Cuent You

[M. Corleone]

Mejor así, si no tendríamos a corleone y a Gajo cada día cambiándose el puto nombre.

Puto difamador, llevo con el mismo nombre y la misma foto de perfil desde el año 2003. Gandul.

[Dolordebarriga]

Mejor así, si no tendríamos a corleone y a Gajo cada día cambiándose el puto nombre.

Puto difamador, llevo con el mismo nombre y la misma foto de perfil desde el año 2003. Gandul.

Pedófilo.

[Polina]

Podría haber sido mucho peor, colega. Joder con el Macly, de videoconferencia con los peces gordos de los ministerios, este tio la toca.

"DolorDeBarriga is playing Sugar Daddy Simulator"

Me habéis comprado todos los juegos gays del mercado. Algún día probaré alguno.

¿Polina tiene el periodo?

ACETATE!
Por eso los chistes no los pillo, tengo la cabeza llena de progesterona.

[Perro De Lobo]

Me habéis comprado todos los juegos gays del mercado. Algún día probaré alguno.

mira tu bandeja de steam

[Mclaud]

Y asi somos testigos de como que un pavo decidiera convocar una reunion tiene repercusiones inesperadas en el sistema caotico tambien conocido como pH.

EL EFECTO MARIPOSA

[Dolordebarriga]

Me habéis comprado todos los juegos gays del mercado. Algún día probaré alguno.

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Joder, tíos, parad ya, que me están comenzando a gustar las pililas.

[Perro De Lobo]

El universo a veces se equilibra solo. Posiblemente el hecho mongoloide de considerar jocoso el regalarle un juego trutxaca a Dolores ha tenido repercusiones en el karma y el cosmos me la ha devuelto multiplicado por diez.

Hoy era la noche de jalobuin y posiblemente haya tenido una de las peores pesadillas que recuerdo. No solo por lo desagradable del sueño en sí, sino porque además se han dado todas las circunstancias para que el sueño fuera totalmente inmersivo. Un extraño alineamiento de sucesos entre el mundo real y el onírico ha orquestado esta situación.

Mundo real:
Perrico se acuesta, después de una copiosa cena y un par de bebidas espirituosas mientras veia la serie de los amables policias de la uip. En la cama no habrá fiestuki, os aviso a los que venís aqui buscando una excitante escena de corte erótico. Es la noche de las ánimas y no conviene alterar a los espíritus con espectaculos dantescos. Perrico se acuesta de espaldas a su mujer, que está algo constipada y respira como un minero del carbón con los pulmones llenos del grisú. Uno de los gatos, posiblemente la criatura más social de la casa, salta a la cama buscando el calorcito y se tumba entre los dos. Perrico nota, justo al cerrar los ojos, como el cuerpo calido del felino se apoya sobre sus nalgas esculpidas en mármol, y poco a poco va cayendo en los brazos de Morfeo.

Mundo onirico:
Estamos en una especie de oficina/centro de trabajo que recuerda a algún taller de esos que se ven en algunas pelis carcelarias. No tiene que tener sentido, esto es un sueño. Perrico encuentra a una mezcla de gente inventada a partir de rostros y personalidades conocidas, que van además mutando durante el sueño. Este de aqui parece un antiguo compañero de estudios, pero cuando habla de pronto tiene el rostro y la voz de otra persona. Van pasando cosas diversas: un partido de fútbol, una fila estrambótica que se forma para acceder de nuevo al taller/oficina, un poco de tensión en la entrada.. el sueño avanza y Perrico de nuevo se encuentra en una especie de despacho donde tiene sus cosas, y descubre que la mesa de al lado ha sido ocupada por un antiguo compañero de trabajo con el que nunca habia hablado antes. Es un chaval un poco sordido, gordo, con gafas gruesas, pelo lacio y grasiento, con toda la pinta de un obseso del hentai. Perrico le saluda, pues ante todo es una persona educada y cordial y ocupa su sitio, en una mesa que queda espalda con espalda con la del muchacho turbio.

Mundo real:
En algun momento, la mujer de Perrico se ha dado la vuelta y ahora respira directamente sobre la nuca de éste. El ronquido que emite, debido a su nariz taponada, es un gruñido sordo e irregular, como el de un señor mayor subiendo unas escaleras y a punto del colapso. En ese momento, el gato que dormia sobre la parte baja de la espalda de Perrico siente la necesidad de rascarse vigorosamente, causando así un movimiento ritmico y frenético que se expande en oleadas por el resto de la cama y en especial sobre nuestro protagonista.

Mundo onirico:
El compañero gordo, aprovechando que Perrico le daba la espalda, se ha abalanzado sobre él y le impide moverse usando todo su peso. Nota aterrorizado su aliento en el cogote y su respiración entrecortada, como jadeante. De pronto empieza a sacudirsela. Perrico se espanta al percibir como el gordo se está zurrando la sardina mediante un golpeteo que impacta rítmicamente en sus nalgas.
Perrico intenta zafarse, pero no puede, está inmovilizado, sus brazos y piernas no le responden. Tampoco puede gritar, nota como abre la boca pero no sale ningun sonido. La situación es agobiante en extremo y Perrico lo intenta con todas sus fuerzas. Vuelve a abrir la boca y, tras un esfuerzo inhumano, al final consigue emitir un violento grito.

