3030
Publicado: 24 Dic 2005 17:04
3030
En el año 3030 todo el mundo es rapero. La tribu urbana del hip hop se ha convertido en la única clase social predominante. La moda se ha convertido en estándar.
En el año 3030 las llamadas zonas ricas se han reducido a una cuarta parte de la superficie del mundo, concentradas en extensas y omnipotentes metrópolis cuyas fronteras suelen colisionar en su expansión. Las otras tres cuartas partes son tercermundistas.
Puesto que en las metrópolis la comida (precocinada), así como todos los demás productos ya manufacturados, son importados de los países pobres, los raperos, la clase social acomodada, ha perdido la necesidad de trabajar en actividades directamente relacionadas con la subsistencia.
En el año 3030 sólo existen tres clases sociales importantes: MC, DJ o productor. Los MC escriben las letras y aportan su voz, los DJ crean el sonido y los productores aportan el capital, la estructura y organización que hacen posible la creación de los discos, único producto interno relevante de las metrópolis raperas.
El resto de la población no hace nada concreto para contribuir a esta industria del disco, no forma parte de la clase social considerada productiva y, por lo tanto, valiosa y poderosa. Esta población considerada “normal” o “mayoría” se dedica a otras actividades secundarias y ociosas: grafiti, basket, skate, bmx, bailar en los clubes, venta o consumo de drogas, sexo, o simplemente deambular por las calles exhibiendo su actitud y ropas.
En el año 3030 la vida se hace en la calle, escenario continuo de tráfico de drogas (que ya ha perdido la emoción de la ilegalidad), tiroteos, conciertos cada dos manzanas, pintadas aerosólicas, y enfrentamientos dialécticos. En el hogar, sagrado refugio de lujo competitivo y siempre comparado (desordenado), los ciudadanos dedicarán su tiempo a jugar a videoconsolas, el mencionado sexo o fumar hachís mientras ven a Tarantino.
Algunos se sentarán durante horas en su cuarto intentando escribir o componer algo medianamente digno y nuevo que le abra un hueco en el saturado mercado de la sociedad dominante.
En el año 3030 la moda se ha convertido en estándar social. Los valores culturales que priman son la música, la lírica, la estética, el sexo (ligeramente inclinado hacia el dominio del macho y con un libertinaje camuflado de liberación sexual femenina), la ropa, la vida en la calle y la pertenencia a barrios y clanes.
Los, digamos, valores culturales superficiales o más visuales han sido asimilados y convertidos en normas. Se considera de mala educación no dar un fuerte abrazo cuando te es presentado alguien o no realizar el saludo ritual del barrio correspondiente al recibir a tus amistades y familiares.
Cada persona ya no tiene nombre, lo que recibe al nacer es un nombre de guerra.
En el año 3030 todo el mundo parece negro. En el año 3030 todos, incluidos los blancos o asiáticos (grupos étnicos cuyos límites, como los de todos, se encuentran difuminados a causa de la emigración mundial masiva y el mestizaje) tienen un mínimo deje afroamericano en sus andares y su hablar.
En el año 3030 se llama motherfucker al dependiente de la tienda de comestibles y bitch a la propia madre o novia. La ortografía ha evolucionado asimilando las abreviaturas y escritura fonética de la población afroamericana del siglo XX y XXI, hasta el punto de ser ilegible para un individuo inglés o un americano de dichos periodos que carezca de la suficiente imaginación.
En el año 3030 las ciclópeas, automatizadas, brillantes, plásticas metrópolis del primer mundo están divididas en barrios, y cada barrio puede albergar varios clanes. Existe un vínculo muy fuerte entre los miembros de un barrio, comparable al de los habitantes de un pequeño pueblo del tercer mundo, y aun mucho más fuerte (hasta el cariz violento) entre los de un mismo clan. La pertenencia a un barrio se proclama con orgullo, y la pertenencia a un clan –tu familia, tu matriz, tu génesis- está trenzado de signos y saludos secretos, rituales, odio a otros clanes, actividades clandestinas y, lo que es más importante que todo esto, lazos sangrientos inquebrantables.
En el año 3030 los tiroteos en las calles son constantes, pero esto se acepta vehementemente como idiosincrasia arraigada en la sociedad desde antaño (no tan antaño, en realidad, como esta sedada sociedad cree).
En el año 3030 una chica es violada por todos los miembros machos de un clan como ritual de iniciación para entrar a formar parte de él.
En el año 3030 el no va más del prototipo poderoso y famoso lleva los pantalones caídos a la mitad de las nalgas, una automática en el bolsillo trasero y despide constantemente por la boca un legalizado humo espeso sin ser totalmente consciente de lo que sucede a su difuminado alrededor.
Le cuesta trabajo mantenerse erguido ante el micrófono del estudio y no perder el hilo.
En el año 3030 no existen ancianos. Pues, ¿dónde se vio, en el siglo XXI, un rapero de más de cincuenta años?
Todo sea por molar. Inmolad a los ancianos.
