Más que hamor, frensi.

[arafat]

Ya que ha acabado el combate, ahora que esto pase a donde debiera haber ido de primera hora.

De nuevo, para dolores.


Makako entra por la puerta de su casa y ve que su compañero de piso le ha traído carnaza nueva.

- ¿Qué pasa Makako? ¿Cómo te va?.
- Ya ves, ahí que vengo de lavapiés de echar la tarde con la nueva plantilla para hacer pintadas que me hice ayer con el photoshop.
- ¿De qué es? ¿Cómo es la cosa?.
- Es la portada del Vespertine con Björk en pleno frensi mientras que Madonna le da de lo lindo con un strap-on dildo.
- No sé cómo coño se te ocurren esas cosas.
- Coñofobia, ya me conoces, parece mentira.

Makako da por hecho que la carnaza está en el salón poniéndose tibio del costo que a su compañero de piso le traen desde Granada, así que decide echarse un rato antes de que el 'invitado' esté lo suficientemente gilipollas como para que se entere de la mierda a que se dedican él y su compañero.

Se pone un antifaz, el Things falling apart de NIN y baja la persiana, lo que demuestra que es lo suficientemente gilipollas como para usar antifaz aun no habiendo luz.

Aunque no lo parezca, y por lo que pueda darse a entender con semejante dealer de peyote, Makako es un tio sano, que no fuma y apenas bebe. Sus compañeros de la facultad de periodismo, donde pierde el tiempo sabiendo que su futuro a los 40 años es como becario del ADN, lo ponen de vuelta y media porque siendo tan pío apunta formas de vigoréxico de sauna pasado de rosca.

A él se la pela. Las cosas como son, llegó hace 4 años a Madrid creyéndose que venía de vuelta de todo y ahora le da la vuelta a todo lo que se pone por delante. Y ese es su propósito: un carpe diem mientras que se pueda seguir chupando del bote, y luego si se puede, más.

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Urdu anoche se fue a buscar carnaza nueva.

A pesar de tener treinta y largos, y vivir con y a costa de su madre, le sigue molando el rollito canalla de salir los viernes por la noche en busca de lechoncillos a los que apretarles las tuercas y el hojaldre. Llama a su compañero de fatigas a las ocho de la noche para quedar a las once en que lo recoja y gastar la noche en la Fabrik buscando bakalas con los perderse en un descampado.

Inciso: el compañero de fatigas es un americano que por la gracia de dios y su padre dilapida la fortuna de este último allá donde le pueda cundir más y al mismo tiempo pueda lucirle el asunto: en Madrid. En un principio se gustaron, ya sabéis, hasta que el americano se dio cuenta de que hay más maricones más allá de las urbanizaciones de Madrid y el otro se cansó de no catar pollas de veinteañeros. Al fin, se mantiene la amistad, no queda otra, Urdu maneja el inglés y los sitios, y el americano es marica y abre puertas, se necesitan mutuamente.

Llegan a la discoteca y se ve que no está de Dios, aquello es un puto erial donde no se puede rascar nada; nada a lo que no se le pueda bajar las bragas, claro está. Visto lo visto y a falta de mayor divertimento deciden salirse a los aparcamientos en busca de algo que echarse al pecho.

Tras un rato apartando, literalmente, amigos que llevan su repertorio en pastilleros encuentran a un lampiño con camiseta negra ajustada que apunta maneras pasando una bellota a una pareja de chonis.

Preguntan.

Contesta con la cotización del Nasdaq, el EuroStock, el Costo, el Polen y el Peyote.

Hay química, tanto como que se llevan una bellota cada uno de los maricones y al lampiño adentro a invitarle a una copa. Son así de absurdos, invitando al camello sin barba a una copa por si suena la flauta y rematan la noche alguno de los dos siendo empujado en el asiento de atrás del coche del americano mientras el otro no puede con su vida después de haberse fumado media bellota.

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Pepegut es un mocetón al que no lo aguantan ni en su casa.

De ahí que los padres hayan soltado la manteca para que el chiquito a sus 30 y pocos vaya sabiendo lo que es independizarse.

