....continuáis?

La editorial asocial, desde la mas inmunda basura hasta pequeñas joyas... (En obras)
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Bracam
Perro infiel amiricano
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Registrado: 17 May 2008 00:15

Re: ....continuáis?

Mensaje por Bracam »

Soy pues, un tipo extraño: esquivo, malhumorado, antisocial…
Lo reconozco. Pero en este punto de la historia debería contar algo más sobre mi, de mi…infancia. No se preocupen, no les cansaré relatando mis traumas infantiles. Me limitaré por el momento a contarles una pequeña anécdota que ocurrió cuando aún no había cumplido los doce años.
Eran las nueve de la mañana de un sábado. Había dormido en el sofá. Cuando me desperté vi con gran alivio que mi madre seguía sentada el su sillón. Cogí el teléfono, marqué un número, y alguien al otro lado contestó:
- Comisaría de policía. Diga
- Hola- dije
- Hola ¿Qué quieres, cielo? – volvió a decir la telefonista ahora con esa voz estúpida que la mayoría de adultos ponen cuando hablan con un niño, como si estos fueran retrasados mentales
- Quiero que vengan - dije
- ¿Adónde?
- A mi casa
- ¿Por qué quieres que vayamos a tu casa, cariño?
Guardé una breve pausa meditando si colgar el teléfono o no. Aquella mujer me empezaba a sacar de quicio
- ¿No quieres decírmelo?- añadió la telefonista- Necesitamos saberlo
- Mi madre ha muerto.- dije
- ¿Qué has dicho…? ¿Muerta? – dijo ahora la mujer claramente sorprendida
- Sí
- ¿Adónde vives?
- En la Bonanova
- ¿Podrías decirme la calle y el número?.
La mujer trataba de parecer tranquila. Noté que apuntaba en un papel la dirección que la di
- ¿En qué piso? – preguntó después
- Quinto segunda
- ¿Cómo te llamas?
- Carles Fortuny
- Oye, Carles, no me estarás gastando una broma, ¿verdad?
- No
- Si lo haces me encargaré personalmente de que seas castigado.- añadió la mujer con voz trascendente.
- No es una broma.
- Voy a creerte. Espera un momento. No te retires. ¿Puedes esperar un momento?
- Sí.
La mujer tapó el audífono, aunque no lo suficiente para que no oyera su voz ahogada llamando a un compañero.
- Es un niño – dijo – Dice que su madre está muerta. Éste es su nombre, su dirección y su número de teléfono. Averigua lo que puedas.
Luego la mujer, dirigiéndose ya a mi, dijo:
- Bien. ¿Carles, sigues ahí?
- Sí.
- Oye, hijo, dime, ¿estás solo? ¿Hay alguien contigo?
- No, estoy yo solo...Bueno..., con mi madre... Está delante de mi...,muerta
- ¿Delante de ti?
- Sí. Está sentada en su sillón y yo en el sofá telefoneando.
- Ya. ¿Y tu padre?
- Se marchó.
- ¿Dónde?
- No lo sé.
- ¿Sabes cuándo volverá?
- No. Y quiero que vuelva
- ¿A qué hora suele volver?
Guardé un nuevo silencio y añadí despacio y enfático:
- Se llama Jaume Fortuny Triadú
Nuevamente noté cómo la mujer apuntó el nombre.
- ¿No vive con vosotros?
- No.
- ¿No sabes dónde vive?
- No
- ¿Y su número de teléfono, tienes su número de teléfono?
- No.
La mujer carraspeó insegura
- ¿Cuánto tiempo hace que..., no está?- se atrevió a decir derrumbándosele la voz en la garganta.
- Tres años. Pero dijo que volvería.
- Volverá ¿Tienes hermanos?- preguntó – Carles- atajó la mujer- espero por tu bien que me estés diciendo la verdad. Esto sería una gamberrada imperdonable. Podrías ir a la cárcel
- Tenía uno, un hermano, - dije – pero murió. Se cayó por la ventana. Yo lo sabía.
- ¿Qué sabías?
- Que se caería por la ventana
- ¿Tienes más familiares? ¿Tíos, abuelos, primos?
- No. No tengo tíos ni abuelos. Sólo a mi padre.
- Un momento, Carles- dijo la mujer tapando de nuevo el auricular.
- Todo es correcto. – pude oír decir agudizando al máximo mi oído – La dirección y el nombre. He hablado con el portero del edificio y me ha confirmado que efectivamente, en ese piso vive un niño llamado Carles con su madre. Que su padre les abandonó y que su hermano cayó por la ventana de su habitación.
- ¡Mierda!- exclamó la mujer con rabia- Aquí tienes- añadió- el nombre de su padre. Trata de localizarlo. Y manda hacia allí a una unidad..., una...ambulancia y..., ¡yo qué sé...! un psicólogo infantil..., lo que sea.
- Está bien- dijo el compañero - Entretenlo al teléfono. Creo que es lo mejor.
La telefonista llenó de aire sus pulmones y exhaló éste con fuerza antes de volver a hablar.
- Bien, Carles.- dijo suavizando la voz- ¿sigues ahí?
- Sí
- No tengas miedo. Ya estamos en camino. Llegaremos dentro de un momento. Enseguida dos compañeros míos muy simpático te ayudaran
- Gracias
- ¿Sabes si tu madre padecía alguna enfermedad?
- No. Aunque a veces se quejaba del pecho y se llevaba las manos al corazón, como...para calmarlo.
- ¿Sabes si alguna vez fue al médico por eso?
- No. Ella siempre decía que no era nada.
- Tal vez tu madre no este muerta, sólo desmayada.
- No. Sé que está muerta.
- Has dicho que está en el sillón. A veces las personas pierden el conocimiento y parecen muertas.
- No. Está muerta.
- No debes pensar eso.
- Está muerta… - repetí una vez más
- Cómo puedes estar tan seguro. Tú no eres médico.- volvió a porfiar la mujer
- Lo sé...- dije- La maté yo
El hueco sonido de la línea telefónica explotó de pronto en nuestros oídos. La mujer no pudo ocultar su turbación. Dijo:… Pero esto ya se lo pueden imaginar ustedes.

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