FIN
En el año 3030 todo el mundo es rapero. La tribu urbana del hip hop se ha convertido en la única clase social predominante. La moda se ha convertido en estándar.
En el año 3030 las llamadas zonas ricas se han reducido a una cuarta parte de la superficie del mundo, concentradas en extensas y omnipotentes metrópolis cuyas fronteras suelen colisionar en su expansión. Las otras tres cuartas partes son tercermundistas.
Puesto que en las metrópolis la comida (precocinada), así como todos los demás productos ya manufacturados, son importados de los países pobres, los raperos, la clase social acomodada, ha perdido la necesidad de trabajar en actividades directamente relacionadas con la subsistencia.
En el año 3030 sólo existen tres clases sociales importantes: MC, DJ o productor. Los MC escriben las letras y aportan su voz, los DJ crean el sonido y los productores aportan el capital, la estructura y organización que hacen posible la creación de los discos, único producto interno relevante de las metrópolis raperas.
El resto de la población no hace nada concreto para contribuir a esta industria del disco, no forma parte de la clase social considerada productiva y, por lo tanto, valiosa y poderosa. Esta población considerada “normal” o “mayoría” se dedica a otras actividades secundarias y ociosas: grafiti, basket, skate, bmx, bailar en los clubes, venta o consumo de drogas, sexo, o simplemente deambular por las calles exhibiendo su actitud y ropas.
En el año 3030 la vida se hace en la calle, escenario continuo de tráfico de drogas (que ya ha perdido la emoción de la ilegalidad), tiroteos, conciertos cada dos manzanas, pintadas aerosólicas, y enfrentamientos dialécticos. En el hogar, sagrado refugio de lujo competitivo y siempre comparado (desordenado), los ciudadanos dedicarán su tiempo a jugar a videoconsolas, el mencionado sexo o fumar hachís mientras ven a Tarantino.
Algunos se sentarán durante horas en su cuarto intentando escribir o componer algo medianamente digno y nuevo que le abra un hueco en el saturado mercado de la sociedad dominante.
En el año 3030 la moda se ha convertido en estándar social. Los valores culturales que priman son la música, la lírica, la estética, el sexo (ligeramente inclinado hacia el dominio del macho y con un libertinaje camuflado de liberación sexual femenina), la ropa, la vida en la calle y la pertenencia a barrios y clanes.
Los, digamos, valores culturales superficiales o más visuales han sido asimilados y convertidos en normas. Se considera de mala educación no dar un fuerte abrazo cuando te es presentado alguien o no realizar el saludo ritual del barrio correspondiente al recibir a tus amistades y familiares.
Cada persona ya no tiene nombre, lo que recibe al nacer es un nombre de guerra.
En el año 3030 todo el mundo parece negro. En el año 3030 todos, incluidos los blancos o asiáticos (grupos étnicos cuyos límites, como los de todos, se encuentran difuminados a causa de la emigración mundial masiva y el mestizaje) tienen un mínimo deje afroamericano en sus andares y su hablar.
En el año 3030 se llama motherfucker al dependiente de la tienda de comestibles y bitch a la propia madre o novia. La ortografía ha evolucionado asimilando las abreviaturas y escritura fonética de la población afroamericana del siglo XX y XXI, hasta el punto de ser ilegible para un individuo inglés o un americano de dichos periodos que carezca de la suficiente imaginación.
En el año 3030 las ciclópeas, automatizadas, brillantes, plásticas metrópolis del primer mundo están divididas en barrios, y cada barrio puede albergar varios clanes. Existe un vínculo muy fuerte entre los miembros de un barrio, comparable al de los habitantes de un pequeño pueblo del tercer mundo, y aun mucho más fuerte (hasta el cariz violento) entre los de un mismo clan. La pertenencia a un barrio se proclama con orgullo, y la pertenencia a un clan –tu familia, tu matriz, tu génesis- está trenzado de signos y saludos secretos, rituales, odio a otros clanes, actividades clandestinas y, lo que es más importante que todo esto, lazos sangrientos inquebrantables.
En el año 3030 los tiroteos en las calles son constantes, pero esto se acepta vehementemente como idiosincrasia arraigada en la sociedad desde antaño (no tan antaño, en realidad, como esta sedada sociedad cree).
En el año 3030 una chica es violada por todos los miembros machos de un clan como ritual de iniciación para entrar a formar parte de él.
En el año 3030 el no va más del prototipo poderoso y famoso lleva los pantalones caídos a la mitad de las nalgas, una automática en el bolsillo trasero y despide constantemente por la boca un legalizado humo espeso sin ser totalmente consciente de lo que sucede a su difuminado alrededor.
Le cuesta trabajo mantenerse erguido ante el micrófono del estudio y no perder el hilo.
En el año 3030 no existen ancianos. Pues, ¿dónde se vio, en el siglo XXI, un rapero de más de cincuenta años?
Todo sea por molar. Inmolad a los ancianos.
FIN