Zrrri
Publicado: 29 Jul 2005 02:07
A ordeñar mis menguadas ubres acudieron los mozos de costumbre, era bueno ser y sentirse la cabra sagrada de la tribu, me trataban bien.
De mi leche cuajada con cardos se alimentaba el cazador del día, gran honor.
Dicho honor se espaciaba más cada vez en el tiempo, tendríamos que emigrar de nuevo.
No tardamos en emprender la siempre peligrosa marcha, se le encargo mi custodia a Zrrri, joven voluntarioso de anchas espaldas como ancho es el pecho de un uro y de igual cortedad de juicio, siempre risueño y besucón, ni siendo cabra me escapaba a sus muestras de cariño.
Agua justa en odres de piel, carne en tiras secas, nueces y raíces, siempre con poco peso por ser la marcha rápida, para mi las hierbas y bayas del siempre nuevo camino que andábamos.
Desgracias y grandes desgracias, tres se despeñaron, dos se ahogaron al vadear un río y dejé de dar leche.
Zrri me intentaba consolar, más veces como si fuera mujer que como cabra, pero era inútil no daba ni una gota.
Me dejaron suelta, de mi carne sagrada no se alimentarían, como echaría de menos a Zrri, oh, como se parecía en casi todo a un uro.
De mi leche cuajada con cardos se alimentaba el cazador del día, gran honor.
Dicho honor se espaciaba más cada vez en el tiempo, tendríamos que emigrar de nuevo.
No tardamos en emprender la siempre peligrosa marcha, se le encargo mi custodia a Zrrri, joven voluntarioso de anchas espaldas como ancho es el pecho de un uro y de igual cortedad de juicio, siempre risueño y besucón, ni siendo cabra me escapaba a sus muestras de cariño.
Agua justa en odres de piel, carne en tiras secas, nueces y raíces, siempre con poco peso por ser la marcha rápida, para mi las hierbas y bayas del siempre nuevo camino que andábamos.
Desgracias y grandes desgracias, tres se despeñaron, dos se ahogaron al vadear un río y dejé de dar leche.
Zrri me intentaba consolar, más veces como si fuera mujer que como cabra, pero era inútil no daba ni una gota.
Me dejaron suelta, de mi carne sagrada no se alimentarían, como echaría de menos a Zrri, oh, como se parecía en casi todo a un uro.