Mirando
este blog me he encontrado con la historia del Corinthians (el original, no el brasileiro) y merece la pena echarle un vistazo:
Hubo un tiempo en que el fútbol, como el resto de los deportes, no era sino un pasatiempo tanto para los que lo practicaban como para sus espectadores. Quedaba todavía un largo camino hasta nuestros días, en los que internet, los medios de comunicación, el marketing desmedido y el ánimo de lucro de unos pocos pero que siguen siendo demasiados lo han convertido en el mayor espectáculo del mundo con cualquier rincón del planeta como escenario.
Por aquí se suele decir que el deporte, como tal, lo inventaron los ingleses. Fueron los franceses los que lo volvieron competitivo. Algo de verdad hay, ya que si echamos la vista atrás, muchos de los grandes acontecimientos deportivos fueron creados por algún habitante del país vecino (Mundial de Fútbol, antigua copa Jules Rimet; los Juegos Olímpicos modernos creados por el barón de Coubertin; el Tour de Francia, la pionera de las “grandes vueltas” fue una iniciativa del diario L’Equipe…).
Es por eso también, que los ingleses presumen de ser los que entienden el deporte en su vertiente más noble, lo que no significa que les reste competitividad. No obstante, y dada la presión a que se ven sometidos distintos jugadores, es posible que alguno se vea arrastrado cada vez más hacia esas actitudes picarescas que tan habitualmente se ven en los campos de fútbol.
Sin embargo, y como ya he dicho al comenzar el artículo, hubo un tiempo en que el fútbol se veía como un divertimento más. Es por eso que hoy, en esta serie de artículos sobre equipos de barrio londinenses, quiero hacer una excepción y hablar de un equipo ya extinto, pero que desde sus comienzos tuvo muy claros sus valores, lo que le valió un reconocimiento mundial.
Se trata del Corinthian F.C., un equipo fundado en Londres en el año 1882 y que desde sus inicios, estableció en sus estatutos que “se mantendría como un equipo amateur, sin competir por ningún tipo de trofeo o recompensa” y por lo tanto no formaría parte de la Football Association, la organización oficial del fútbol en Inglaterra.
Pese a esto, es curioso ver la repercusión que tuvo el equipo durante la época. Por ejemplo, allá por 1886, apenas 4 años tras la formación del club, 9 integrantes de la selección inglesa procedían del Corinthian y durante los años 1894 y 1895, y en sendos partidos contra Gales, todos, absolutamente todos los jugadores del combinado inglés venían del equipo londinense. Sorprendente ¿verdad? Pero no se acaba ahí la cosa.
De hecho, famosos fueron sus encuentros, amistosos eso sí, contra equipos oficiales y pertenecientes a la Asociación de Fútbol.
Por ejemplo, el Corinthian F.C., puede presumir a día de hoy, de ostentar el honor de haber infligido la mayor derrota de su historia al Manchester United, 11-3 para ser exactos.
Así mismo, y mientras otros equipos presumían de trofeos oficiales, el Corinthian se dedicaba a vapulearlos en amistosos. Es el caso del Blackburn Rovers , que después de ganar la FA Cup en 1884 se llevaron un 8-1 a casa tras el partido con el Corinthian o el del Bury, que salió derrotado por 6-0 tras venir de ganar la FA Cup de 1903 frente al Derby County.
En el año 1900, el Corinthian F.C. disputaría un trofeo por primera vez en su historia, la Sheriff of London Charity Shield, aunque en esta ocasión se debió a una buena causa, y es que dicho torneo, disputado anualmente entre un equipo profesional y uno amateur, estaba dedicado a recaudar fondos que posteriormente se repartirían por hospitales de la ciudad. En esta ocasión, y fiel a su costumbre de “matagigantes”, el Corinthian derrotó al Aston Villa, flamante ganador de la Liga inglesa aquel año, por 2-1.
Los buenos resultados contra equipos punteros, sumado a su condición de amateur, hicieron del equipo una leyenda de su tiempo. Esto, sumado a la decisión de realizar una gira por distintos paises, les valió el título de primer embajador oficial de fútbol de la historia. Tras esa gira, e impresionados por las historias que llegaban desde tierras inglesas, el club de fútbol Santos Dumont de São Paulo pasó a llamarse Corinthians en su honor, y el Real Madrid, decidió que desde entonces su camiseta sería blanca, a imagen y semejanza de la del equipo inglés y en señal de aprecio a sus valores.
Sin embargo, los tiempos evolucionan y el Corinthian no quiso ser menos, así que, tras 40 años en el lado amateur, en el año 1923 la escuadra se profesionalizó, dando así por concluida su romántica propuesta y, por otra parte, empezando a competir al máximo nivel. Ni que decir tiene que con aquella decisión, no solo murieron sus valores, sino también la grandeza del Corinthian, aunque bien pensado, los tiempos habrían acabado antes o después con su sueño de un fútbol pasatiempo, aun siendo competitivos.
A día de hoy, tras haberse fusionado con otro club llamado los Casuals, y bajo el nombre de Corinthian-Casuals F.C., el equipo malvive en algún lugar de las categorías regionales inglesas, aunque para la historia quedarán las grandes victorias con las que un conjunto de jugadores amateur se atrevió a soñar a principios del siglo pasado, y que impresionaron a medio mundo.
