Cuent You

[Ruttiger]

O era una mujer y el tipo se sabía claramente más fuerte e intimidatorio que ella.

Hombre, yo no soy un experto en la mentalidad criminal porque nunca he robado a nadie (más que quinientas pesetas al bolso de mi vieja que aún me atormentan de remordimientos las noches), pero intuyo que un ladrón no va a atacar casi nunca si se sabe claramente más débil o menos intimidatorio que su víctima, ¿no?

Yo soy de barrio muy pobre y me han robado en repetidas ocasiones, no menos de cinco. En varias ocasiones he utilizado la estrategia del despiste en diversas versiones a saber:
- Ignorar al caco.
- Soltarle una réplica ingeniosa.
- Hacerme el puto loco para desconcertarle.

Y en todos los casos el resultado ha sido similar, una reducción de mi, ya de por sí, píngüe economía, acompañada de una demostración de violencia, también con diversas versiones:
- Llevándome un puñetazo.
- Llevándome varios puñetazos y alguna patada.
- Saliendo físicamente ileso de la transacción.

No hay o no he sabido establecer una correlación directa aparente entre la estrategia utilizada y los efectos violentos sobre mi integridad física.

Supongo que es fácil identificarme como débil y poco intimidatorio, la verdad.

[M. Corleone]

O era una mujer y el tipo se sabía claramente más fuerte e intimidatorio que ella.

Hombre, yo no soy un experto en la mentalidad criminal porque nunca he robado a nadie (más que quinientas pesetas al bolso de mi vieja que aún me atormentan de remordimientos las noches), pero intuyo que un ladrón no va a atacar casi nunca si se sabe claramente más débil o menos intimidatorio que su víctima, ¿no?

Yo soy de barrio muy pobre y me han robado en repetidas ocasiones, no menos de cinco. En varias ocasiones he utilizado la estrategia del despiste en diversas versiones a saber:
- Ignorar al caco.
- Soltarle una réplica ingeniosa.
- Hacerme el puto loco para desconcertarle.

Y en todos los casos el resultado ha sido similar, una reducción de mi, ya de por sí, píngüe economía, acompañada de una demostración de violencia, también con diversas versiones:
- Llevándome un puñetazo.
- Llevándome varios puñetazos y alguna patada.
- Saliendo físicamente ileso de la transacción.

No hay o no he sabido establecer una correlación directa aparente entre la estrategia utilizada y los efectos violentos sobre mi integridad física.

Supongo que es fácil identificarme como débil y poco intimidatorio, la verdad.

Pues cuando te he visto en fotos me has parecido un tiarrón, no pareces el blanco más fácil. A mí no me han atracado nunca, pero sospecho que tiene más que ver con vivir en pueblo pijo que con alguna virtud intimidante de mi aspecto, que sé que con mi cara de numale seguro que grito a los cuatro vientos que soy un buen objetivo.

[wendigo]

Venga, me sumo a las anécdotas violentas. Una de ellas, vamos. Yendo de un garito a otro en la zona de fiesta de Tarragona, había que cruzar las vías del tren a pie. Estaba la barrera bajada y tocaba esperar. Se paró un coche al lado nuestro, cargado de primates que iban hasta las cejas de substancias psicotrópicas, me mira el copiloto, se baja y me coge de la pechera, me empotra contra la pared y me espeta que se había metido yokesé cuántas rayas, pastillas y no sé qué mierdas más. Asín, por la puta cara. Yo me quedo un poco alucinado y le digo que olé sus huevos gordos, que si yo me tomo todo eso me caigo muerto, que no sé como puede seguir andando. El tipo logra procesar alguna de las palabras que le he dicho, se queda como "loading" y me dice "a qué sí, tío? De puta madre" o algo así. Se levanta la barrera, se sube el coche y se pira.

A un colega le pasó algo parecido en un concierto, un tipo lo agarró por la pechera, puestísimo de todo. La diferencia es que en vez de decirle nada le arrancó un cacho de oreja de un mordisco.

