Silent Hill: Shattered memories.Obviamente he juegado al juego y no al soundtrare
. Estoy perraco y no quiero buscar una imagen mejor.
El juego lo jugué ya hace meses, y lo mejor que se puede decir de él es que pica como pocos. Menos de cuatro días duró, y la verdad es que es bastante disfrutable cuando sabes lo que va a ofrecer.
La saga Silent Hill lleva ya unas cuantas entregas siendo más de lo mismo, con mejores gráficos, pero con una historia cada vez más ombliguista, una mecánica tediosa por la falta de novedades y una incapacidad por parte de los creadores de aprender de los errores que es preocupante ya. Buena parte de los fans llevamos ni se sabe reclamando ciertas cosas, y como el que oye llover. Por ejemplo una apuesta más atrevida, alejandose del casualismo matamostros del Homecoming o el Origins (y según dicen, el Downpour): menos acción y más resolución de acertijos. El último que proponía algo de eso fue el injustamente machacado The Room, que sin ser para tirar cohetes, tenía momentos de un mal rollo considerable, conseguía agobiar a más no poder en ciertos tramos (putos fantasmas que iban deslizándose y atravesaban todo) y tenía el final más jodido de toda la saga, donde si llegabas sin cumplir unos requisitos, podías darte por jodido, que no te cargabas al malo ni a tiros (nunca mejor dicho).
En este juego, y aprovechando que la Wii no es una consola que destaque por su potensia arrolladora, los diseñadores le han dado un par de vueltas de tuerca bastante frescas a la mecánica, que si bien te dejan con la sensación de haberse quedado cerca de hacer algo Grande de verdad, hacen que este juego tenga bastante más de positivo que las anteriores entregas.
Por un lado, cuando controlemos al protagonista (utilizando el mando como una linterna) tendremos que ir inspeccionando lugares en pos de nuestra hija (comienzo calcado al Silent Hill original), hablando con los lugareños (con las encantadoras taras mentales enterradas bajo la clásica superficie normal que es marca de la casa), y recopilando una serie de documentos-recuerdos-pruebas que darán un mayor trasfondo a la historia. Cuando estemos en harina y entremos en el "mundo chungo", no podremos matar a nuestros enemigos, sino que tendremos que huir por patas, esquivándolos o zafándonos de ellos lo antes posible antes de que nos coman los higadillos, intentandonos orientar por liosos mapas diseñados por un enfermo mental.
Bastante guay, la verdad.
Otro punto positivo es la historia: interesante y la menos críptica que yo recuerde de todos los juegos, dando una nueva interpretación de lo que en realidad podría ser Silent Hill, diferente de lo que se apuntaba en las versiones para Play Station.
En éstas Silent Hill es un conglomerados a mitad de camino entre el purgatorio y en infierno, mientras que en este juego parece más un estado mental producido por un enfermo desequilibrado. Interpretaciones.
De gráficos no está mal para ser Wii. Los efectos de luces y sombras (vitales) están bastante bien conseguidos.
Como puntos negativos están el perennemente plastoso manejo del protagonista, que sin llegar a los límites de parálisis muscular de las versiones anteriores no deja de ser muy mejorable (sobre todo en los tramos de persecuciones) y un clímax quizá un pelín flojo, que parece hecho un poco a desgana.
Pero es un buen juego, en definitiva, para los que nos gusta el género. Y el mejor de la saga en unos cuantos años.
Un 7,8 o una cosa así más cercana al 8 que al 7.
Se agradece el interés por sorprender.