Se crió en la clase alta de Mallorca él, cuando la clase alta es estudiar en un colegio de pago y tener lo que sale por una boquita de piñón. Estudió, sin matarse, humanidades, para acabar ejerciendo el cada día más deshonroso trabajo de la docencia. Algo de lo que uno no puede sentirse muy orgulloso; y tanto que no se siente orgulloso, como que no existe si no fuera por las vacaciones y el poco esfuerzo que le supone el desconectar cuando acaba el tedio de tener que aguantar a generaciones de retrasados que solo saben expresarse con las doce teclas de un móvil.

Fuera del centro es el Dios, el Dios de Mallorca. Dentro del centro lo que no hay es Dios que comprenda como alguien puede ser tan rematadamente pedante y superlativo.

Gasta fines de semana y horas muertas de un lado a otro de Mallorca con su coche de clase alta, conduciendo a todo trapo con las ventanillas bajadas y escuchando a los Artic Monkeys. Porque los Artic molan, lo pone en las revistas... y de vez en cuando a Madrid o a Valencia a tomar contacto con la realidad, rodeado de sus amiguetes de fin de semana, jugando al todo vale si me lo puedo permitir.


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A Makako lo despierta un SMS.

'No veas como está de colgado el tío que conocí ayer. Nos vemos en Chueca y lo ves en technicolor.'

Es su compañero. Gasta un rollo un poco raro pero a él (y a Makako, por descontado) le resulta divertido.

Se dedica a criar pollos de granja: los encuentra en las discoteca, los engorda en su casa a base de costo, maría y, si se tercia y es necesario, farlopa, para luego recorrer Madrid y mantener su estado grabándolo cual snuff movie. Sólo que las snuff movie se mezcla con tintes voyeur y subnormaladas al estilo Jackass.

Makako al fin se pone en pie, gasta calzado y a correr Gran Vía arriba en busca de su compañero y el pollo.


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Urdu quedó prendado, y tanto, de su dealer particular y lampiño.

Tanto como para quedar al día siguiente en casa de este a darse un homenaje con la promesa de que su compañero de piso, el del dealer lampiño, era la pareja de baile ideal para alguien de la alcurnia del invitado.

'Es aun más maricón que tú' fue el reclamo para que Urdu ya ni siquiera dudara.

Así que desde primera hora de la mañana se fue preparando para el evento: no quedaba otra que ir marcando abdominales para que el amigo del efebo no tuviera lugar a dudas. Hizo la tabla de rigor, se duchó, gastó zapatillas de esas horrendas que usaba su padre para recoger melones en la huerta, vaqueros de marca, camiseta y sudadera de marca surfera.

Cogió el cercanías y a las 8 ya iba perdiendo perfume en la linea 10 del metro. Nada como mezclarse entre ecuatorianos y eslavos como para remarcar su belleza personal.

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Makako llegó a la plaza de Chueca, corriendo, subiendo por Libertad, cuando el pollo ya andaba recostado en un banco soltando frases inconexas.

Su compañero lo había cuidado a base de bien, y en verdad que merecía la pena semejante pieza con treinta y tantos, intentando aparentar cinco menos, y doblado con una cuerda en mitad de la plaza. No escatimaba si la pieza era buena, y solo por el placer de tener su colección privada de desviaciones para rememorar en DVD.

Lo metieron en el primer garito que pillaron, no hacía falta ser mu exigente, y menos aun en el estado en que iba el pollo; una copa y un tiro para soltarlo en mitad del antro y ver como dándole juego el potro se desbocaba.

'Si todo en esta vida fuera tan fácil follaríamos en vez de mear' pensaba Makako mientras dejaba que el invitado se arrimara a su antojo y al mismo tiempo veía como su compañero iba esbozando una sonrisa de satisfacción de saber que lo de esta noche prometía.

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Pepegut no quería perderse ni por asomo el Real vs. Murcia de esta semana.

Se le había presentado la oportunidad sin igual de ver semejante duelo en la cumbre y de paso gastar un fin de semana en Madrid a cuerpo de rey y sin privarse de nada, para variar. Aunque el partido fuese de esos que los aficionados olvidan sus abonos en pos de el primo del pueblo de Guadalajara que no ha visto lo que es un estadio de más de 10.000 localidades, Pepegut estaba embarcando en Son Sant Joan el viernes por la tarde más nervioso que un niño en la puerta del Toys'r'us.

