Sobre el tema:
ASESINOS Y JUSTICIEROS.
Cuando Diawará realizó la entrada que traería como consecuencia, dicen, que Cristiano se lesionara, las legiones nacionalmadridistas y sus abogados, jueces y verdugos mediáticos comenzaron la campaña de acoso y derribo contra el imponente central del Olimpique de Marsella al que dedicaron todo tipo de improperios y calificativos despectivos en pos de lo que ellos consideraron una muestra de salvajismo.
El pecado de Diawará no fue otro que lanzarse a ras de hierba a por un balón, desepejarlo, y posteriormente, parece, impactar con un Cristiano Ronaldo que comenzaba a ejecutar el salto de la rana. Cristiano, por si alguien lo duda, ha sido elegido ya alguna vez como el jugador más tramposo de la Premier en dura pugna con otro al que el nacionalmadridismo, de momento, tiene en alta estima: Drogba. Precisaremos también que Drogba estaba presente el día de los 7 penaltis que el Barça cometió en Stanford Bridge.
Pues bien, cosas del destino parece, la vida nos manda otra acción en la que un jugador del Dínamo de Kiev, éste sin tocar balón, tras haber realizado su equipo (o él) múltiples faltas más o menos duras a Messi, realizó una entrada en la que el argentino ha caído lesionado y no podrá jugar ante el Espanyol de Barcelona.
Los voceros de Nacionalmadridistalandia, en una infamia pocas veces vista y que personifica en esta ocasión Tomás Guasch, no es que sólamente se hayan congratulado de puertas para adentro por la lesión de Messi, sino que además han tenido la desfachatez de mostrarle al mundo por qué razones (las suyas, por supuesto) la ausencia de Messi será buena. Una de ellas es porque no meterá gol con la mano. Supongo que por una regla de tres semejante todos deberíamos congratularnos de que Van Nistelrooy haya estado lesionado tanto tiempo ya que así, de esta forma, no empleará el mismo apéndice que en la mano de Messi está tan mal visto. Van Nistelrooy, por si alguien no lo sabe, sí que fue decisivo en una liga de forma demostrada: mano contra el Depor y gol de Ramos, participación en Zaragoza cuando cumplía ciclo de tarjetas y dos goles. Toma Villarato.
Guasch, que periodísticamente hablando es lo más parecido a un mamarracho (y de los cobardes), funciona así, con una mezquindad a la que los paladines de la causa nacional-madridista (quienes se alegran de las lesiones quizá merezcan el calificativo de nazional-madridistas) no le dan la importancia pero que la tiene y además muestra bien a la claras de qué pie cojean esos periodistas que están del lado de la superioridad moral y el "menosmalismo" periodístico deportivo.
Con Cristiano lesionado se perdió fútbol, con Messi en el dique seco se hace, según algún que otro lamentable periodista, justicia.
Pero justicia de la poética, de la que se merece el blanco que no empaña.
P.D. Sabemos de sobra qué jugador lesionó (dicen) a Cristiano Ronaldo. Yo, seguidor del equipo de los segundones, de los llorones y de los acomplejados, desconozco quién fue el que lesionó a Messi.