Yo soy asocial porque la sociedad está compuesta de hijos de puta manipuladores (tú) y de cretinos tan egoístas como blandurrones que se dejan manipular. Yo no soy ni lo uno ni lo otro. Yo soy la encarnación del verdadero ateísmo, porque los ateos que dicen no creer en Dios siguen adorando a un dios absurdo que, en teoría, vive en el interior del hombre y le confiere dignidad.
Dentro de diez mil años, si aún queda alguien -que sí quedará- los cantamañanas lacrimógenos como tú serán recordados con no menos estupor que hoy recordamos el oscurantismo medieval. Por entonces, la sociedad al completo de habrá dado cuenta de que el hombre no es más que un animal, y habrá dejado de dar por culo con tonterías propias de postal navideña.
El triunfo de la voluntad, ya sabes. O, si lo prefieres, el triunfo de la ciencia frente a la superstición antropocéntrica.
A ti lo que te pasa es que te jode que pese a considerarte tan inteligente no hayas conseguido reunir ni por tú propia cuenta, ni a través de los demás, un sólo chavo en tú vida. Y no vengas ahora con que eres un desprendido, porque más moneymaker (fustrado, eso si) que tú no conozco a nadie.
Tanta polla y tanta palabra para acabar trampeando todos los finales de mes gracias a la pasta que te presta tú santa vieja.
Al final voy a tener que darle la razón a Urdu.
Tu, chovi, chova, cada día yo te quiero más...;
Dolordebarriga