Polina escribió: ↑11 Nov 2019 12:45
Chino Moreno escribió: ↑11 Nov 2019 12:27
Polina escribió: ↑11 Nov 2019 12:25
Hostia, qué puto cerril eres!
Si hay una mujer inútil compitiendo por un puesto contra un hombre inútil, sí, prefiero que el puesto lo ocupe la mujer.
Que no es tan difícil! Que son igual de inútiles pero que haya mujeres en el poder es un aliciente extra frente a que vuelva a ser un hombre como ha sido toda la puta vida.
Te respondo sobre tu segundo quote:
Polina escribió: ↑11 Nov 2019 12:25
El que esté más buena no aporta nada a su labor como profesional. Te lo aportará a ti como hombre heteromorcillón que se va a alegrar la vista, igual viene peor para las mujeres de esa empresa que se van a quejar porque van a creer (sin equivocarse) que la elegiste a ella por estar más buena.
El que sea mujer TAMPOCO APORTA NADA A SU LABOR COMO PROFESIONAL.
No, lo que aporta es que haya más mujeres en puestos de responsabilidad en un país en el que estamos muy por debajo de una media igualitaria.
Lo que aporta es que seamos una sociedad más equilibrada en la que las responsabilidades se equiparen para ambos sexos.
Si no te parece necesario algo así (ya sé que no) puedes reafirmarte tranquilamente en tu antifeminismo (que tampoco te preocupa en absoluto).
Recordaré por si acaso:
Feminismo:
1. Doctrina y movimiento social que pide para la mujer el reconocimiento de unas capacidades y unos derechos que tradicionalmente han estado reservados para los hombres.
Pues sí, yo sigo pensando que el sexo, al igual que la raza, religión o color de pelo, no es un factor a tener en cuenta para medir la equidad en una sociedad en la que ya hay igualdad de derechos.
Me parece vergonzoso la poca representación de los zurdos pelirrojos en los estamentos de poder. Zurdorojismo a tope.
Pues no, yo creo en los individuos. Esperanza Aguirre es un individuo. Pablo Iglesias es un individuo. Ambos tienen sus ideologías, que le son propias al individuo y su sexo, color de piel, color de ojos, o mano con la que escriben es un dato circunstancial que no aportan absolutamente nada a su forma de pensar.
Esa es la verdadera igualdad en mi opinión. Llegar al punto en el que juzguemos al individuo por lo que piensa y lo que hace, y no por el sexo. Que si tradicionalmente se ha usado para discriminar a la mujer frente al hombre, ahora se está usando exactamente igual, pero en el sentido contrario.
En fin, la misma matraca de siempre que hemos hablado cienes de veces, ya tu sabeh.