¿Un nuevo monstruo dentro del armario? Ensayo tosco sobre mi
Publicado: 27 May 2006 19:02
Navego por las prensas patrias, no como ejercicio de añoranza, yo soy de añorar poco, (pero de querer mucho), sino por satisfacer la mera curiosidad que me supone, a veces, leeros y no entenderos debido a que casi todos sois de allí y yo estoy aquí.
Me encuentro las letras impresas rebosantes de pérfidos rumanos asaltando el más preciado baluarte de la familia española: su hogar, leif motiv y epicentro de la mayoría de sus acciones y decisiones.
No puedo dejar de plantearme:
¿Habemus coco?
Gripe aviar, vacas locas, sida, sida, sida, sida, explosiones de gas, terrorismo patrio, terrorismo patrio, terrorismo patrio, terrorismo patrio, mandamases locos y con armas nucleares, terrorismo islámico, nacionalismos …
Siempre pretenden asustarnos con un mal nuevo y mayor. Siempre lo consiguen.
Entonces nos apiñamos, nos sentimos vulnerables y repetimos las pautas aprendidas desde la infancia.
Mamaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!
O lo que es lo mismo, Dios!!!, Estado!!!, protégeme de todo mal, enciende la luz de mi cuarto y abre el armario para demostrarme que junto a ti no hay ningún monstruo esperando agazapado en la oscuridad, porque tú eres poderoso, porque tú derrotas y derrotarás una y otra vez a todos los monstruos que intenten devorarme. Siempre, claro está, que yo sea obediente y manso.
Y cuando, por fin respiramos tranquilos, pataplas!!!, aparece un nuevo peligro cósmico sideral dispuesto a poner patas arriba nuestras vidas.
Los peligros cósmicos, pero, aunque nos hacen caminar con el culo apretado no son los más peligrosos.
Hay otros, ya tan metidos dentro de nuestra psiquis, que no es ni necesario alborotarlos, para que de continuo hagan mella, socaven, arañen, perforen, trepanen, nuestras vidas y nos reconduzcan, otra vez, al seno del protector rebaño.
¿Qué tienes y qué guardas para tu vejez?
Vive toda la vida condicionada por ese miedo brutal al desamparo, la decrepitud y la soledad.
Se hormiga, trabaja, acapara, acata, sufre, obedece para que cuando llegue el invierno puedas disfrutar de un fuego encendido en la lar y una taza de caldo.
No.
No coño!!!
Que no quiero!!!.
Que no me da la puta gana!!!
Cuanto he tropezado, cuanto me he caído, cuanto me queda por luchar.
Contra mi mismo, por supuesto. Contra el yo aprendido, contra el yo heredado.
Desaprender para volver a aprender. Caminar. Pedalear en pos del lejano Plutón sin volver la vista atrás. Sin prisa, pero sin pausa.
Vuestro, pedaleando rumbo a Plutón;
Dolordebarriga
Me encuentro las letras impresas rebosantes de pérfidos rumanos asaltando el más preciado baluarte de la familia española: su hogar, leif motiv y epicentro de la mayoría de sus acciones y decisiones.
No puedo dejar de plantearme:
¿Habemus coco?
Gripe aviar, vacas locas, sida, sida, sida, sida, explosiones de gas, terrorismo patrio, terrorismo patrio, terrorismo patrio, terrorismo patrio, mandamases locos y con armas nucleares, terrorismo islámico, nacionalismos …
Siempre pretenden asustarnos con un mal nuevo y mayor. Siempre lo consiguen.
Entonces nos apiñamos, nos sentimos vulnerables y repetimos las pautas aprendidas desde la infancia.
Mamaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!
O lo que es lo mismo, Dios!!!, Estado!!!, protégeme de todo mal, enciende la luz de mi cuarto y abre el armario para demostrarme que junto a ti no hay ningún monstruo esperando agazapado en la oscuridad, porque tú eres poderoso, porque tú derrotas y derrotarás una y otra vez a todos los monstruos que intenten devorarme. Siempre, claro está, que yo sea obediente y manso.
Y cuando, por fin respiramos tranquilos, pataplas!!!, aparece un nuevo peligro cósmico sideral dispuesto a poner patas arriba nuestras vidas.
Los peligros cósmicos, pero, aunque nos hacen caminar con el culo apretado no son los más peligrosos.
Hay otros, ya tan metidos dentro de nuestra psiquis, que no es ni necesario alborotarlos, para que de continuo hagan mella, socaven, arañen, perforen, trepanen, nuestras vidas y nos reconduzcan, otra vez, al seno del protector rebaño.
¿Qué tienes y qué guardas para tu vejez?
Vive toda la vida condicionada por ese miedo brutal al desamparo, la decrepitud y la soledad.
Se hormiga, trabaja, acapara, acata, sufre, obedece para que cuando llegue el invierno puedas disfrutar de un fuego encendido en la lar y una taza de caldo.
No.
No coño!!!
Que no quiero!!!.
Que no me da la puta gana!!!
Cuanto he tropezado, cuanto me he caído, cuanto me queda por luchar.
Contra mi mismo, por supuesto. Contra el yo aprendido, contra el yo heredado.
Desaprender para volver a aprender. Caminar. Pedalear en pos del lejano Plutón sin volver la vista atrás. Sin prisa, pero sin pausa.
Vuestro, pedaleando rumbo a Plutón;
Dolordebarriga