Yongasoo escribió:Lo que hablábamos cuando comentábamos la Paradoja de Fermi:

200 años luz equivaldría a decir que llevamos 200 años emitiendo al espacio.
En Contact comentaban que solo llevábamos 50 años emitiendo al espacio, que el resto de emisiones anteriores no salieron de la atmósfera (creo que rebotaban en la ionosfera, pero hablo de memoria, no lo recuerdo bien y paso de googlear ahora mismo).
Vamos que la pelotita esa yo pa mi que es en realidad 4 veces más pequeña.
Y así queda bastante claro por qué sigue sin vernos ni su puta madre.
Por cierto, muy ligado a la paradoja de Fermi ("dónde coño está todo el mundo") está la
ecuación de Drake, que intenta estimar el número de civilizaciones de la galaxia... era muy sencilla de entender, le ponía un valor a la probabilidad de mundo habitable por estrella, otro valor a la probabilidad de vida inteligente en mundo habitable... otro factor era el tiempo que llevábamos emitiendo al espacio sin que nos contestara ni su puta madre... y al final daba un número.
Recuerdo que en los valores que se creían más probables la última vez que lo miré, el valor era de unas 50 civilizaciones.
Ahora veo que a Drake originalmente le daban 10 detectadas al año.
Y el artículo de la movipedia al final no tiene desperdicio, incluso hay una estimación que se atreve con el número total probable de estrellas en el universo, y dice que la estimación es de 4975 civilizaciones emitiendo señales en todo el universo al año.
Mola teorizar, pero muchos de esos parámetros son absolutamente desconocidos. Al final del artículo hay una discusión muy interesante.
Y navegando, por cierto, llevas a la
hipótesis de la Tierra Rara que por cierto también tiene su lugar en la ciencia ficción: según el universo imaginado por Isaac Asimov, en Fundación y Tierra explican que los eternos (los de El fin de La Eternidad) eligen que la historia continue en un universo donde la Tierra es el único planeta que desarrolla vida en toda la galaxia. En Robots e Imperio se explica que las razones son una acumulación inusual de material radioactivo, sacado hacia la superficie por el hecho de tener una luna desmesuradamente grande.
Este es un mundo de estúpidos, controlados por imbéciles, para beneficio de mediocres.