El fin de semana pintaba redondo: viernes tranquilo con cena y copa ligera, al día siguiente perdiendo el dinero de la nómina en la calle Fuencarral, que para el resto ya estaba la fortuna familiar, a la noche partido, cena en un chino que le habían comentado que era lo más (como si hubiera algún chino que fuera diferente de otro) y luego copas y lo que cayera hasta que tuviera que decir no.

El domingo era para descansar, volver y mentalizarse de la mierda que se le plantea a un profesor los lunes por la mañana.

Era para estar nervioso, al menos para él, nadie podría olvidarse del factor insular que él somatizaba a las mil maravillas.

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Urdu llegó a un quinto piso en una de las bocacalles del final de Gran Vía a eso de las nueve y media de la noche.

Le esperaba el anfitrión lampiño; del agraciado como 'maricón entre los maricones' no había nada por ahora, aunque el inquilino le ofrecía pasar el rato mientras llegaba a base de bien. No hay cosa que falte en casa de un camello (por muy legal que sea) que no sea droga para los invitados.

Urdu a las diez y media paró de pensar y de recordar.

Aun estando acostumbrado a fumar costo, el homenaje no era para menos, y menos era acabar por olvidar lo que pasó a partir de esa hora.

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Como era de esperar en el compañero de Makako, el paseo en balde con tintes exhibicionistas por medio Madrid del pollo era parte del viacrucis planificado.

Los dejes a los jackass con escenas de vouyerismo (que no lo eran, no olvidemos las circunstancias) iban llenando la videocamara del compañero de Makako subiendo por Recoletos camino de AZCA.

Cuando la psicomotricidad aparecía era como seguir a un enfermo de alzheimer con las abdominales marcadas y ganas de enseñarle al mundo que su polla era digna de un escaparate.

Cuando la psicomotricidad desaparecía era un peso muerto en los hombros de Makako y compañero.

El caríz de la aparición y desaparición de la psicomotricidad era el tiempo que pasara el pollo sin recibir su pienso, así de simple. Como los patos a los que le engordan el hígado para hacer paté, parte del proceso de manufactura. Todo, por descontado, bien guardado en una Panasonic VDR-M30.

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El Madrid, la Real, perdió, contra pronóstico, con actuación estelar de Guti en lo negativo y Casillas en los positivo.

Pepegut dio fé del chino, esperanza en el Moma Bar y caridad de sus amigos que fueron pagando una a una las copas que se iba tomando.

Con gente tan cosmopolita y urbana como ellos una visita de cortesía al servicio para el tirito de rigor era cosa del protocolo. No lo hacía a menudo, pero tampoco se lo tomaba como una tragicomedia: quizás en Mallorca lo miraran mal en los ambientes que se movía, pero haciendo turismo nadie iba a negarle un saludo por semejantes circunstancias.

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A las 6 de la mañana Makako y su amigo estaban hartos del pollo como para seguir cargando con él, hasta el punto de haber gastado media hora en la glorieta de Cuatro Caminos fumándose tranquilamente un porro mientras el pollo tenía pequeños destellos de lucidez sentado en un banco.

No había nada como tomar el circular a primera hora como para hacer las tomas finales de su cortometraje, mezclando al pollo con la flora mañanera y la fauna crápula o simplemente borracha y absurda que se encuentra alguien en el metro a esas horas.

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A las 6 de la mañana Pepegut y sus amigos estaban hartos como pollos como para que les dejaran entrar en cualquier garito de moda y como solución magistral a una noche de exceso qué había mejor que acabar en el metro camino del hotel haciendo el ganso, que en el subterraneo no hay derecho de admisión y la fiesta puede ser igual o mayor que en cualquier local de copas si los asistentes están por la labor.

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Makako vió que un grupo de snobs entraba en el último vagón de la linea 6 del metro en Manuel Becerra. Carne de cañón: el grupo, su pollo y el último vagón de la linea 6.

- ¿No te pone el moreno ese peludo con los Diesel y el polo de YSL? - dijo Makako al pollo, que estaba sentado a su vera.
- Gñeeeeeee.
- Si le comes la boca lo mismo te la como yo a ti - le dijo mientras le miraba a la cara y le tocaba la polla.

El pollo se levantó como pudo por el traqueteo del metro, y a tientas con las barras y su propio cuerpo logró llegar al grupo sin caerse mientras la Panasonic del compañero no dejaba de grabar en ningún momento.