Recuerdo la impotencia que me causó únicamente el hecho de relatarme la historia.

[The last samurai]

Venga, me sumo a las anécdotas violentas. Una de ellas, vamos. Yendo de un garito a otro en la zona de fiesta de Tarragona, había que cruzar las vías del tren a pie. Estaba la barrera bajada y tocaba esperar. Se paró un coche al lado nuestro, cargado de primates que iban hasta las cejas de substancias psicotrópicas, me mira el copiloto, se baja y me coge de la pechera, me empotra contra la pared y me espeta que se había metido yokesé cuántas rayas, pastillas y no sé qué mierdas más. Asín, por la puta cara. Yo me quedo un poco alucinado y le digo que olé sus huevos gordos, que si yo me tomo todo eso me caigo muerto, que no sé como puede seguir andando. El tipo logra procesar alguna de las palabras que le he dicho, se queda como "loading" y me dice "a qué sí, tío? De puta madre" o algo así. Se levanta la barrera, se sube el coche y se pira.

A un colega le pasó algo parecido en un concierto, un tipo lo agarró por la pechera, puestísimo de todo. La diferencia es que en vez de decirle nada le arrancó un cacho de oreja de un mordisco.

Recuerdo la impotencia que me causó únicamente el hecho de relatarme la historia.

Ostia puta. Menudo puto mundo loco :_(

[Chino]

pero intuyo que un ladrón no va a atacar casi nunca si se sabe claramente más débil o menos intimidatorio que su víctima, ¿no?

Bueno, ya te digo que a mí en ese caso que contaba antes el tipo pretendía que le diera la pasta por su cara bonita. Ni llevaba navaja, ni era especialmente fuerte ni más alto que yo.

A ver, que yo soy un mierda, y seguramente que antes de impactar el puño en mi cara me tiraría al suelo a llorar como un bebé chupándome el pulgar. Pero si se me acerca un tipo random, a priori igual que yo, y me dice que le de el dinero... pues oye, no. Hasta luego Maricarmen.

Sí que me han atracado otras veces, arma mediante, y ahí no hay duda... todo para él, y hasta le das las gracias.

[poshol na]

Pues a mí no me han atracado jamás, ni siquiera antes de convertirme en una máquina de matar con mis manos.

Bueno, con 14 o 15 años negocié con uno que se llevara mis 300 pesetas pero me dejara la tarjeta de autobús para volver a casa.

[Doctor Beaker]

A mí han intentado atracarme un par de veces; la primera iba por el centro de la ciudad a medianoche (mala idea) con un montón de cosas de valor encima (peor) a la salida de un after office (que explica todo lo anterior y mi estado etilizado). Total, que se me pone a caminar al lado uno y me dice que le dé todo o me mata. Yo llevaba desde la portátil del trabajo hasta mi pasaporte, y decidí que esto no podía suceder (recordemos que estaba bastante ebrio), así que le dije
- No me rompas las pelotas
- Ehhh dame el celular
- ¡No me rompas las pelotas! (ya medio amenazante)
Y de verdad hamigos, que lo hubiese golpeado (no era muy intimidante, más bien bajito) aunque me podía haber comido un balazo, pero por suerte no pasó nada de eso sino que seguí caminando y el ladrón wannabe se fue. Podía haber terminado muy mal, pero gracias a la diosa Fortuna y a Baco ahí quedó la cosa.

La siguiente vez se me acercó alguien en evidente estado de confusión mental porque quiso asaltarme en una parada de colectivos bastante concurrida a las siete de la tarde; esta vez no estaba ebrio ni tenía tanto encima como para jugarme la vida pero me pareció bastante disparatada la situación así que rechacé su invitación a ir a un sitio más privado y le dije que no me rompiera las pelotas; me dijo que tenía un arma y que si quería que me la mostrase, a lo que la respuesta de "no me importa" o bien lo descolocó o lo puso en situación de tener que mostrar un arma inexistente.

De verdad os lo digo hamigos, estoy vivo de milagro, pero qué bien hace mandar a la mierda a un asaltante.

