Joan Vehils
EL CAMPEON, EN CUARTOS. El miércoles de Champions no había empezado bien para el Barça y sí para todos aquellos que deseaban que el equipo de Guardiola quedara eliminado. A media mañana se supo que Xavi había caído lesionado y no estaría ante el Sttutgart. La ausencia del mediocentro siempre es motivo de preocupación para los culés y de alegría para sus rivales.
Luego, hora y media antes del inicio del encuentro, conocimos que Ibra estaría en el banquillo en beneficio de Henry. La decisión, a priori, era arriesgada pero de Pep todo se puede esperar. “Guardiola se carga a Ibra”, pudo leerse en algunas páginas webs de la capital. Y llegó la hora de la verdad y el Barça, como siempre, resolvió. Apenas hubo tiempo para el sufrimiento, al menos, para el sufrimiento de los culés.
Entiendo que para todos aquellos que deseaban que el Barça se estrellara en cuartos no fue una noche fácil. Eso es la pasión del fútbol. Uno es fan de su equipo y enemigo de sus rivales.
Pero los antibarça están viviendo ahora tiempos difíciles. No sólo porque el equipo de Guardiola lo gana todo sino también porque en el Barça está Messi. El argentino-catalán ha conseguido que el histórico sufrimiento culé (“avui patirem”) sea mucho más leve que antaño. El solito coge la pelota y dice gol. A él, le da igual que juegue Ibra, Henry, Pedro o un chaval del Barça B. ¡Qué más da! Sólo necesita un balón y una portería donde meterlo. Y miren por dónde, el Barça es el único equipo español en cuartos. El actual campeón, sin hacer mucho ruido y sin alardes innecesarios, vuelve a situarse como uno de los ocho mejores conjuntos de Europa. Ahora habrá que esperar el sorteo de mañana y, toque quien toque, repetir la misma rutina. Sin prepotencia, sin provocaciones y sin confianzas.
Este equipo tiene un estilo propio. Un estilo práctico, efectivo... y, sobre todo, ejemplar.
No lo digo por el articulo en sí, además, es cierto que a los madridistas nos pone palotes que pierda el Barça y a los barcelonistas les pasa lo mismo cuando palma el Madrid, es la salsa del fútbol.
Pero vamos, que lo de "Catalán-argentino" es de traca ya. Dentro de poco le empezaran a llamar Jaume o Jordi o algo parecido.