- ¿Perdona sois de aquí? - dijo el pollo como pudo, mirando al suelo y agarrándose del brazo del objetivo de Makako.
- Quej bah, somos de Majorca - contestó otro desde un asiento con los ojos cerrados.

El objetivo iba casi peor que el pollo, menuda pareja. Aunque lo peor del asunto era la naturaleza muerta que se presentaba en el vagón, los únicos con un atisbo de coordinación eran Makako y el camarógrafo.

Sin mediar palabra el pollo se colgó del cuello del objetivo, mientras que con otra mano tanteaba la tripa de este. No parecía mediar resistencia, de hecho no parecía notar si quiera su presencia, y el público en vez de estar entregado al espectáculo del acosado y el acosador, se dedicaba a dormir la mona, alguno incluso con más superficie corporal en el suelo que en los propios asientos.

A la altura de Pacifico la mano del pollo se había perdido por debajo de los pantalones del objetivo y una riada de teenagers pasados de vueltas invadieron el vagón. Makako y su compañero perdían tomas por las cabezas y los flequillos de los mastuerzos, mientras que el show continuaba sin la asistencia de los amigos del acosado. Sin duda necesitaban cambiar de escenario para rematar la película.

Makako le pega un codazo a su compañero al tiempo que se levanta y coge al pollo del cinturón y, este a su vez, al objetivo de la cintura. Las puertas se abren, no hay nadie en el andén, nadie excepto ellos cuatro. Si no fuera por lo escueto del escenario, a Amenabar se le hubiera puesto gorda.

Suben las escaleras mecánicas mientras Makako le come la oreja literalmente al pollo, sabiendo que es un arma que carga el diablo calentar a semejante elemento. El objetivo, descolocado, se deja llevar escaleras arriba, mientras la cámara recoge todo desde un ángulo inferior.

- Verás que toma final te tengo preparada - le dice Makako mientras el cámara sonríe.

El vestíbulo de Mendez Alvaro a las 7 de la mañana un domingo no es precisamente un campo de flores. Los servicios menos, pero allí quería llevar a los dos elementos, uno caliente, el otro deambulante, para que remataran con una escena de amor tórrido el metraje.

Los servicios, que a otras horas del día es un hervidero de maricones buscando nabos que observar, o directamente que catar, ahora era un escenario de la película que estaban grabando.

Mientras que Makako manoseaba la polla del pollo para que este no aguantara ni un poco más su calentura, el objetivo andaba apoyado en el lavabo mientras vomitaba y el pollo conseguía bajarle los pantalones.

Makako se retiró y dejó que el resto fluyera, mientras su colega no perdía detalle del evento.

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Urdu recuperó parte de consciencia tras 8 horas.

En su cabeza sonaba Vergini, muse, e ti divino Apollo, de Mascagni.

En su horizonte una espalda peluda, y su polla en el culo del dueño de la espalda.

[Dolordebarriga]

Se te ve orgulloso, tonti, como que no cabes en el planeta Tierra y eso.

Tú, esperamos esmero para el siguiente;

Dolordebarriga

PD: Gracias again.

[Urdu]

Iba a volver a intentar leerlo y me ha vuelto a dar pereza, y eso que esta vez tenía mi nombre marcado en amarillo cada vez, porque he llegado a este hilo haciendo una búsqueda con mi nick. Eso es egocéntrico, lo reconozco. Esta mañana cliqué en la firma de 6D pensando que no tendría cojones de linkar ese truño de foro que regenta y de repente me vi ahí, por listo, y una vez ahí, viendo que el último post de cada foro estaba firmado por ma69nu, pepelu, 6D o Foreman, pensé "¿qué hago ahora?", y decidí que lo mejor que podía hacer era una búsqueda con mi nick y ver qué decían de mí. Vi que las tres primeras referencias eran de 6D y supongo que me leí alguna, aunque ahora no recuerdo qué decía. Y luego he pensado que si me da pereza leer vuestros hitos literarios e incluso responder provocaciones dirigidas a mí, lo único que me queda es releerme una y otra vez y hacer alguna búsqueda ocasional con mi nick, que os juro que no son tan frecuentes como puede parecer.

[youtube]FFMIvHazgmw[/youtube]

[Pepegut]

Si buscas por allí mis comentarios sobre ti van por Javi, no por Urdu. Al menos los que no son los del subforo secreto Élite porque luego está el subforo Secreto Beta que ya no es tan exclusivo.