El próximo proyecto cinematográfico de Brad Pitt, según se ha anunciado en mayo, será una película sobre la Fórmula 1 y, según la revista norteamericana Variety, el salario que percibirá se estima en alrededor de 30 millones de dólares (27,4 millones de euros). Otras publicaciones suben la cifra a entre 120 y 130 millones de euros. Hace un par de meses, en abril, Pitt vendió una mansión en Los Ángeles por 36 millones de euros, 24 veces el valor por el que la compró tres décadas antes. Se desprendió de ella quizá para recuperarse de una compra de agosto pasado, la de una casa con vistas al Atlántico en Carmel (California) por la que pagó 40 millones de euros. Esos son los parámetros económicos en los que se maneja este actor, algo que, sin embargo, parece desconocer la mujer granadina a la que un falso Brad Pitt, a quien conoció por internet, le ha estafado hasta 170.000 euros.
La historia de esta estafa comienza a principio de 2022, según cuenta Antonio Estella Aroza, abogado de la mujer, con la incorporación de esta granadina a un club de fans del actor —todo presunto, club de fans y actor— en Facebook. La interacción entre la mujer y el presunto club de fans fue en aumento y una cosa llevó a la otra, de modo que, como era inevitable, el mismísimo Brad Pitt acabó interactuando con esta señora. El único dato que se ha hecho público es que esta mujer es granadina y “de mediana edad”. Su abogado ha preferido no dar más información sobre ella.
La relación progresó de la amistad a algo más. Los estafadores han tenido algo más de un año para ello. Como explica Estella Aroza, “son profesionales, marcan tiempos, saben cuándo dar cariño, cuándo no responder” y, finalmente, cuándo pedir dinero. Solicitar dinero requiere, por ejemplo, de que la amistad haya ido más allá. Y como de la amistad al amor solo hay un paso cuando se trata de una estafa, súbitamente, ambos cayeron enamorados el uno del otro. La relación siempre se ha mantenido en la distancia, aunque, como suele ocurrir en estos casos, a partir de un momento concreto el o los estafadores lanzaron la promesa de que el falso Brad Pitt vendría a España a conocerla en persona. Por si el cebo no fuera suficiente, el presunto Brad Pitt le prometió que grabarían juntos una película.
Y comenzaron las peticiones de dinero. En diversos ingresos a, explica el abogado, diversas cuentas en bancos españoles y europeos, la mujer llegó a hacer transferencias de hasta 30.000 euros de una tacada. Estella Aroza cuenta que se trata, según su experiencia, de cuentas abiertas con carnés de identidad robados. Hace algo menos de un mes, la mujer se olió que la relación tenía truco y acudió al despacho de abogados para explicarlo. Ahora, un juzgado de Granada tiene una denuncia por presunta estafa, usurpación de identidad —sobre el actor— y blanqueo de capitales. En este caso, porque el letrado cree que los bancos deberían haber seguido el rastro del dinero en algunas de las transferencias al ser de varias decenas de miles de euros.
Transferencia a transferencia, la mujer ha ingresado en la cuenta de sus estafadores 170.000 euros para iniciar la película. Poco comparado con los más de 90 millones de dólares, 82 millones de euros, que fue el presupuesto de uno de los últimos éxitos del verdadero Brad Pitt, Érase una vez en Hollywood.
La ficción de que el Brad Pitt al otro lado de la pantalla era el verdadero se ha mantenido este año largo gracias al ya tradicional sistema de fotomontajes. El o los estafadores utilizaban fotos del Brad Pitt genuino y en ella le ponían en las manos, por dar un ejemplo, un folio en el que había mensajes de cariño hacia ella… en un español algo chapucero, por otra parte. Y mientras en los juzgados aún no han movido, explica el abogado del caso, un papel ni ordenado ninguna diligencia de investigación, el verdadero Brad Pitt sigue con sus negocios, legales del todo. Uno de los últimos es una nueva ginebra, The Gardener Gin, que el actor que acaba de presentar en la última edición del festival de Cannes. Mientras el verdadero Pitt vende ginebra gourmet, nada indica que el falso no esté por ahí, intentando pescar de nuevo en las redes.