pH, más que hamor, frensi.

Llevo unos dias dándole vueltas a este tema, me refiero a que hoy en dia ¿quen coño escribe cartas todavia?. Estamos en la era del Wuasap, hasta nuestros padres jubilados recurren a este sistema.

En mi juventud impetuosa escribia cartas...cartas a la chica de la que estaba enamorado (en ese momento), cartas a mis amigos/as. De hecho estuve un porrón de años carteándome con una chica de otra provincia y nos visitamos mutuamente. En vacaciones recibias alguna postal, en Navidades recibias algún Christmas de los parientes lejanos...

Todos esas cartas se perdieron como lágrimas en la lluvia. Ya nadie escribe cartas ¿no es triste?.

¿Y vosotros?¿recordais la última carta que escribisteis?¿pensais que es algo que ya se ha perdido irremediablemente?.

Mis vecinos ingleses aun reciben-envían postales.

golondrino escribió: ↑30 Jul 2018 19:36 Mis vecinos ingleses aun reciben-envían postales.

¿Son gente mayor?.

Mayormente

Ni recuerdo la última carta que escribí, yo creo que fue hace más de 20 años

El otro día fui a casa de mi madre y curioseando en un cajón de lo que era mi cuarto allí encontré guardaditas todas las cartas de amigos y chicas que recibí en mi adolescencia y juventud. Fue cono un viaje expres al pasado, que ingenuidad e inocencia.

Si quereis poneros más tristes, en 2010 el ejército "jubiló" a las últimas 300 palomas mensajeras que tenia en plantilla dejando esa función estratégica desierta.

Yo envié una postal hace creo que 2 años.

Escribí:

"ueueueueueueueueee :D"


El smilie lo puse al derechas. O al reves, segun se mire.



Enviar postales, hoy en dia, sigue siendo siendo trending en mi corasao.

tenía costumbre de enviar al curro una postal desde donde fuese...las íbamos poniendo en un corcho y aquí siguen. Creo que lo voy a retomar.

Ídem de Lechón. En mi trabajo hasta hace un par de años teniamos una pared del laboratorio petada de postales de diferentes ciudades que nos autoenviábamos a nosotros durante nuestras vacaciones en plan Forever Alone.

La última carta que mandé fue como hace unos quince años, antes de que la tecnología nos pusiese las videoconferencias gratuitas en la palma de la mano. Fue a una amiga que tras estudiar Turismo (o durante, no recuerdo) se fue a hacer prácticas durante medio año a Austria. Ahora ella vive en Canadá (en un sitio llamado Whitehorse que en invierno alcanza sin esfuerzo unos preciosos -35º) y claro, entre el watssap y Facebook comunicarse ahora está mucho más chupao que antes.

En su día he de reconocer que me parecía un poco coñazo liarme a escribir a mano tanto rato con el típex presto por si metías la pata. Pero ahora la verdad es que es una cosa romántica y viejuna y bonita a rescatar. ¿Se seguirán vendiendo sellos?

Lo bueno de las cartas es que la gente realmente se tomaba su tiempo y esfuerzo para expresarse. Para contar cómo se sentían, qué pensaban. Si tenías que decirle algo a tu amor, tenías varias páginas por delante para elaborarlo. Tenías la soledad y todo el tiempo del mundo para escribir. Ahora todo es urgencia. El mensaje debe ser breve, llegar rápido, ser visto cuanto antes.

El único equivalente actual parecido es el email. Escribir un buen correo explicando que la echas de menos, explicando lo jodido que estás, o lo cabreado que estás por lo que te hizo, por qué es tan zorra, o quizá, si eres un ser verdaderamente avanzado, de qué manera tan profunda la cagaste y la perdiste para siempre.

El caso es tomarse tiempo y esfuerzo para sacar los sentimientos de dentro, quedarte a gusto y asegurarte de que no queda nada por decir y que el receptor te ha entendido perfectamente. Cosa que con whatsapp, por poner un ejemplo, dificilmente vamos a conseguir.