Antes que anda debo avisar de que en el anterior capítulo me olvidé de la cuarta sonda, pero como ni siquiera llegó a entrar en órbita no pasa nada, se la denomina Venus 1965A y la NASA cree que era un intento de sobrevuelo como la Venera 2
Llega la información (quinta ventana, junio de 1967)Ahora que ya se llegaba a Venus era hora de recibir algo a cambio, así que para la siguiente ventana se replanteó todo el proyecto , transfiriéndose de la oficina OKB-1, donde estaba Korolev al mando, a NPO-Lavochkin tras los fracasos de 1965, y lo primero que hizo fue coger el toro por los cuernos.
Para empezar se construyo un laboratorio especial para probar los efectos del calor en el vacío, y de los resultados se simplificó el sistema de radiadores, haciendo que la antena principal fuese el radiador. Lo siguiente fue construir una cámara centrífuga de tamaño suficiente para alojar la cápsula de descenso, y de la primera prueba salió que la cápsula no hubiese sobrevivido a la reentrada, internamente la deceleración la hubiese destrozado, ahora podían hacer una cápsula que sobreviviese a la reentrada.
Con todos estos cambios el modelo pasó a denominarse V-67, que exteriormente era similar al 3MV anterior, pero que era mas grande y ya sobrepasaba la tonelada, concretamente 1106 kg. El equipamiento científico fue actualizado, en especial el destinado a medir la magnetosfera, ya que la Mariner-2 no pasó lo suficientemente cerca y no detectó gran cosa.

Dos vistas de la Venera 4, nótese al ausencia de los radomos que albergaban los radiadores en las puntas de los paneles.El módulo de descenso, porque para esta misión las naves serían exclusivamente de descenso, se rediseñó también pasando a tener un metro de diámetro y pesar 383 kg. En esta ocasión le introdujeron dos termómetros, un barómetro, un hidrómetro, un densímetro, un altímetro radar y otra batería de sensores para analizar los gases del planeta. Esta vez le pusieron dos transmisores de radio, había que recibir los datos si o si, y se decidió que mandarían los datos cada 48 segundos. Por supuesto la sonda se preparó para lo que creían que podía encontrar, así los termómetros medían entre -63 ºC y 457 ºC, el barómetro sólo aguantaba hasta 7 atmósferas y los análisis de gases estaban preparados para detectar nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono y vapor de agua, es decir, algo como lo de la Tierra.
Las pruebas militares para reentrada de cabezas nucleares habían demostrado que lo mejor era algo esférico puesto que lo afilado, contra toda intuición (algo común en ciencia relativamente avanzada) resultaba más problemático, así que ya tenemos un escudo térmico redondeado y ablativo, para absorber el calor lo mejor posible, teóricamente hasta 11 000 ºC. Como además cabía la posibilidad de aterrizar sobre un océano (nadie había visto aun lo que había debajo) idearon un ingenioso cierre a base de azúcar, que al contacto con agua se disolvería y permitiría que la sonda flotase. Todo esto estaba alimentado por una batería de 100 minutos de duración, así que cuando el plazo llegó esterilizaron la cápsula y la pusieron en el cohete Molniya que tantas veces había fallado antes.
La cápsula de descensoEl 12 de junio de 1967 se lanzó la primera sonda, que abandonó con éxito la órbita terrestre y fue bautizada Venera 4. El 29 de julio se le aplicó una corrección de rumbo tan exitosa que no hubo necesidad de utilizar la segunda prevista, iba directo hacia la cara oculta de Venus, para acertar de lleno en el centro según la vista desde la Tierra. Cada pocos días enviaba datos a la Tierra y así se descubrió poco antes de la llegada al planeta que este poseía una corona de hidrógeno. El 18 de octubre se produjo la separación de las cápsulas y ambas fueron directas a la superficie, la preparada para aterrizar y la que no estaba preparada.
La reentrada fue brutal, alcanzándose efectivamente los 11000 ºC y aguantando una deceleración de 300g. Cuando el barómetro detectó una presión atmosférica de 0,6 atm, la que tenemos en la tierra a unos 5000 m de altura, los explosivos liberaron el primer paracaídas, y poco después el paracaídas principal y las antenas del radioaltímetro se desplegaron, la cápsula empezó entonces a enviar datos. 93 minutos después los datos cesaron, comenzaba el análisis.
Y con el análisis comenzaron las sorpresas. De entrada se esperaba una atmósfera con un 15% a lo sumo de dióxido de carbono y nos encontramos con un 95%.. Del nitrógeno, el gas mas abundante esperado, tan sólo unas trazas. El barómetro no tardo en alcanzar su límite, para cuando se terminaron de recibir datos de la misión se estima que andaban por 18,5 atm, y digo se estima porque el barómetro había alcanzado su margen mucho antes. Y después estaba el problema de la altura, el radioaltímetro tenía un margen de error de 30 km y por lo visto tuvo a bien llevarlo al límite, midió 26 km de caída e hizo creer a mucha gente que efectivamente se había llegado a al superficie. Nada mas lejos de la realidad, con una atmósfera mucho mas densa de lo esperado el descenso se hizo eterno y la sonda “murió de vieja” agotando la batería, además los datos ajustaban, el último dato mostraba 271º ºC, cuando los científicos esperaban como mucho algo mas de 300 ºC en superficie. Además la cápsula se había diseñado para aguantar 25 atm, y ni se había acercado.
La realidad es que según los datos los nuevos modelos mostraban que esta había empezado al transmisión a 55 km, no a 26, y que a 22 km se habría rajado y el paracaídas hubiese sido incinerado, aunque con una atmósfera tan densa el impacto fue posiblemente mas suave de lo que cabría esperar. Con los datos atmosféricos los nuevos modelos mostraban que en superficie habría 427 ºC y una presión de narices, los restos reposan en algún lugar cerca de 19ºN y 38ºE. De las pastillas de azúcar no sabemos que fue, pero con esos datos pensar en “navegar” fue rápidamente olvidado, de existir agua hacía tiempo que no estaba presente. De hecho los datos fueron tan radicales que el mismo Carl Sagan teorizaba con que la sonda se había estropeado y muchos científicos se negaban a creerlos. La nave principal también revelo que la corona de hidrógeno era muy débil comparado con la de la Tierra, al igual que la magnetosfera.
Sólo un día después la sonda americana Mariner-5 pasó por el planeta, y realizo un experimento de radio para analizar la atmósfera, confirmando y complementando datos de la Venera, Venus apuntaba mas a un infierno que a una jungla.
La Mariner 5Una sonda gemela había sido lanzada el 17 de junio pero, siguiendo la vieja tradición, no consiguió salir de órbita y cayó ocho días después con el poco elegante nombre de Cosmos 167.
De regalo dos vídeos sobre la Venera 4, uno en español y otro en ruso (supongo que no sabréis como traducirlo).
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