Mundo real:
- Nññgaaaaaaaaaaaaa...!!! ,- el gañido, más parecido a sonido de un muflón que al que podría emitir un humano, desconcierta tanto al gato que deja de rascarse. Perrico ha escapado de la pesadilla, está despierto, pero su corazon late desbocado. El sueño era tan profundo que su cuerpo estaba desconectado, pero poco a poco recupera el control motor. Se incorpora sobre la cama y junta todas las piezas del puzzle, como al final de Sospechosos Habituales. El gato rascandose, la señora roncando, toda una opereta trabajando coordinada para proporcionar una espantosa lección a vuestro simpático hamigo.

[M. Corleone]

El universo a veces se equilibra solo. Posiblemente el hecho mongoloide de considerar jocoso el regalarle un juego trutxaca a Dolores ha tenido repercusiones en el karma y el cosmos me la ha devuelto multiplicado por diez.

Hoy era la noche de jalobuin y posiblemente haya tenido una de las peores pesadillas que recuerdo. No solo por lo desagradable del sueño en sí, sino porque además se han dado todas las circunstancias para que el sueño fuera totalmente inmersivo. Un extraño alineamiento de sucesos entre el mundo real y el onírico ha orquestado esta situación.

Mundo real:
Perrico se acuesta, después de una copiosa cena y un par de bebidas espirituosas mientras veia la serie de los amables policias de la uip. En la cama no habrá fiestuki, os aviso a los que venís aqui buscando una excitante escena de corte erótico. Es la noche de las ánimas y no conviene alterar a los espíritus con espectaculos dantescos. Perrico se acuesta de espaldas a su mujer, que está algo constipada y respira como un minero del carbón con los pulmones llenos del grisú. Uno de los gatos, posiblemente la criatura más social de la casa, salta a la cama buscando el calorcito y se tumba entre los dos. Perrico nota, justo al cerrar los ojos, como el cuerpo calido del felino se apoya sobre sus nalgas esculpidas en mármol, y poco a poco va cayendo en los brazos de Morfeo.

Mundo onirico:
Estamos en una especie de oficina/centro de trabajo que recuerda a algún taller de esos que se ven en algunas pelis carcelarias. No tiene que tener sentido, esto es un sueño. Perrico encuentra a una mezcla de gente inventada a partir de rostros y personalidades conocidas, que van además mutando durante el sueño. Este de aqui parece un antiguo compañero de estudios, pero cuando habla de pronto tiene el rostro y la voz de otra persona. Van pasando cosas diversas: un partido de fútbol, una fila estrambótica que se forma para acceder de nuevo al taller/oficina, un poco de tensión en la entrada.. el sueño avanza y Perrico de nuevo se encuentra en una especie de despacho donde tiene sus cosas, y descubre que la mesa de al lado ha sido ocupada por un antiguo compañero de trabajo con el que nunca habia hablado antes. Es un chaval un poco sordido, gordo, con gafas gruesas, pelo lacio y grasiento, con toda la pinta de un obseso del hentai. Perrico le saluda, pues ante todo es una persona educada y cordial y ocupa su sitio, en una mesa que queda espalda con espalda con la del muchacho turbio.

Mundo real:
En algun momento, la mujer de Perrico se ha dado la vuelta y ahora respira directamente sobre la nuca de éste. El ronquido que emite, debido a su nariz taponada, es un gruñido sordo e irregular, como el de un señor mayor subiendo unas escaleras y a punto del colapso. En ese momento, el gato que dormia sobre la parte baja de la espalda de Perrico siente la necesidad de rascarse vigorosamente, causando así un movimiento ritmico y frenético que se expande en oleadas por el resto de la cama y en especial sobre nuestro protagonista.

Mundo onirico:
El compañero gordo, aprovechando que Perrico le daba la espalda, se ha abalanzado sobre él y le impide moverse usando todo su peso. Nota aterrorizado su aliento en el cogote y su respiración entrecortada, como jadeante. De pronto empieza a sacudirsela. Perrico se espanta al percibir como el gordo se está zurrando la sardina mediante un golpeteo que impacta rítmicamente en sus nalgas.
Perrico intenta zafarse, pero no puede, está inmovilizado, sus brazos y piernas no le responden. Tampoco puede gritar, nota como abre la boca pero no sale ningun sonido. La situación es agobiante en extremo y Perrico lo intenta con todas sus fuerzas. Vuelve a abrir la boca y, tras un esfuerzo inhumano, al final consigue emitir un violento grito.

Mundo real:
- Nññgaaaaaaaaaaaaa...!!! ,- el gañido, más parecido a sonido de un muflón que al que podría emitir un humano, desconcierta tanto al gato que deja de rascarse. Perrico ha escapado de la pesadilla, está despierto, pero su corazon late desbocado. El sueño era tan profundo que su cuerpo estaba desconectado, pero poco a poco recupera el control motor. Se incorpora sobre la cama y junta todas las piezas del puzzle, como al final de Sospechosos Habituales. El gato rascandose, la señora roncando, toda una opereta trabajando coordinada para proporcionar una espantosa lección a vuestro simpático hamigo.

EL GATO ES MÍO Y ME LO FOLLO CUANDO QUIERO

[Dolordebarriga]

El universo a veces se equilibra solo. ...

¿Quieres que te devuelva el juego? Tonto, dímelo y ya, sin tanta parafernalia.

[Perro De Lobo]

No me llames tonto que hoy estoy muy sensible