EL BASKET-FU: EL BODY CHECK
Una de las jugadas que han decorado mis onanistas noches basquetbolísticas se producía cuando un jugador, normalmente un pivot, se interponía en la conducta del jugador sin pelota, quedándose quieto y provocando, en la mejor de las ocasiones, un brutal choque si se trataba con el clásico exterior de turno que penetraba por la zona sin dejar de mirar la pelota...
Yo mismo, en mi época de jugador, me congratulo de haber enviado a tres jugadores al banquillo tremendamente conmocionados sin haberme llevado yo una misera falta. El body check es una jugada viril, innoble en ocasiones (lo admito) y patrimonio mundial de ese basquet subterráneo que tanto amo. Bien ejecutada, saca a un rival del partido, ya sea por puro acojonamiento o por lesión.
No, no me acusen de incitación a la violencia (Aun al menos!). El oficio del “bodycheckismo” esta bien reconocido y remunerado en las altas esferas basquetbolísticas.
¿Les suena de algo Tim Kempton? Fue el pivot titular del Limoges y tuvo un glorioso paso por Girona en los 90. ¿Sus méritos? ¿Como puede ocupar un pivot roqueño, de 2'06 oficiales, movilidad mas bien discreta y números de anotación siempre por debajo de lo admisible para un americano de equipo pequeño, la plaza de extracomunitario? Pues porque todo entrenador sabía que este actual comentarista deportivo era un asesino en la zona. 2'06, 130 y muchos kilos y una caja torácica del tamaño de Honduras avalaban a este mocetón en sus orgásmicas hazañas en la zona.
(Sí, lo admito, me toco viendo brawls balenocestísticas, denuncienme por ello!)
Brent Scott, Jerome Lane...cuando eres un pivot tapón, grueso y con una capacidad de salto mas que discreta, tu única defensa tiene que ser exprimir al máximo tus recursos: tus kilos y la dureza de tus hombros serán tus mejores armas a la hora de que el pivot rival reciba lo mas lejos posible del aro y dificultar al máximo los cortes por la zona.
El juego subterráneo en el basquet debería ser considerado una arte marcial en si misma, creyentes del “hardball”, pero de eso hablaremos en otro momento. Glorifiquemos ahora a esas enormes paredes que caminan por las canchas de baloncesto! Gloria!!!
Y para ilustrarlo, uno de mis jugadores favoritos: Tractor Taylor, que terminó por Vigo impartiendo maestría tras enseñarle al mismísimo T-Mac lo que valía meterle una canasta en su jeta.
De un tío que se le cae la canasta encima tras destrozarla, y ni se immuta, puedes esperarte cualquier cosa.
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