[Cristofín]

Pues estoy viendo que he tenido suerte, no me ha atacado nadie en la vida. De adolescente había un yonki que me pedía dinero, le decía que no llevaba, me insistía y al final le daba cincuenta pesetas, pero la verdad es que nunca se puso farruquito, simplemente me acompañaba por la calle durente dos minutos hasta que yo, que era más tonto que ahora, le daba algo.

La única vez que tuve que enfrentarme a alguien fue hace bien poco (menos de un año). Estaba yo tomando café en una terraza y oigo a una chica gritar. No gritos pidiendo ayuda, sino gritándole a alguien que la estaba molestando y diciéndole que no le tenía miedo. Viendo que no cesaban los gritos, me levanté de la terraza y fui corriendo al lugar del origen de los mismos (unos cien metros de donde yo estaba). Según llegaba vi un grupo de gente, unas veinte personas, mirando a una chica que le decía al chico que la dejara en paz. El chico estaba a diez centímetros de ella, con actitud desafiante y la mano levantada como avisando de una inminente hostia. Luego supe que no se conocían de nada.

Yo venía corriendo desde donde estaba y no me dio tiempo a pensar, vi la actitud del tío y no miré ni qué aspecto tenía (era un tío más o menos de mi edad y de mi tamaño). Sin parar la marcha, me metí entre el tumulto, con el corazón bastante acelarado y pensando "que sea lo que tenga que ser" y me metí entre la chica y el tipo, mientras le ponía una mano en el pecho (a él, aclaro) y le decía en voz baja que se retirara. Para mi sorpresa, el tío nada más verme dio un paso hacia atrás mientras gritaba "vale, a ti te respeto porque eres hombre, y a los hombres los respeto, pero a las mujeres no". No le dije nada, simplemente le mantuve la mirada mientras se alejaba muy lentamente. En un momento dado paró de retroceder, hizo un ademán de acercarse de nuevo mientras decía que iba al gimnasio y que me podía partir las piernas, y yo simplemente le mantenía la mirada en tono muy serio sin dejarme amedrentar. En el primer momento vi que no iba a hacer nada porque no se atrevía.

Finalmente el tío se alejó sin dejar de gritar, en un español que no se entendía del todo bien (era argelino) que entre hombres nos respetamos, pero que a las mujeres él no las respetaba. Veinte personas mirando y ni un gesto ni un comentario al respecto. El tipo se alejó y yo me volví a la terraza en la que estaba.

[Polina]

Pues yo sólo me he llevado un puñetazo en mi vida, tendría 15 años y fue una tipa a la que le gustaba el mismo tío que a mí.
No me han atracado jamás, soy una niña bien de barrio bien y aunque me he paseado por barrios mal con gente mal, no he tenido situaciones jodidas salvo si hablamos de tipo sexual, tocamientos, exhibicionismo, incluso forcejeos, ahí os pulo a todos.
Pero estando el sábado en una terracita con dos colegas tomando cervezas, les comenté que a mis casi 50 tacos es probable que este sea el año en que me pegue con algún desconocido en la calle.
Y por qué, os preguntaréis.
Pues porque he llegado a mi tope de aguante y llevo años soportando a imbéciles que en cuanto empieza el buen tiempo pasan con sus coches con las ventanillas bajadas y la música a toda hostia.
Y no, amigos, no puedo más. No sólo es que mi vaso de paciencia va a rebasar, es que mi nueva actitud vital perimenopáusica me lleva a que me la sude todo cada vez más y lo que antes me resultaba abominable (abordar a un desconocido por la calle) ahora se me antoja necesario.

Así que igual antes de mayo estoy aquí contandoos cómo me ha pegado un calvo que iba conduciendo su Audi descapotable con el último gran éxito de Bad Bunny al 11 porque le pregunté si era imbécil.

[poshol na]

Pues porque he llegado a mi tope de aguante y llevo años soportando a imbéciles que en cuanto empieza el buen tiempo pasan con sus coches con las ventanillas bajadas y la música a toda hostia.

Verás el sábado en la terraza.