Cuando tus manos me tocaron, vibré. No me refiero al sexo, tampoco me refiero a mi alma, a mis fibras internas, la metáfora no es tan fácil, nunca la he leido antes y yo no soy capaz de describirla. Vibré, esa es la palabra que primero me ha venido a la cabeza, la más gráfica y la más íntima. La palabra que más me embriaga sin explicarse bien. Y es que es en este punto donde los poetas que luego se recuerdan generación tras generación abren la ventana y limpian el día con su voz pero yo no soy de esos, lo he intentado pero no lo he conseguido. Tampoco me atormenta no poder hacerlo pero no negaré que me inquieta.
Siento dejarte así, sin explicación, sin agradecimiento y sin una sonrisa en la cara después de compartir algo que los dos hemos comprendido. Yo no lo entiendo así que no puedo esperar que tú lo hagas si no puedo explicartelo. Quizá, si me tocas de nuevo vuelva a vibrar y entonces puedas captar lo que estas palabras no logran transmitir.
Vibré
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The last samurai
- Ulema
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- Registrado: 10 Ene 2004 13:20
Álvaro escribió:En verdad sois unas artistas en la trasmisión de culpas.
Es como si tuvierais un buffer superpequeñito para vuestros errores.
Lo primero que dices me hace pensar que si tu suerte no cambia acabarás amargado, y no digo que sea culpa tuya, es posible que las mujeres que has encontrado hayan sido todas unas zorras o que por el contrario tú no las supiste entender. Lo segundo que dices no lo entiendo.
Creo que debo explicarme. Ese texto se escribió con la intención de no conseguir transmitir nada, con la simple expresión de la intención y no el éxito. No pretendía nada detrás, era una constatación de la realidad, el no poder a veces describir lo que se siente y lo frustrante que puede llegar a ser. No todo han de ser obras de arte con extraños significados detrás, a veces lo que tienes delante es lo que hay y nada más. Tenlo en cuenta, por aquello de las culpas, a lo mejor te ayuda.
Por eso tu texto no acaba de cuajar. El mensaje es: "Siento algo muy fuerte pero no tengo palabras para describirlo". Lo que haces es correr gritando y agitando los brazos en torno a un agujero vacío.
Eso ya se ha dicho muchas veces, y para decirlo de una manera algo especial o interesante tendrías que ser un genio de la literatura.
Tiene algo afortunado: "Y es que es en este punto donde los poetas que luego se recuerdan generación tras generación abren la ventana y limpian el día con su voz". Pero poco más. Hablar de lo inefable es lo que tiene. No dices nada.
Eso ya se ha dicho muchas veces, y para decirlo de una manera algo especial o interesante tendrías que ser un genio de la literatura.
Tiene algo afortunado: "Y es que es en este punto donde los poetas que luego se recuerdan generación tras generación abren la ventana y limpian el día con su voz". Pero poco más. Hablar de lo inefable es lo que tiene. No dices nada.
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The last samurai
- Ulema
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- Registrado: 10 Ene 2004 13:20
¿Escribiste un texto con al intención de no transmitir nada?
Con todos los respetos, es la mayor chorrada que le he leído a nadie en este subforo. Además, eres una estafadora, porque si pretendías transmitir nada, con no decir nada hubiera bastado y nos hubieras ahorrado los 30 segundos de lectura.
P.S: Oruga, cállate y no dejes de tocar el acordeón. Nianonaaaaaaaaaaaaa.
Con todos los respetos, es la mayor chorrada que le he leído a nadie en este subforo. Además, eres una estafadora, porque si pretendías transmitir nada, con no decir nada hubiera bastado y nos hubieras ahorrado los 30 segundos de lectura.
P.S: Oruga, cállate y no dejes de tocar el acordeón. Nianonaaaaaaaaaaaaa.
Esa crítica me parece mucho más constructiva y además estoy de acuerdo con ella. Es un texto bastante malo (no todao), como la mayoría de cosas que he posteado en este foro. La razón, además de mi inutilidad innata es que desgraciadamente para mí y no sé la razón es que salvo creo que dos veces siempre han sido cosas improvisadas, sin inspiración y más por necesidad de aporrear las teclas que por iniciativa artística o cualquier otra cosa. Otros lo escriben en un papel y lo queman sabiamente, yo os martirizo con ellas pero creo que tiene su aquel ¡y tampoco son tantas!