rianxeira escribió: ↑07 Jul 2020 10:27
Pues nos está dando un curso online que da una chica del sur, zona sin seseo, y por una foto de su escritorio supongo que es Cartagena. El caso es que está haciéndolo desde Italia, donde lleva mucho tiempo, y en momentos cuando se pone a hablar supongo que se le cuela el acento del italiano y empieza a sonar...... argentina.
Ergo los argentinos son unos murcianos venidos a menos.
Yo creo que ya lo comenté por acá, pero una vez conocí a un francés que llevaba varios años viviendo en Madrid y cuando lo escuché hablar pensé que era porteño (argentino de Buenos Aires, lo que sería el acento más argentino para ustedes).
Italia pesa mucho acá culturalmente: la cocina es más italiana que española, el lunfardo es prácticamente italiano, y hablamos con las manos que ni en Nápoles, vea. Llegaron tarde (siglo veinte en vez de diecisiete, digamos) pero vinieron en masa. Así que sí, el idioma se mantuvo pero la pronunciación debe estar por Cerdeña.
“Un libro permanece, está en su anaquel para que lo confrontemos y ratifiquemos o denunciemos sus afirmaciones. El diario pasa. Tienen una vida efímera. Pronto se transforma en mantel o en envoltorio, pero en el espíritu desprevenido del lector va dejando un sedimento cotidiano en que se asientan, forzosamente las opiniones. Las creencias que el diario difunde son irrebatibles, porque el testimonio desparece”
Raúl Scalabrini Ortiz, Política Británica en el Río de la Plata
Os conté que me separé en diciembre/enero, ¿verdad? Bueno, pues desde entonces he tenido algún encuentro con hembras, a cada cual más curioso. Os cuentyu el primero que, a la postre, fue el que más huella me ha dejado.
En enero iba yo conduciendo y me paró la policía. No entendía bien por qué, iba despacio, todo en orden, pero supongo que sería un control rudimentario. Entonces se hace la luz, porque al bajar la ventanilla del coche aparece una mujer que era otra forma de ver la vida, un ser de luz que Dios puso aquí para multarme una y mil veces (las que ella quiera, claro).
Me pidió documentación, no duró la cosa más de dos minutos. Muy correcta, pero muy seria. Nada amable, rozando por momentos la estupidez. Yo iba tranquilo, con mi Eric Clapton sonando en voz baja, mientras ella revisaba los papeles del coche. Me devuelve la documentación, me suelta un 'gracias, puede usted continuar su marcha', a lo que yo le respondo 'gracias a usted por su trabajo. Continuaré mi marcha, pero mañana volveré a pasar por aquí a la misma hora'. Sonreí y partí, y ahí quedó la cosa.
La cuestión es que diez días después voy corriendo por la playa y me cruzo con ella. Estaba con su hija, una niña de tres años, jugando en unos columpios que hay sobre la arena. La reconocí al momento y supuse (prejuicioso que es uno) que esa niña tendría padre y que ese padre sería su pareja. Pero igualmente paré de correr, hice como que estiraba las piernas, y la saludé.
No me reconoció, obviamente. Supongo que no soy el único guapo de la comarca, maldita sea. Entonces le recordé lo del coche, y ahí empezó a darme conversación mientras la niña seguía jugando. Estuvimos hablando un rato, me dijo que ella también corría pero que esa semana tenía a su hija en casa. Así es que bingo, estaba divorciada.
Le dije que yo no conocía a nadie en la zona (es cierto, llevo poco tiempo y hago poca vida social), y que no estaría mal coincidir un día para correr. Total, que le di mi teléfono y a los pocos días me envió un mensaje para quedar. Fue una carrera por la playa muy suave, llegamos a la otra punta del paseo marítimo (unos 5 km) y la vuelta la hicimos andando. Ahí me contó cosas de su vida, su trabajo, su divorcio años atrás, etc. Era una chica de 33 años, bastante tímida, algo seria, y muy guapa. Llegando al punto de partida, y con el frío de enero acechando, le dije de tomar un café en un bar. Y ahí estuvimos charrando un par de horas. A esa cara avinagrada le salía por momentos una sonrisa, y cuando sonreía a mí se me hacía de día.
