Halimentos injustamente marginados por la tiranía flacuchil

[_KraD_]

eso que es lo que es?

Casi prefiero que primero diga lo que no es.

}:-D

[Viterbo]

Primero la zurrapa de lomo y ahora el morteruelo...de verdad que como gordos dais puta pena.

Es una especie de paté tuneado con multitud de carnes, sobre todo caza menor. Si habéis estado en Cuenca y no lo habéis probado no tenéis perdón.

[iluba]

Primero la zurrapa de lomo y ahora el morteruelo...de verdad que como gordos dais puta pena.

Es una especie de paté tuneado con multitud de carnes, sobre todo caza menor. Si habéis estado en Cuenca y no lo habéis probado no tenéis perdón.

Impresionante el que comí en el Mesón Casas Colgadas, en Cuenca. Además de la calidad del plato (y de la carta en sí), las vistas desde el restaurante y el buen gusto en la decoración del mismo hacen de él un lugar exquisito para compartir mantel e invitar a la sobremesa. El precio lo vale.

[PrimeroDerecha]

Cuenca es La Ponderosa.
Ir a Cuenca, subirse esas cuestas y no comer o cenar en La Ponderosa, para poder ir rodando hasta el Parador, es no haber sacado provecho del viaje.

[dunker]

Di que sí, Biturbo. Estos no han rezado el cuatro esquinitas tiene mi cama cuatro tocinillos que me la guardan o la Horación Cantada:

Siempre que vuelves a casa
me pillas en la cocina
embadurnada de harina
con las manos en la masa.

¡Niña!, no quiero platos finos,
vengo del trabajo
y no me apetece pato chino.
A ver si me aliñas
un gazpacho con su ajo y su pepino.

Papas con arroz,
bonito con tomate,
cochinillo,
caldereta,
migas con chocolate,
cebolleta en vinagreta,
morteruelo,
lacón con grelos,
bacalao al pil pil
y un poquito’e perejil.

—¡Chiquillo! que yo hice un cursillo
para cordon bleu.
—Eso ya lo sé pero, ¡chiquilla!
—¿Qué?
—Dame pepinillos
y yo los remojaré
con una copita’e Jerez.

[iluba]

Cuenca es La Ponderosa.
Ir a Cuenca, subirse esas cuestas y no comer o cenar en La Ponderosa, para poder ir rodando hasta el Parador, es no haber sacado provecho del viaje.

Creí que La Ponderosa era más un lugar de tapeo. Lo tendré muy en cuenta para la próxima vez que viaje por aquella zona, aunque sólo sea para terminar desengrasando en su Parador y que sólo conozco como cafetería y mirador.

[PrimeroDerecha]

Comer tan rematadamente bien como se hace en la Ponderosa y hacerlo de pie, a barra gentil, es lo propio.

[Goss]

Atentos que es muy fácil, muy rápido y engorda que te cagas. La receta consiste en coger todos los quesos que hay por la nevera, cortarlo finamente nianoniano, ponerlo en un plato, meter en el microondas 40 seg(hasta que todos los quesos estén fundidos), coger pan, mucho pan y comer mientras el queso esta caliente rebañando el plato.

Un manjar de los dioses! Luego hay otras variantes que consisten en añadir especias antes de meter en el microondas, con orégano y pimentón salen macanudos!

[Blanquita]

Loncha de jamón york+loncha de queso, enrrollar (que quede la de queso por la parte de dentro), y a la sartén con un chorrillo de aceite. El queso se funde en un pis pas, es rápido, fácil, bueno y vicia que te cagas, con lo cual engordas.

[Cíclope Bizco]

El recién designado Bartoli Bemgrosso como Secretario Papal para la Hagiografía Gástrica, ha hecho eco del delirio popular entre estantes derrumbados y con señales de gruesos molares en el contrachapado y espuma de babas aceitadas del Covirán, dónde se oían voces de gordacas en trance:

—¡Inés Rosales para beata YAAAAAAAAARGHHHHHHH!

—Dale un cabesaso a la Pepi que no es que le haya salío chepa ahora, es que se le ha subío el oruto ar pesho y no tiene otra cosa que girá el pescueso como una lechusa poseía y esperá a que el palé de arbóndigas Louriño se le caiga ar coño por su propio peso.



Juro haber vivido milagros en el tracto digestivo cuando me he yantao dos tortacas de la Inés Rosales rellenas de yuguraso con tropesones, natillorras sabor Ronaldinho lo dio a entender o flanitela mashacaita con tenedor; eh, eh que no acabo, un kinder bueno desmigao entre torta y torta, un paquetito de cacaguata frito y pulverizao o una cubeta de garrapiñados pasados por el Mjolnir, he sentido aquella flatulencia del hombre santo. La que de tu cadáver se desprende aroma a flores recién segadas, algo tan horrososo y alarmante para tu cerebro que polariza la sensación de ascazo y te la devuelve en un frenesí olfativo propio de una novela de Süskind