Yo el DS3 me lo pasé varias veces para desbloquear todos los finales, y me parece el menos dificil de los 3 con diferencia (o quizá es que al final uno aprende a juegar bien). Donde está la dificultad gorda del juego es en el multiplayer, ahí sí que es raro aguantar varios combates sin que te midan el lomo.Chino escribió: ↑11 Ene 2022 22:01Ciertamente, Sekiro es muy distinto en todo a los Soulsborne.wendigo escribió: ↑11 Ene 2022 21:38 Los Souls, especialmente Bloodborne, no son tan difíciles, realmente. Al final, como todo juego con elementos RPG, la falta de manos se puede suplir con farmeo infinito. ¿Que este boss me mata de dos hostias? Pues me voy, me tiro 5 días matando los mismos 4 bichos hasta subir 10 niveles, y de repente son 5 las hostias que le aguanto, y para matarlo sólo tengo que darle 10 toñas, en lugar de 20. Además Bloodborne en particular es razonablemente sencillo: yo no me considero especialmente habilidoso -supongo que se me podría llamar jugador medio- y fueron varios los bosses que maté a la primera, sin estar especialmente farmeado y usando una build made in myself.
Dicho esto, según tengo entendido Sekiro es un poco diferente en este aspecto, así que va a ser un buen baremo para ti, Chino, ya que dicen que en este el elemento RPG afecta menos al combate y los bosses que los Souls o Bloodborne, haciéndolo más difícil. De hecho si os soy sincero por eso no lo he comprado aún, porque como digo no me considero tan buen jugador y me da un poco de pereza. Ya nos contarás.
Para empezar no tiene componente rpg, así como en los otros tienes distintas build con muchas estadísticas que subir distintas, aquí no hay nada de eso. Lo que hay es un árbol de habilidades a desbloquear pero es común a todos los jugadores. Ya no hay builds de fuerza, de magia, etc…
Y por lo tanto tampoco hay armas ni escudos, solo tienes una katana y ciertos artilugios que vas desbloqueando.
El combate también cambia, aquí hay dos “barras” tanto de tú personaje como se los enemigos. Una es la salud y la otra la postura. Si consigues romper la postura, les podrás hacer un ataque final, y ellos a ti también. Y para romper la postura se hace todo a base de parrys.
Mi estilo de juego en Bloodborne y ds3 era fundamentalmente la esquiva y ataque a dos manos, pero aquí me estoy teniendo que adaptar a los parrys y contraataques. Y es que el juego no da otra opción.
Han metido también algo de sigilo y un gancho, de forma que te permite un poco de estrategia sobre todo con acumulación de enemigos, que nunca es buena idea enfrentarte a más de 2 a la vez.
Sobre la dificultad de Bloodborne, para mí supuso una barbaridad sobre todo el inicio. Era mi primer juego de From y no sabía en qué consistía. Flipaba muchísimo con que todo el primer nivel, boss incluido, no tuviera ni un solo punto de guardado, y que en cuanto te mataban, tenías que volver desde el principio. Anda que no repetí la zona esa veces… hasta que descubrí que se podían abrir atajos y no era necesario volver a matar a todos otra vez. Luego aprendido el concepto de juego ya lo disfruté mucho más. Y después me pasé Dark Souls 3 y me pareció un paseo comparado con Bloodborne.
Sekiro de momento tiene su dificultad (llevo ya dos días atascado en un boss que me está costando horrores), pero es como el resto, una vez cogido el truco es todo cuestión de paciencia.
La tercera vez que jugué me hice un mago para cambiar un poco el rollo del combate y no ir tan a saco, y eso sí que fue un paseo. El truqui: usar invisibilidad y silencio para que no te detecten, ponerte cerca del bicho gordo que te quieras cargar, y lanzar la nube tóxica. El bicho empieza a perder vida pero no se pone en guardia ni huye ni nada. Y cuando le quede poco, un misilaco en mitad del entrecejo y a seguir palante. Fases que suponían un puto desafío con un guerrero tocho, iba con mi mago tirillas en gallumbos y me las pasaba como si fuera en un desfile.