UU., se abalanzaron de manera violenta sobre uno de los jóvenes que pretendían hurtar el aparato telefónico, propinándole un fuerte golpe que lo desplazó varios metros hasta caer violentamente sobre un coche aparcado en la calle. A continuación, otro de los escoltas sacó un arma y encañonó al presunto ladrón, ante los ojos de muchos ciudadanos que transitaban en ese momento por la céntrica calle.
La protección de Jenna Bush la completaban dos agentes españoles pertenecientes al Cuerpo de la Policía Nacional, adscritos a la embajada norteamericana en Madrid. Lo que no está claro es sí el móvil fue sustraído de una de las mesas donde se encontraba la hija del presidente de los Estados Unidos o a uno de sus armados acompañantes. Lo que sí quedó claro es que hubo un altercado violento con pistola en mano que rompió la tranquila y veraniega tarde del domingo. Tras el incidente, hasta la céntrica calle tarifeña se desplazaron varios agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, que intervinieron apaciguando los ánimos de los escoltas e intentaron que el suceso pasase desapercibido.
Los dos presuntos ladrones, que sufrieron en sus carnes toda la "preparación de estos agentes", en palabras de uno de los testigos, no llegaron a ser detenidos y ni siquiera se plantearon interponer denuncia alguna contra la "desmesurada" actuación de los escoltas, según apuntan algunos de quienes presenciaron el incidente.
Al final todo quedó en un suceso sin más relevancia que el impacto que causó entre los que vieron este episodio más propio de un thriller policiaco que de una apacible tarde en un tranquilo pueblo del sur.
Fuentes policiales explicaron a este periódico que las medidas de protección de la hija del primer mandatario norteamericano suelen ser inflexibles, máxime en una localidad situada a apenas 14 kilómetros de Marruecos, un territorio que hace extremar el dispositivo de seguridad ante la hipotética amenaza de algún grupo de fanáticos islámicos en un contexto de escala terrorista mundial.
Otro de los guardaespaldas de la hija del presidente de EE.UU. lo lanzó contra un coche por llevarse un móvil del bar donde estaba
ESCENARIO. En esta cafetería del hotel tarifeño Misiana sucedieron los hechos
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TARIFA. Escoltas del Servicio Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos que protegen durante su viaje por España a Jenna Welch Bush, una de las hijas mellizas del presidente norteamericano, George W. Bush, protagonizaron en pleno centro de Tarifa un episodio violento más propio de un telefilme de serie B que de la misión que tienen encomendada.
La joven, de 20 años de edad, llegó el pasado jueves de incógnito a la localidad acompañada de al menos cuatro amigas. La hija de Bush se hospedó durante tres días en el hotel Misiana, un céntrico establecimiento propiedad de la ex cantante de Mecano, Ana Torroja. Allí le asignaron dos habitaciones, la 301 y la 302, una para la hija del presidente norteamericano y sus amigas y la otra para los guardaespaldas que le acompañan habitualmente.
Eran las cuatro y media de la tarde del pasado viernes 11 de junio cuando unos jóvenes intentaron sustraer un móvil de una de las mesas de la cafetería del citado hotel, donde en ese momento se encontraba Jenna Bush, señalaron a este diario fuentes de la Policía Local. Al percatarse de este hecho, los guardaespaldas de la hija del primer mandatario norteamericano, que pertenecen al Servicio de Inteligencia de los EE.UU., se abalanzaron de manera violenta sobre uno de los jóvenes que pretendían hurtar el aparato telefónico, propinándole un fuerte golpe que lo desplazó varios metros hasta caer violentamente sobre un coche aparcado en la calle. A continuación, otro de los escoltas sacó un arma y encañonó al presunto ladrón, ante los ojos de muchos ciudadanos que transitaban en ese momento por la céntrica calle.
La protección de Jenna Bush la completaban dos agentes españoles pertenecientes al Cuerpo de la Policía Nacional, adscritos a la embajada norteamericana en Madrid. Lo que no está claro es sí el móvil fue sustraído de una de las mesas donde se encontraba la hija del presidente de los Estados Unidos o a uno de sus armados acompañantes. Lo que sí quedó claro es que hubo un altercado violento con pistola en mano que rompió la tranquila y veraniega tarde del domingo. Tras el incidente, hasta la céntrica calle tarifeña se desplazaron varios agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, que intervinieron apaciguando los ánimos de los escoltas e intentaron que el suceso pasase desapercibido.
Los dos presuntos ladrones, que sufrieron en sus carnes toda la "preparación de estos agentes", en palabras de uno de los testigos, no llegaron a ser detenidos y ni siquiera se plantearon interponer denuncia alguna contra la "desmesurada" actuación de los escoltas, según apuntan algunos de quienes presenciaron el incidente.
Al final todo quedó en un suceso sin más relevancia que el impacto que causó entre los que vieron este episodio más propio de un thriller policiaco que de una apacible tarde en un tranquilo pueblo del sur.
Fuentes policiales explicaron a este periódico que las medidas de protección de la hija del primer mandatario norteamericano suelen ser inflexibles, máxime en una localidad situada a apenas 14 kilómetros de Marruecos, un territorio que hace extremar el dispositivo de seguridad ante la hipotética amenaza de algún grupo de fanáticos islámicos en un contexto de escala terrorista mundial.