Me estoy enrollando para deciros que al final no pasó nada. Quedamos varias veces para cenar, hablábamos mucho, pero ella desde casi el principio me dijo que yo le gustaba, pero que quería conocerme antes de dar ningún paso. Que su divorcio fue traumático y que no confiaba en todo ser vivo que tuviera pene. Aunque fuera de 20 cm.
Un día nos besamos, pero ella estaba tan petrificada que decidí dejar de insistir. Nos abrazamos y le dije que mejor me llamara ella cuando lo tuviera claro. Fui sincero con ella, le dije que me gustaba mucho, que no soy ningún follarín y que realmente quería conocerla sin prisa, pero si ella no daba ningún paso hacia mí daría por hecho que su interés era nulo.
Y así pasaron los días sin saber nada de ella, hasta que un día me llamó. Yo estaba convencido de que sería para quedar, pero me dijo que simplemente quería saludarme y saber cómo me iba la vida. Me sentó como un jarro de agua fría, me comentó que estaba liada y que ya nos veríamos otro día. Al llegar a casa le envié un mensaje, quizás atascado por la situación, y le dije que lo mejor que podíamos hacer era perdernos de vista. Fríamente me dijo que le parecía bien, que no quería hacerme daño y que me veía fastidiado, pero que por ahora no podía ofrecerme nada más.
Eso fue en enero...
M. Corleone escribió: ↑05 Nov 2022 10:08
Hasta que comes un coño en el que te has corrido segundos antes NO HAS VIVIDO.
¿Al hacer el cálculo sois de los que os la medís empujando muy padentro la regla para hacer trampas y sentirse mejor con la naturaleza de uno mismo o sois honestos, no haceis fuerza y lo que marque es lo que hay y os consolais con que al menos vuestra destreza con el cunilingus compensa la tacañería genética con que se os ha dotado?
Crístofe; es policía.
Está loca.
Suerte has tenido de que otro gañán con ganas de que le destrocen la vida se te ha adelantado.
Huye.
Dunkis dijo:
Criadillas es un hombre triste de derechas, quién lo iba a decir.
Cristofín escribió: ↑07 Jul 2020 18:29
En enero iba yo conduciendo y me paró la policía. No entendía bien por qué, iba despacio, todo en orden, pero supongo que sería un control rudimentario. Entonces se hace la luz, porque al bajar la ventanilla del coche aparece una mujer que era otra forma de ver la vida, un ser de luz que Dios puso aquí para multarme una y mil veces (las que ella quiera, claro).
En lugar de conos habían puesto piedras, y en lugar de señalizar con las espadas láser lo hacían con antorchas.
¿Al hacer el cálculo sois de los que os la medís empujando muy padentro la regla para hacer trampas y sentirse mejor con la naturaleza de uno mismo o sois honestos, no haceis fuerza y lo que marque es lo que hay y os consolais con que al menos vuestra destreza con el cunilingus compensa la tacañería genética con que se os ha dotado?
Evidentemente, desde debajo de los huevos.
La fusión del conceptismo y el culteranismo tecleó:
Anda y que den por el culo con la mierda diarrética esa que blasfemas por tu orificio vocal.
Cristofín escribió: ↑07 Jul 2020 18:29
En enero iba yo conduciendo y me paró la policía. No entendía bien por qué, iba despacio, todo en orden, pero supongo que sería un control rudimentario. Entonces se hace la luz, porque al bajar la ventanilla del coche aparece una mujer que era otra forma de ver la vida, un ser de luz que Dios puso aquí para multarme una y mil veces (las que ella quiera, claro).
En lugar de conos habían puesto piedras, y en lugar de señalizar con las espadas láser lo hacían con antorchas.
¡¡¡Rutinario, cohones, rutinario!!!
Aunque algo rudimentario también fue, hoyga.
M. Corleone escribió: ↑05 Nov 2022 10:08
Hasta que comes un coño en el que te has corrido segundos antes NO HAS VIVIDO.
Criadillas escribió: ↑07 Jul 2020 19:07
Crístofe; es policíaestá divorciada.
Está loca.
Suerte has tenido de que otro gañán con ganas de que le destrocen la vida se te ha adelantado.
Huye.
