La Unión Deportiva Las Palmas también juega en Gambia. Viste de amarillo y azul. Luce con orgullo esos colores. Pelea por ascender a Segunda división. Y al igual que el club grancanario se ha fundado tras la unión de varios equipos. Es el orgullo de todo un pueblo: Lamin, que cada fin de semana vibra con los partidos de su Unión Deportiva Las Palmas.
Lamin. Año 2000. Tres conjuntos de esa pequeña localidad de Gambia, el Stone Boys, el Talibi y el Sateba United, decidieron parar. Varios problemas y algunas diferencias insalvabales acabaron con la pequeña historia de las tres entidades. El conflicto no frenó el deseo por jugar al fútbol de un grupo de jóvenes, que en poco tiempo se pusieron de acuerdo para fundar un nuevo club. Todo estaba en orden, menos un pequeño matiz: el nombre del equipo.
Tras horas de discusiones y debates, los fundadores del club decidieron acudir a Javier Blanco, un empresario grancanario que lleva casi treinta años prestando ayuda humanitaria, con la colaboración de instituciones y particulares, a este pequeño país africano.
A Javier Blanco, gran aficionado de la Unión Deportiva Las Palmas, la historia le sonaba y le recordaba al acto de fundación del club amarillo. Reunió a los jóvenes futbolistas y les contó cómo, en 1949, el Gran Canaria, el Arenas, el Atlético, el Victoria y el Marino dejaron atrás rivalidades y formaron la Unión Deportiva Las Palmas.
La historia cautivó a los habitantes de Lamin. Desde ese momento lo tuvieron claro: el nuevo club del pueblo pasó a llamarse Unión Deportiva Las Palmas, sus colores son el amarillo y el azul, y en su escude lucen las insignias del Arenas, el Gran Canaria, el Atlético, el Victoria y el Marino.
Ninguno de los habitantes de Lamin ha visto jugar a la UD Las Palmas. Probablemente desconocen las hazañas de Tonono, Guedes, Germán, Brindisi o Valerón con la camiseta amarilla. Ni siquiera temen por la posible desaparición del club por una deuda de 24 millones de euros. Ni se imaginan qué se puede hacer con tanto dinero junto.
Pero todos son hinchas de la Unión Deportiva. Sienten sus colores, veneran su escudo y sueñan con jugar en el equipo grancanario. De momento, su objetivo inmediato, es ascender a Segunda. Como la Unión Deportiva original.
El sueño de todos los futbolistas de la Unión Deportiva Las Palmas de Lamin y de todos los jugadores de Gambia es dar el salto, algún día, al fútbol europeo. Saben que sus oportunidades para captar la atención de los ojeadores de los grandes clubes internacionales son mínimas, y por eso no dudan en apuntar a la inmigración irregular como una vía para jugar en el viejo continente.
No temen el largo viaje hasta Mauritania o Marruecos ni alcanzar las costas de Canarias en patera. Su objetivo es llegar a Europa y demostrar sus cualidades técnicas.
El Vecindario dona 200 camisetas
La labor de Javier Blanco en Gambia es inmensa. Lleva casi treinta años realizando numerosos proyectos. Ha construido escuelas y ahora su siguiente objetivo es crear la Casa de Canarias en Gambia.
Blanco recalca que no ha estado solo y que siempre ha contado con la colaboración de particulares y numerosas entidades, como la Unión Depor-tiva Vecindario.
El club de Santa Lucía, en las últimas semanas, ha donado más de 200 camisetas, que Blanco se ha encargado de distribuir entre los diferentes clubes de Gambia que acuden a Lamin en busca del material.
Miguel Ángel Ramírez promete camisetas
Miguel Ángel Ramírez, presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, al conocer la historia de este equipo de Gambia se mostró “orgulloso y emocionado” tras saber que un club de ese país africano ha adoptado el nombre, el escudo y los colores de la entidad que preside como símbolos.
“Es algo increíble que nos hace un poco más grandes”, explicó. El dirigente de la entidad amarilla también se comprometió “a enviar una equipación oficial de la Unión Deportiva a este equipo”.
Pero en Gambia, como en África, aún queda mucho por hacer. Numerosos equipos solicitan todas las semanas al grupo de grancanarios que colabora en Lamin equipajes y botiquines. Y todo para hacer realidad el sueño de miles de niños: jugar al fútbol en condiciones.
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